La mejor idea que nadie haya tenido nunca, o de cómo este libro es el más importante de la historia.

El autor sabía que su libro sería controversial y que sus postulados causarían un enorme cisma entre la ciencia y las ideas establecidas por la sociedad, especialmente las religiosas, y por ello tardó veinte años en decidirse a publicarlo. También sabía que su teoría revolucionaría el pensamiento científico. Sería un libro que abriría los ojos del mundo a su mejor conocimiento del origen del ser humano y el resto de seres vivos que nos acompañan en este planeta. Sería la mejor idea que nadie haya tenido nunca.

Aquel naturalista inglés de barba reverencial y mirada adusta estaba seguro de que sus argumentos eran correctos y que era necesario compartirlos, explicarlos, publicarlos, conjuntamente con toda la evidencia acumulada durante décadas de observaciones. Charles Darwin sabía que su libro “Sobre el Origen de las Especies”, cambiaría al mundo para siempre.

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La Teoría

La Teoría de la Evolución de las especies es a los ojos de muchos, “la mejor idea que nadie haya tenido nunca”,  y no les falta razón. En este libro, publicado en 1859, se cimienta la comprensión de la vida, de la formidable variedad de especies sobre la Tierra, y de cómo cambian y se adaptan a su entorno a través de minúsculas pero múltiples transformaciones físicas que pueden o no tener The Origin of the Specieséxito, y que pueden asegurar la supervivencia de la especie, o su desaparición. Es, para mí, la mejor idea que nadie haya pensado.

Darwin tenía razón, y su teoría ha sido más que comprobada por cientos de investigaciones, observaciones y por toda la evidencia desenterrada antes y después de su tiempo, aunque aún hay algunos que no la conocen, no la entienden, o simplemente no quieren entenderla.

Tengo que reconocer que es un libro algo complejo de leer, y no porque su lenguaje sea excesivamente científico o porque su contenido intelectual no sea comprensible, sino porque cualquiera que se atreva con él, se encontrará con tanta información que es prácticamente imposible asimilarla de una sola pasada.

A lo largo de los años desde mi juventud, he tenido que revisarlo decenas de veces y leer y releer algunos de sus capítulos, y seguro que hay temas que aún me quedan grandes, pero su esencia, su tesis angular, me quedó muy clara desde el principio. No creo que sea diferente para el ciudadano con un nivel formativo medio.

Selección Natural

El fundamento de la evolución es la selección natural, nos cuenta el autor, en cómo las especies prosperan gracias a características físicas heredadas de sus progenitores, adquiridas a través de la mezcla de los genes de ambos, que pueden ser diferentes, o por medio de las mutaciones aleatorias que de vez en cuando se producen en el ADN, la sustancia que contiene las “instrucciones” para desarrollar un cuerpo. Bien puede ser, la mejor idea de la naturaleza.

Dichas características pueden dar al portador una ventaja sobre los demás seres en su entorno y ayudarle a reproducirse para heredarlas a su vez a sus vástagos, asegurando la supervivencia de la especie, al menos por un tiempo, y es que el entorno puede cambiar, como no deja de hacerlo en nuestro planeta. No sólo es la mejor idea, es un hecho.

La idea rondaba la mente del joven científico mucho antes de que abandonara sus estudios de medicina en la Universidad de Edimburgo. Su curiosidad y amor por la naturaleza, le había llevado a cursos sobre taxidermia y clasificación natural, Darwin_aged_31participando en expediciones a las playas de Escocia y particularmente en la recolección de especímenes de marinos invertebrados para el Museo de la Universidad.

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Su padre, al ver que no prosperaba, lo envió a Cambridge para intentar convertirlo en pastor anglicano, pero nuevamente el rebelde y un poco disperso hijo prefirió buscarse la vida. Tenía una mejor idea, intelectualmente hablando, matricularse en cursos de historia natural y teología natural.

