En la opinión de algunos historiadores, los soldados británicos fueron los mejor uniformados de la Primera Guerra Mundial. Los «Tommies» llegaron al frente en 1914 con la guerrera oficial de servicio y los pantalones de 1902, los primeros teñidos de Khaki y fabricados en lana gruesa. La guerrera tenía dos bolsillos a la altura del pecho para artículos personales y la Libreta de Pago AB64, dos bolsillos más pequeños para otros artículos y un bolsillo interior cosido tras la solapa derecha para guardar para las vendas de emergencia. También se cosían dos parches sobre los bolsillos para evitar el desgaste por rozamiento del rifle. Las insignias de rango iban cosidas sobre la parte superior de las mangas de la guerrera, mientras que las barras de Servicio Prolongado y Buena conducta iban en la parte inferior. La gorra era del mismo material, algo más rígida, con una banda de cuero, accesorios de latón y ajustada con dos botones del mismo material. Las polainas se ajustaban alrededor de los tobillos y los gemelos (pantorrillas).
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