Armisticio: Por qué Alemania se rindió en 1918.

El próximo 11 de noviembre, a las 11:00 horas, se cumplirán 99 años del final de la Primera Guerra Mundial. Después de cuatro años de carnicería, Alemania dijo basta, y pidió un armisticio a sus rivales.

Hasta entonces, las tropas del Reich habían mantenido buena parte de los territorios conquistados en Bélgica y Francia. La guerra no había llegado a Alemania, por lo que a muchos les extrañó la rendición.

Desde entonces, y a instancias del General Erich Ludendorff, en la práctica el dictador militar de Alemania, se creó la leyenda de la “Puñalada en la Espalda”. Según el héroe de Tannenberg, Fueron los políticos en Berlín quienes habían tomado la decisión de rendirse, traicionando a las fuerzas armadas.
Hay muchos que siguen creyendo en esa leyenda. Insisten en que Alemania podía haber ganado la guerra, o al menos lograr un armisticio en el que hubiese quedado mejor parada. La realidad es otra. El Imperio Alemán estaba al borde del colapso.

Alemania firma el armisticio

La última iniciativa

Desde que el frente occidental se estabilizó en agosto de 1914, aunando la guerra de trincheras, los ejércitos de ambos bandos habían logrado pocas ganancias. En marzo de 1918, las líneas apenas se habían movido en tres años.

Para entonces, no obstante, Estados Unidos había entrado en la guerra, aunque sus tropas llegaban a Europa a cuentagotas, y sin experiencia. Ludendorff decidió que, antes de que estuvieran listas, debía intentar una última ofensiva que pudiera darle la victoria.

La llamada Ofensiva de Primavera, o Kaiserschlacht (Ataque del Kaiser), comenzó el 21 de marzo de 1918. El objetivo era dividir a los franceses de los británicos, flanquear a los últimos y derrotarlos, para obligar a Francia a pedir un armisticio.

Avances alemanes en la Ofensiva de Primavera, 1918

Avances alemanes en la Ofensiva de Primavera, 1918.

Ludendorff contaba con una ventaja numérica, las 50 divisiones recién llegadas del frente oriental tras el Pacto de Brest-Litovsk, en el que Rusia quedaba fuera del conflicto. Además, el ataque estaría liderado por las nuevas unidades de Tropas de Asalto, creadas por Ludendorff para romper el ciclo mortal e inamovible de las trincheras.

Los alemanes consiguieron sus objetivos iniciales en muy corto tiempo. Por un momento, pareció que las líneas aliadas se romperían. Pero franceses y británicos resistieron, y el avance alemán perdió fuelle debido a que los soldados sólo habían podido cargar alimentos y munición para unos días.

Primeras señales del final

El fallo de la Ofensiva de Primavera tuvo consecuencias catastróficas para Alemania. Ludendorff había perdido a buena parte de sus Sturmbataillons, y su ventaja numérica pasó a ser insignificante, 207 divisiones contra 203 de los aliados.Erich Ludendorff

Por si fuera poco, sus tropas estaban exhaustas. Muy pocos soldados habían logrado permisos en las últimas semanas, y la siguiente generación de reclutas de 18 años, era la más reducida en varias generaciones.

El 8 de agosto, las ganancias territoriales obtenidas en la ofensiva se quedaron en nada, cuando Ludendorff ordenó la retirada ante el contraataque aliado. Su plan había fracasado, y Alemania estaba en peor situación que a principios de año.

La derrota fue un duro golpe para el veterano líder. Su Estado mayor notó en él un bajón anímico, tanto, que trajeron a un psiquiatra para que atendiera al General. Ludendorff aceptó ser llevado a una granja para tranquilizarse.

No hay esperanza

Un mes pasó el paciente descansando, recuperándose de la “fatiga de batalla”. Cuando volvió a su Cuartel General en Spa, a mediados de septiembre, Ludendorff se dio cuenta de que, con los estadounidenses en la balanza, ya no había esperanza.

El 28 de septiembre, Ludendorff habló con su superior oficioso, el General Paul von Hindenburg, y lo convenció de que la guerra estaba perdida, y de que Alemania debía pedir un armisticio.

Al día siguiente, ambos militares viajaron a Berlín para ver al Kaiser. Incrédulo, Wilhelm escuchó las malas noticias, y el plan de Ludendorff de nombrar a un nuevo canciller para negociar los términos del armisticio   

A recomendación de Ludendorff, el príncipe Maximilian von Baden fue nombrado Canciller el 3 de octubre. El día 5, este escribió a Woodrow Wilson pidiéndole su intervención para las negociaciones de paz. Los militares alemanes creían que el Presidente norteamericano sería más benévolo. Se equivocaron.

Hindenburg, el Kaiser y Ludendorff

Hindenburg, el Kaiser y Ludendorff.

Wilson respondió a von Baden para reclamarle que, antes de cualquier negociación, Alemania debería convertirse en una democracia. Quería decir que el Kaiser debía abdicar. Además, Alemania debería retirarse de todos los territorios ocupados, y cesar las actividades de sus submarinos.

Ludendorff y Hindenburg enfurecieron ante tal petición, y decidieron continuar con la guerra. En ningún momento habían pensado en abandonar sus conquistas, y mucho menos en perder al Kaiser. No se daban cuenta de que ya no tenían muchas opciones.