El graduado

Finalmente a los 22 años, en 1831, Darwin obtuvo una licenciatura en humanidades. Justo después de la graduación, nuestro amigo planeó un viaje a Tenerife para estudiar historia natural en los trópicos, pero poco antes de que partiera en dicho viaje, una inocente carta cambiaría el rumbo de los acontecimientos, y probablemente el de la historia de la ciencia. En ella, su antiguo profesor de botánica le sugería que se uniera a una expedición de dos años para cartografiar las costas de Sudamérica acompañando a Robert Fitzroy, Capitán del HMS Beagle. El viaje sería a mejor idea.

Aparte de la confección029543_beetle_box de los mapas, su labor sería la de investigar formaciones geológicas y coleccionar más especímenes para diferentes museos y universidades. Sería imposible listar todo el trabajo del naturalista durante los cinco años que duró la expedición, abundante en textos, dibujos, muestras, mapas y docenas de ejemplares de diversas especies.

Muchos de ellos fueron enviados periódicamente a Cambridge para su posterior estudio y análisis, y no quiero dejar de lado su famosa visita a las Islas Galápagos, donde surgieron algunas de las cuestiones que más tarde darían forma a la teoría de la evolución, pero prefiero publicar la historia del viaje por separado.

Relacionado: Cinco puntos básico de la evolución (vídeo). 

La mejor idea que nadie haya tenido

Hasta el momento de la vuelta del viaje del Beagle, a ninguno se le había ocurrido pensar que las diferencias entre los ejemplares de alguna especie se debiese a una adaptación al entorno, a Darwin tampoco, pero el análisis concienzudo de dichas diferencias unido a largas horas de reflexión, le convencieron de que cada especie portaba ciertas características que resultaban adecuadas para cada uno de los entornos en donde vivían. Un buen ejemplo lo la mejor ideamostraban los pinzones, que tenían picos diferentes dependiendo del tipo de alimentación disponible en cada isla.

Por ejemplo, si el alimento más común en una isla eran las semillas, los pinzones con picos pequeños y fuertes tendrían más facilidad de cogerlas y romperlas, lo que les permitiría vivir más tiempo y reproducirse más que las aves con picos largos y puntiagudos.

Con el tiempo, los ejemplares que portaban la “ventaja” dominarían el entorno y los demás desaparecerían. Por otro lado, en una isla vecina, el alimento predominante podrían ser los insectos que se esconden entre las flores, para lo cual hacía falta un pico más largo y estilizado que permitiera a su dueño “hurgar” la flor hasta llevarse el bocado. Pasadas las generaciones, en esta isla en particular los ejemplares con pico largo sobrevivirían, mientras que los demás desaparecerían.

Evolución de la mejor idea

Darwin llamó a este proceso “selección natural”, en contraste con la selección artificial que los granjeros del mundo llevaban siglos utilizando al cruzar los mejores ejemplares de vacas, cerdos, caballos y cabras, entre otros, para obtener más leche, tocino, lana o más fuerza en el transporte. Si los humanos somos capaces de seleccionar las especies, -¿por qué no puede hacerlo la naturaleza? – se preguntó el científico.

La evolución, concluyó, es la acumulación de todas estas ventajas a través del tiempo, heredadas de generación en generación hasta que los portadores de dichas ventajas terminan siendo tan diferentes de sus ancestros que forman una nueva especie.

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El desarrollo embrionario de varias especies. (Haz click para ver mejor).

Como mencioné anteriormente, Darwin tardó casi veinte años en publicar “El Origen de las Especies”, en parte porque quería asegurarse de que sus argumentos eran correctos y porque quería que estuviesen bien explicados para que no quedaran dudas, pero también es posible que, siendo un hombre profundamente religioso, Darwin temía la reacción de algunos estamentos de la sociedad ante sus teorías.

Sabía muy bien que, a pesar de que apenas hacía una velada mención de la evolución humana en el último capítulo, el tema se llevaría la mayor atención y sería el foco del debate, y razón no le faltó. Al final, en junio de 1858, Darwin recibió una carta de su colega Alfred Russell Wallace con el resumen de su propia teoría, no muy diferente a la de Darwin, quien no quiso perder su lugar en la historia y decidió publicar el libro.

