La primera vida artificial.
Una mañana del frio otoño de 1952, un joven de 23 años cruzaba apresuradamente las calles de la ciudad de Chicago, a esas horas casi desierta. Los únicos testigos eran un repartidor de leche, vestido de punta en blanco con todo y gorra, un borracho mal abrigado recargado en una farola y los chorros de vapor producidos por la calefacción de los edificios colindantes.
Espigado y no muy robusto, el estudiante en cuestión se frotaba sus enguantadas manos cuando llegó a la parada del autobús 12 que lo llevaría a su centro de estudios, la Universidad de Chicago. Stanley Miller había recibido su título de ingeniero en su natal Oakland pero prefirió la Ciudad de los Vientos para sus estudios de doctorado.
La razón de su impaciencia no era más que la curiosidad. Hacía dos días había iniciado un experimento que podría cambiar el estudio de la exobiología, la ciencia que estudia los orígenes de la vida, y estaba ansioso por ver los resultados.
Las posibilidades
Tres teorías se encuentran entre las más populares para explicar el origen de la vida en la Tierra:
1) que un Dios todopoderoso creo el universo en una semana, el mundo, los animales y plantas que lo habitan y, en el sexto día, el hombre;
2) que la vida vino del espacio exterior transportada por un meteorito, teoría conocida como Panspermia;
3) que la vida se originó en el mar a través de la transformación y mezcla de distintos elementos. La primera ha sido ya descartada hasta por los líderes de la iglesia cristiana. Las dos últimas siguen causando quebraderos de cabeza.
El joven Stanley creía en la tercera. Un profesor suyo, el Dr. Urey, había mencionado en una conferencia que era posible que, en la atmósfera de aquel entonces, algún tipo de radiación hubiese creado la primera forma de vida. Miller propuso a Urey llevar a cabo un experimento para ver si esto era posible. Era como si quisiera crear vida artificial.
Este al principio rechazó la idea pero, a insistencia de aquel, aceptó. En menos de dos semanas ya tenían preparado el contenedor de cristal que simularía las condiciones del joven planeta.
Este singular aparato, reproducía (con perdón de la Madre Naturaleza) lo que podría haber sido la atmósfera en ese momento: Primero, se le inyectó una mezcla de gases que entonces se creía formaban la atmósfera, metano, amoniaco e hidrógeno; a continuación, se añadió agua a altas temperaturas para que el vapor se añadiera a la mezcla; posteriormente una descarga en forma de chispa simuló un rayo o cualquier tipo de radiación llegada del espacio.
Aminoácidos
Al final del primer día, Stanley observó que se había formado una pequeña capa de hidrocarburos en la superficie del agua. ¡Eso es! Hidrógeno y Carbono, elementos que representaban a aquellos que formaron los primeros compuestos orgánicos. Pero no era suficiente para el joven científico y decidió dejarlo una semana más.
El 17 de noviembre de 1952, Stanley llegó a su laboratorio y observó lo que había sucedido: en el fondo del matraz, había algo, algo sospechoso. La mancha púrpura reposaba como restos de vino seco en una copa esperando el remojo.
Rápidamente la analizó y encontró lo que buscaba: aminoácidos. Que palabro tan extraño, diréis, y lo es, pero sin ellos no estaríamos aquí, ni nosotros ni nada que esté vivo, pues los aminoácidos son uno de los compuestos básicos de la vida. Y ya que estamos, ¿cómo sabemos que algo está vivo? ¿Era eso vida artificial ?
¿ Vida artificial ?
Bueno, pues eso depende de quién lo diga aunque me imagino que querréis saber lo que los expertos humanos piensan. Hay tres requisitos básicos que aprendemos en nuestras escuelas: los seres vivos nacen, se reproducen y mueren. Biólogos humanos añaden que deben estar formados por células, que obtengan y utilicen la energía del medio que los rodea y que se adapten al mismo.
Los animales que hay en vuestras granjas, zoos y los que viven en estado salvaje; todo tipo de plantas, desde los grandes abetos de verde perenne y el más humilde de los helechos; hongos, musgos, hasta las malvadas bacterias que a veces nos causan enfermedades (aunque estas últimas no sean siempre dañinas), todos, entran en la categoría de seres vivos.
Otros experimentos
Stanley Miller no fue el único científico que consiguió crear moléculas compatibles con la vida. El español Juan Oró, consiguió en 1961 sintetizar la adenina, que es otra de las moléculas más importante para el desarrollo de la vida y que forma parte de nuestro ADN.
También encontró los azúcares ribosa y desoxirribosa, componentes de los ácidos nucleídos. Sus ideas no eran del todo originales, ya que habían sido expuestas originalmente por el ruso Alexander I. Oparín en 1924, pero este no pudo comprobarlas y tuvo que esperar varias décadas para ver su teoría confirmada.
Estos experimentos no crearon una nueva forma de vida artificial, pero si demostraron que la vida era posible si alguna fuerza exterior espontánea producía cambios en las moléculas ya existentes.