El Armisticio en marcha

De vuelta en Spa el 8 de octubre, Ludendorff escuchó un informe estremecedor de sus ayudantes. Las deserciones en el frente aumentaban a pasos agigantados, y los soldados que quedaban en las trincheras, amotinados, rechazaban obedecer órdenes. Otros muchos abandonaban sus puestos y se rendían al enemigo.

Por otra parte, las ruedas del armisticio ya eran imparables. Von Baden había continuado sus contactos con Wilson, ya aceptando, sin consultarlo, la abdicación del kaiser.

Wilson escribió una vez más el 23 de octubre, simplemente anunciando que, de una manera u otra, el final de la guerra sólo podía llegar tras la abdicación.

El Presidente Woodrow Wilson

El Presidente Woodrow Wilson.

Von Baden dio un paso más y amenazó al Kaiser con renunciar si Ludendorff no era despedido. El 26 de octubre, el general se vio forzado a entregar su dimisión. Con la ayuda de su hermano, se disfrazó y escapó a Suecia, donde permaneció hasta febrero de 1919.

El 6 de noviembre, un enviado de Wilson llegó a Berlín para negociar los términos del armisticio, que ya incluían el pago de reparaciones por los daños causados. Ese mismo día, un enviado alemán partió para Francia con las mismas intenciones.

Revolución

La situación en el frente doméstico era tan alarmante como en el militar. La población llevaba meses sufriendo las penurias provocadas por el bloqueo. Cada vez más ciudadanos se lanzaban a las calles pidiendo comida.

Todo empeoró cuando, el 29 de octubre, marineros de la Kriegsmarine en Wilhelmshaven desobedecieron una orden de embarcarse para una batalla final. Adoptando la bandera socialista, la revuelta se extendió a otras bases militares, y en pocos días, al resto de la población.

Marineros alemanes protestan en Berlín, 1918

Marineros alemanes protestan en Berlín, 1918.

Maximilian von Baden vio también el peligro comunista, y comprendió que la única manera de evitar una revolución que llevara a los bolcheviques al poder era otorgar el gobierno a los socialistas, y forzar al Kaiser a abdicar.

El 9 de noviembre, Friedrich Ebert, del Partido Socialdemócrata (SPD) fue nombrado Canciller. Ese mismo día, von Baden insistió al Kaiser que debía abdicar si quería salvar a Alemania.

Armisticio

Los enviados alemanes a Francia para negociar llegaron al bosque de Compiegne el 8 de noviembre. En un vagón de ferrocarril, el General Foch les entregó las condiciones del armisticio, y les dio 72 horas para aceptarlo.  

El día 10 por la mañana, los enviados recibieron la noticia del que Wilhelm II había abdicado y se dirigía hacia su exilio Holandés. Por la tarde, llegó la orden de Ebert de que firmaran el armisticio. El documento fue firmado por los alemanes a las 5:12 de la mañana, y debía entrar en efecto a las 11:00.

Relacionado: ¿Fue indispensable la ayuda norteamericana para ganar la guerra?

Conclusiones

Si Alemania se rindió en 1918, no fue porque sus políticos hubieran traicionado a sus soldados. Fue el mismo Ludendorff, Comandante de las Fuerzas Armadas y, en la práctica, dictador militar, quien había recomendado la rendición.

Alemania ya no podía continuar la guerra. No tenía recursos para aguantar otro invierno en la lucha, mucho menos para alimentar a la población civil. Que Ludendorff hubiese cambiado de idea más tarde, y quisiese continuar, era un desesperado intento de negar la realidad.

Se firma el armisticio

Se firma el armisticio.

Cada vez más soldados yanquis llegaban a Francia, al ritmo de 250 mil al mes. Ya en octubre estaban actuando en unidades independientes, ganando rápidamente terreno a los alemanes. La guerra estaba perdida, no había nada que hacer.

La leyenda de la “Puñalada en la Espalda”, inventada por Ludendorff para culpar a los políticos y eximirse de la responsabilidad, fue posteriormente aceptada por Hitler, y utilizada durante su perverso camino al poder.

Desgraciadamente para Alemania y el mundo, hubo mucha gente que creyó la leyenda; Desgraciadamente para nuestro mundo, aún hay gente que se la cree.

6 thoughts on “Armisticio: Por qué Alemania se rindió en 1918.

  1. Muy buen artículo.
    Las mentiras repetidas se convierten en verdades. Aunque sigan siendo mentiras.

    • Muchas gracias Nando. Ya lo dijo otro alemán, «repite una mentira 1000 veces y se convertirá en verdad»… Y así nos va..
      Muchas gracias por comentar. Un cordial saludo.

  2. Nuevamente le envío un fuerte abrazo y gracias por recordarnos “esos pequeños detalles” de la historia, mismos que créo se repiten una y otra vez por desgracia.

    • Hola Katina,
      Gracias a ti pr volver una y otra vez a Ciencia Histórica. Este blog no sería nada sin vosotros. Me gusta centrarme en los detalles porque poca gente lo hace, y creo que son tan importantes como los grandes acontecimientos. Espero poder seguir encontrándolos…
      Mil gracias como siempre y un cordial saludo!

Comments are closed.