El Origen de las Especies

“El Origen de las Especies” ha sido y es el fundamento e hilo unificador de todas las ciencias naturales en el último siglo. La teoría explica la diversidad de los seres vivos y cómo se adaptan al Charles_Darwin_photograph_by_Julia_Margaret_Cameron,_1968medioambiente, pero además da sentido al registro geológico y a los fósiles encontrados en los diferentes estratos del suelo, a las similitudes embrionarias (el hecho de que prácticamente todos los embriones de seres vivos siguen un mismo patrón de desarrollo), a la filogenética y a muchos otros campos de la ciencia. La teoría evolucionaria moderna continua creciendo, pero las bases son las mismas expuestas por Darwin en su maravilloso libro.

En los próximos días me propongo publicar algún artículo más sobre el tema, especialmente porque espero un intenso debate, pero hoy, me basta con hacer un homenaje al que considero, “El libro más importante de la historia”.

 

14 thoughts on “La mejor idea que nadie haya tenido nunca, o de cómo este libro es el más importante de la historia.

  1. Por supuesto el libro no lo he leído, tengo una buena cultura (eso creo). pero con el libro que indicas, seguramente me quedaría sin entender el 90% de él. Y de su autor, he leído bastante, un gran hombre, que como la mayoría que deseaban mostrar avances de la naturaleza, y ciencia nadie le apoyaba, muy al contrario la gente se mofaba de él y sus hijos tuvieron que pasar por burlas. Creo que en su tiempo le hubieran dado el Premio Nobel. Me deleita leerte. Un calurosa abrazo.

    • Te lo recomiendo querida Rosa, no es tan difícil, y menos para alguien tan formada como tú. Y tienes mucha razón en que le hubiesen dado el Premio Nobel, pocos han hecho tanto por la ciencia como Darwin…
      Muchas gracias y un besín.

  2. Desde luego una de las obras cumbre para entender el mundo, a mí lo que me da dolor de corazón es que alguien se curre un libro tan lleno de explicaciones y datos y aun haya gente que prefiera creer en cuentos de creacionismo sin que nada de nada salvo la palabra de un par de personas, ojo, solo la palabra, sin que se apoye en nada más, le de visos de realidad.

    • Es verdad Dessjuest, es muy triste que teniendo a la mano la evidencia, haya gente que siga negando la evolución. Pero siempre ha sido así, y creo que seguirá siéndolo. Mucha gente prefiere cerrarse en banda que conocer la verdad.
      Muchas gracias por tu comentario y un abrazo.

  3. Hola Jesús,
    no he leído «El Origen de las Especies» pero conozco bien su genial teoría. Darwin es el prototipo de lo que debe ser un verdadero científico. Elaborando una idea, estudiándola, comparándola con objetividad, minuciosidad, honestidad y paciencia (recordemos que es la madre de todas las ciencias) y… después de todo esto, tarda tantos años en publicar su libro buscando el momento adecuado, con todas las pruebas sobre la mesa para que el resto de la comunidad científica no pueda rebatirla antes. Es un ejemplo de lo que debe ser la investigación actual y futura.
    En cuanto al título del artículo que tan magníficamente nos has presentado hoy (y sabiendo que lo haces para crear no tanto polémica sino debate), seguro que habrán opiniones para todos los gustos. Cuando uno juzga algo como lo «más de todo el mundo» se mezclan tantos factores y preferencias como personas hay en el mundo. No sé, quizás sí o tal vez no, pero sin duda alguna es uno de los más importantes de la historia.
    Un abrazo

    • Jeje, me has pillado…;) ya sabes, soy provocador por naturaleza, aunque no se si tendrá que ver con alguna mutación…Si, busco el debate, quiero que la gente hable de Darwin, lo estudie, lo analice, y tome sus propias conclusiones. Es verdad también que el título es subjetivo, pero es que creo que la influencia del «Origen de las Especies» ha tenido, o sólo en la ciencia, sino en todo el pensamiento humano, le merece el apelativo de «más grande». En todo caso, mis respetos para Darwin y su enorme trabajo, que como bien dices, es un monumento al esfuerzo de un científico concienzudo.
      Muchas gracias por tu comentario Francisco, un cordial saludo.