Muchas teorías sobre la vida artificial
La lista de teorías es larga y llena de aburridos e impronunciables tecnicismos que quiero evitar. Como ejemplo que no pienso repetir, reproduzco aquí lo que ese interesante invento humano llamado Wikipedia dice sobre la teoría de Origen Múltiple (premio al que se lo aprenda primero):
«Los primeros organismos auto-replicantes fueron arcillas ricas en hierro que fijaban dióxido de carbono en el ácido oxálico y otros ácidos dicarboxílicos.
El sistema de replicación de las arcillas y su fenotipo metabólico evolucionó entonces hacia la región rica en sulfuro del manantial hidrotermal, adquiriendo la capacidad de fijar nitrógeno. Finalmente se incorporó el fosfato en el sistema en evolución que permitía la síntesis de nucleótidos y fosfolípidos.
Si la biosíntesis recapitula la biopoyesis, entonces la síntesis de los aminoácidos precedió a la síntesis de bases púricas y pirimidínicas. Más allá de esto la polimerización de los tioésteres de aminoácido en polipéptidos precedió la polimerización dirigida de
ésteres de aminoácidos por polinucleótidos.»
L.U.C.A.
Os lo dije, un rollo apto para empollones. El caso es que los humanos aún estáis divididos en la cuestión del origen de la vida. Personalmente creo en la génesis múltiple, esto es, que las primeras formas de vida se desarrollaron en diferentes sitios y en diferentes condiciones.
Esto no quiere decir que no crea en LUCA (Last Universal Common Ancestor) el Último Ancestro Universal Conocido, todo lo contrario, ya que, a pesar de que la vida se originó simultáneamente de diferentes maneras, solo uno de estos tipos de vida sobrevivió, y billones de años después, nosotros somos sus descendientes.
Ya a principios del siglo XXI, existen varios proyectos para crear vida artificial siguiendo el concepto de Urey-Miller para crear compuestos orgánicos en un laboratorio. ¿Lo conseguirán? Posiblemente; ¿podrán luego desarrollar un organismo complejo? eso ya es más complicado, pero, como dice el slogan de una famosa marca deportiva, “Impossible is Nothing”.
Reblogueó esto en Ramrock's Blog.
Reblogueó esto en bibliotecadealejandriaargentina.
Por supuesto que yo no recibiré el premio de los que dices Wkpedia ni todo lo que has escrito sobre de Stanley & Cia., por supuesto es muy interesante, todo, y aunque lo entiendo un poquito, no dejo de asombrarme de todas estas maravillas. Mi idea (muy elemental, pobreta de mi), es que tanto personas, animales, flora etc. venimos del agua, por ejemplo, por en un vaso o tarro con sólo tierra y no pasa nada, en otro tarro lo llenas de agua y al cabo de X tiempo ese agua se vuelve verdosa, sucia y crea motas «algo» que puede crear alguna clase de vida. Uff, mi coco está cansado de pensar (broma), pues me gusta aprender. Un besito de alguien muy vivo.
Jaja, no creas que yo entiendo mucho de la parte técnica, eso se lo dejo a los científicos, Mi humilde aportación se limita a dar a conocer lo que ellos hacen por el avance del conocimiento.
Pienso igual que tú en que la vida está presente en todas partes y es capaz de extenderse por si sola. Me acuerdo de una cita de la película «Jurassic Park» que decía: «la vida siempre encuentra el camino»…hasta ahora lo ha hecho, y creo que seguirá haciéndolo mientras en este planeta existan las condiciones.
Disfrutemos entonces de lo que el mundo pone a nuestro alcance, y disfrutemos juntos de esta semana…yo ya disfruto con tus comentarios…
Muchas gracias por visitarme, espero seguir dándote razones.
Un besín.,
¿¿¿¿¿.????? que pasó con mi comentarios de ayer?????
Oooops, perdona Rosa, he estado trabajando en una traducción y no he tenido tiempo de responder…:(
Entiendo a Rosa pero no comparto su comparación con el «vaso de agua que se vuelve verdosa» con el experimento de Stanley Miller, que fue algo mas complejo y desde luego solo permitía la presencia de moléculas simples ya existentes en la Tierra hace unos 3000 MM de años, sin ninguna clase de vida y en condiciones perfectamente aisladas del exterior.
Es que así explicado parece justificar la generación espontánea de vida en un vaso de agua, hipótesis que ya fue refutada en 1769 por Spallanzani y confirmada mas tarde por Pasteur, eso fue hace un porrón de años!
Creo que se trata de algo bastante mas complejo. No siento cátedra en nada, admito que mi ignorancia es monumental, lo que entiendo es que se trató de la aparición de componentes orgánicos imprescindibles para la vida, y así y no de otro modo pudo empezar la vida, aunque no sepamos aún todos sus mecanismos. Con la falta que hace investigar y centenares de investigadores españoles no encuentran trabajo debido a los recortes…
Saludos