Pocas unidades de la máquina destructora de Hitler fueron tan temidas por el enemigo como las SS (Schutzstaffel), o escuadrones de seguridad. Sus uniformes negros, gallarda presencia, la calavera que lucían todos sus componentes como insignia, su comportamiento en el campo de batalla y, sobre todo su participación en el holocausto, le ganaron una reputación de ferocidad, fanatismo y crueldad. Y en sus filas se reclutaron musulmanes…
Las SS eran, además, el símbolo más palpable del ideal de “pureza racial” que los nazis tanto buscaban y así fueron adoctrinados. Cada miembro debía pasar un concienzudo examen de su árbol genealógico para garantizar su linaje ario, y otro que exigía las más altas cotas de aptitud física e inteligencia. Para los jóvenes alemanes de la época, era todo un honor pertenecer al cuerpo y lucir sus elegantes uniformes.
Origen
Fundadas en 1923 como sección especial de las SA para proteger al mismo Hitler, las SS pronto se distinguieron como una fuerza más organizada y exclusiva y mejor armada que el resto de las Sturmabteilung de Ernst Röhm. En 1929, Heinrich Himmler, uno de los primeros fieles del nacional socialismo que había probado suerte como granjero y que veía las SA como una fuerza paramilitar masiva, se hace cargo de las SS, a las que consideraba una élite, y una parte integral del partido nazi y del régimen.
Uno de los primeros pasos que Himmler tomó para aumentar su poder y el de las SS, fue absorber las competencias de inteligencia y de asuntos raciales, y tan pronto Hitler subió al poder en enero de 1933, más responsabilidades cayeron bajo la batuta del criador de pollos, incluyendo la seguridad de los recién establecidos campos de concentración, lo que puso a las SS al frente de la “Solución Final”, el exterminio de los judíos.
Para entonces, las SS contaban ya con 20.000 miembros y había tenido que formar una nueva unidad especializada en la protección personal del Führer, la Leibstandarte SS Adolf Hitler.
Expansión
Con la Leibstandarte como núcleo, las Waffen SS se constituyeron en una división armada y vieron acción en todas las principales campañas de agresión, desde Polonia hasta Rusia, siempre en vanguardia, ganándose una reputación de ferocidad y resistencia. De tres regimientos que las conformaban en 1939, al final de la guerra se habían formado hasta 38 divisiones que, aunque siempre independientes del ejército, estaban bajo el control operativo del Alto Mando de las Fuerzas Armadas de la Wermacht.
Las primeras divisiones completas, la Deutschland, la Germania y la Der Führer se formaron en octubre de 1939, después de la invasión de Polonia, y al poco tiempo se les unieron dos más, las SS Totenkopf (calavera), llegando a alistar a más de 100.000 hombres.
Para 1942, sin embargo, las necesidades de la guerra empujaron a sus líderes a reclutar a extranjeros e integrarlos en la 7ª División de Montaña de Voluntarios Prinz Eugen, aunque sus miembros habían sido obligados al servicio. Aquellos hombres, principalmente alemanes étnicos de algunas de las naciones ocupadas como Hungría, Rumania, Serbia y Croacia, sirvieron la zona de los Balcanes.
Musulmanes en las SS
En febrero de 1943, la expansión continuó con dos divisiones repletas de voluntarios franceses, la 9ª División SS Panzer Hohenstaufen y la 10ª División SS Panzer Frundsberg. En julio le siguieron la 11ª División SS de Granaderos Panzer Nordland, formada por voluntarios daneses y noruegos. Poco después, sin embargo,
Himmler dio un paso inesperado para un fanático racista, cuando convenció a Hitler de que le permitiera formar una unidad formada por extranjeros no-germánicos, resultando en el nacimiento de la 13ª División Armada de Montaña de las SS Hanschar (1ª croata), donde sirvieron musulmanes bosnios y católicos croatas. Esta última se distinguió por su crueldad en el trato a los partisanos de Tito y a los judíos, y muchos de sus comandantes fueron juzgados y ejecutados después de la guerra por su participación activa en crímenes de guerra.
Puede parecer extraño que fervientes racistas creyentes en la superioridad de su raza, aceptaran en sus formaciones de élite a hombres, o “sub-humanos”, como solían llamar los nazis a los no arios. Está claro que lo más importante para ellos era ganar la guerra, y estaban dispuestos a sacrificar cualquier principio, si es que los tenían, para lograr su objetivo.
SS Internacional
Al final de la guerra, habían servido en las Waffen SS soldados de Francia, Noruega, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Estonia, los Países Bajos, Bélgica, Croacia, Serbia, Bosnia, Hungría, Rumania, Albania, Ucrania, Estonia, Lituania, España y, por increíble que parezca, hasta del Reino Unido. Por lo visto Heinrich Himmler, el criador de pollos convertido en Reichsführer, fue un seguidor del grouchomarxismo y aplicó su máxima más famosa, “estos son mis principios, pero si no le gustan, los cambio por otros”.
Genial artículo!…
Tú enseñas de una manera tan espléndida, que no puedo menos que felicitarte
Un abrazo..
Hasta pronto.
Uuy Stella! muchas gracias por tus halagos, pero más que enseñar mi misión es la de divulgar el objeto de mis pasión.
Gracias nuevamente y un besín!
La verdad es que los ejércitos de Hitler acogieron tal diversidad de miembros que resulta asombroso del todo, hasta negros, judíos y asiáticos, aunque evidentemente no en las SS, que eran los más cercanos a mi parecer a la ideología nazi.
Fenomenal artículo compañero.
Así es Dessjuest, hombres de muchas nacionalidades lucharon bajo la insignia de la svástica, muchos como voluntarios y otros no tanto. Lo interesante fue ver cómo el mismo Himmler promovió su reclutamiento.
Muchas gracias por tu comentario y un saludo.
Hola Jesús,
me ha impresionado el término «sub-humanos». ¡Es increíble la locura nazi lo que llegó a pensar del ser humano!
Un saludo
Totalmente Francisco, la palabra que usaban era «Untermenschen», literalmente sub-humanos. Espero que nunca olvidemos a los nazis y sus atrocidades.
Gracias por tu comentario y un saludo.
Definitivamente,exelente articulo, un grano mas a mi acervo cultural. Me gusta tu pagina
Felicidades. .
Muchas gracias amigo/a, por leerme y por tu comentario. Espero los siguientes artículos también sean de tu agrado.
Un cordial saludo.
Buenísimo e interesantísimo!! Voy a por el siguiente 🙂
Gracias Ana Rosa…eres quién estoy pensando?
La formulaunera!!!!! :p
Jajaja, lo sabía! gracias por leerme, de verdad, y por tus comentarios, que tienen una valía especial…un besazo guapísima!
Cuando tengo tiempo, soy una mina jajajajaja Fuera coña, súper interesantes los 3 qué he leído (y sabes qué no soy de «regalar la oreja»), así que, voy a seguir leyéndote 🙂
Un besico grande.
Muchas gracias Anica, y preparémonos ya para Barcelona!
otro besín…
¿De dónde te sacas eso de sub-humanos? Los auténticos racistas son y han sido siempre los judíos sionistas, la raza aria era una raza espiritual. Como siempre el auténtico enemigo de la humanidad ha logrado engañar a todo el mundo y hacerse pasar por el bueno, pero poco les queda por hacer pues lo bueno y verdadero, al final, siempre triunfa. Un saludo.
Una raza espiritual? jajajaja., pobre…aparte de unos años de cárcel te vendrían bien unos libros…en serio, no hacen daño…