      • Encuentro que es un debate de lo más interesante y si me lo permites lo abriré con el genial Isaac Newton y su Principia, donde describe la ley de la gravitación universal, estableciendo las leyes de la medicina clásica y aportando importantes hallazgos sobre la luz. ¿Quizás sea el mejor? Aquí lo dejo para iniciar el debate y que otros opinen.

        • Hola otra vez Francisco,no he leído el libro de Newton, pero comprendo el alcance de su influencia. Fue la referencia en física durante 200 años, al menos hasta que Einstein demostró que tenía algunos errores. Eso sí, Einstein no hubiese llegado a donde llegó sin la ayuda de Newton. Pero sigo pensando que la revolución iniciada por Darwin ha sido mayor, y en un campo más amplio, todas las ciencias de la vida para ser exactos. Por cierto, «El Origen de las Especies» se sigue vendiendo bien, la verdad no se si es que se pueda encontrar una edición reciente de los «Principia», pero lo voy a buscar y te digo.
          Gracias por tu valiosa aportación.
          Un saludo.

    • Creo, y con todo el respeto del mundo, que el libro EL ORIGEN DE LAS ESPECIES sí es, si no el más importante, el segundo más importante libro escrito en toda la historia por la simple razón que se contrapone de hecho al Best Seller más grande de la historia: La Biblia. Estos dos libros proponer teorías diametralmente opuestas en su concepción de cómo sucedieron las cosas para que se diera vida en este planeta.

      ¿No creen?

      • Hola Paco,

        la diferencia entre los dos libros que mencionas, es que uno es la narración de sucesos que probablemente ocurrieron en el pasado, según la versión de sus autores, mientras que el otro, es un ensayo científico cuyas hipótesis han sido comprobadas por la observación y la experimentación. Como siempre decimos, hay cosas que no se pueden comparar, y este, en mi opinión, es uno de esos casos.
        Muchas gracias por comentar y un abrazo.

  4. Quiero agregar algo. Darwin, estuvo meses en Uruguay, recorriendo varios departamentos.
    En los liceos se estudia con orgullo su estadía, y se agrega todo lo dicho por él, porque vió a los gauchos y a los indios, montados a caballo y algunos desnudos.
    Habla de un lugar desde donde se divisa el río desde una barranca, que hoy es una zona privilegiada de Montevideo.
    Un abrazo desde Montevideo.
    Hasta pronto.

    • Hola Stella,
      totalmente cierto. Darwin pasó más tiempo en Sudamérica que en Galápagos, e hizo numerosas excursiones e investigaciones, sobre todo geológicas, y si no mal recuerdo encontró algunos fósiles en esa zona. En los próximos días escribiré una reseña sobre el viaje, y por supuesto, Montevideo estará ahí…
      Muchas gracias por comentar y otro abrazo hasta Uruguay.

  5. Un buen artículo, como todos los tuyos, pero para una más justa comprensión del hecho creativo de Darwin tendrías que haber reseñado que Alfred Wallace tuvo la misma idea (Wallace, el gran olvidado), que la publicó un poco antes que Darwin, y que dicha idea no apareció de la noche a la mañana, sino que ya estaba en ciernes el ambiente científico de la época. El mismo abuelo de Darwin había puesto ya su embrión.
    Un saludo

    • Hola F.J., mi breve mención a Wallace se debe principalmente a la falta de espacio, además de que, en realidad, Darwin tenía el borrador del libro mucho antes de que a Wallace se le ocurriera la idea, y que sólo se decidió a publicarla cuando este le comunicó que iba a hacer lo propio. Al final llegaron al acuerdo de presentar sus libros conjuntamente, pero fue Darwin quién se llevó todo el crédito, como bien dices. Espero en el futuro hacerle una merecida reseña a Wallace.
      Gracias por comentar y un saludo.

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