Ayer veíamos en otro artículo cómo una granada detuvo a un destacamento de tanques alemanes que había podido entorpecer e incluso detener el desembarco aliado en las playas de Normandía, uno de los varios hechos circunstanciales que podían haber cambiado la historia. Tal y como lo prometí ayer, hoy os ofrezco una breve reseña de esos detalles poco conocidos por el público en general del día de la batalla que, igualmente, pudo haber tenido un efecto decisivo en el devenir de la guerra.
Mucho se ha comentado en libros, documentales y películas de la supuesta capacidad o talento del Führer como estratega militar, algo con lo que no puedo estar más en desacuerdo. Es verdad que Hitler demostró grandes facultades oratorias, de liderazgo, y de oportunismo político, pero en el campo de batalla, ha quedado más que demostrado que su intervención directa en muchas decisiones militares fue desastrosa. No hay más que ver cómo su fanática visión le empujó a negar cualquier petición de sus generales para llevar a cabo retiradas tácticas para reagrupar las tropas durante la Operación Barbarrosa, la invasión de la Unión Soviética. Tanto se creía Hitler ser un “iluminado”, que el 19 de diciembre de 1941, cuando sus debilitados y más pertrechados ejércitos no pudieron conquistar Moscú, despidió a varios de sus generales y el mismo asumió el mando de las fuerzas armadas en el campo de batalla. El resultado no se hizo esperar. Uno de los grandes errores de Hitler, por ejemplo, fue ordenar el sitio de Leningrado (hoy San Petersburgo) en lugar de su captura, para lo que tuvo que mantener varias divisiones ociosas prácticamente hasta el final de la guerra. En 1942, el orgulloso canciller fijó sus ojos en Stalingrado (hoy Volgogrado), la ciudad sobre el Volga que llevaba el nombre del dictador de la Unión Soviética, y desvió valiosos batallones de panzer del ataque a Moscú para apoyar su cruzada personal contra Stalin. Pero probablemente la peor de sus decisiones llegó a mediados de 1943 cuando, en contra de la opinión de sus mejores generales, decidió atacar al enemigo en la Batalla de Kursk, ignorando que los rusos sabían por donde vendría el ataque y la inmensa red defensiva que habían construido. Sobra decir que la operación fue un desastre y fulminó para siempre la posibilidad de ganar la guerra. Se dice que si en Stalingrado Hitler perdió la oportunidad de vencer a los rusos, en Kursk aseguró la derrota de Alemania. Ahora bien, el cabo austriaco no se dio por aludido y por supuesto echó la culpa a sus subordinados, muchos de ellos hábiles comandantes que fueron relegados de sus puestos.
Para junio de 1944, Hitler había puesto los ejércitos en Francia bajo su mando personal al no confiar en ninguno de sus generales. Cuando los primeros desembarcos aliados tuvieron lugar en la madrugada del 6 de junio, las unidades de combate en la zona no pudieron responder al ataque pues necesitaban las órdenes directas de su comandante en jefe, pero el Führer estaba dormido y, temerosos de sus berrinches y arrebatos emocionales, sus asesores no se atrevieron a despertarlo. Cuando por fin despertó, fue informado de la situación y dio la orden de contraataque, pero para entonces los aliados ya habían controlado las playas y avanzado sobre varias de las poblaciones cercanas. Así, una de las pocas opciones que tuvieron loa alemanes para frenar la Operación Overlord, se fue al traste por culpa de los hábitos somníferos del líder nazi.
Gracias Morfeo.
Hay mucha gente.qué sólo es brillante de palabra y en sus actos son auténticos desastres pero su vanidad y su ego, les pierde. En el caso de Hitler, si se hubiera caído de su ego, se habría matado, fijo…
Por cierto, muy bueno este.artículo 🙂
Hola Anita, este tío era un verdadero ególatra, y así le fue. Lo malo es que arrastró a toda Europa en su desgraciada vida…
Muchas gracias por tus comentarios, me dan mucha vida…Un besín.
Míralo por el otro lado: aunque fue a costa de una salvajada de vidas y recursos, hizo avanzar la ciencia a lo bestia (de manera indirecta) al obligar a todo el mundo a emplearse a fondo para derrotarlo. Preferiría que hubiera maneras mejores de aumentar el gasto en I+D+i, pero parece que las guerras se llevan la palma a la hora de hacer que los gobiernos y las empresas se dediquen a investigar.
Hola Búfalo,
Todas las guerras han servido para acelerar el proceso de desarrollo de la tecnología. Desde que un cavernícola buscó una mejor piedra que lanzar a sus rivales hasta la actualidad, en la que muchos de los grandes avances de la civilización nacieron de la necesidad de superar al enemigo, incluida internet. Lo cual no quiere decir que las guerras son buenas, es simplemente una realidad.
Muchas gracias por comentar y un cordial saludo.
Buen artículo pero no sé qué fuentes consultas. No soy un experto en la II GM pero casi todo lo que he leído confirma el escaso talento de Hitler (por decirlo suavemente) a la hora de dirigir las batallas desde su ‘centro de control’ . Ni habilidad táctica ni estratégica.
Hola José, utilizo una gran variedad de fuentes que he conocido desde hace muchos años, principalmente los libros de William Shirer y de Anthony Beevor, pero también he tenido la suerte de vivir en Alemania y de consultar archivos de la SGM y he conocido a veteranos, parientes de amigos míos e incluso el padre de un a novia que peleó en el frente ruso.
Como bien dices, Hitler no era ninguna lumbrera, pero se ha creado un mito alrededor de su figura que es muy difícil de deshacer.
Muchas gracias por tu comentario, un saludo afectuoso.
Hola Jesús,
sorprendente historia y como dices al principio desconocida por muchos, entre los que me incluyo. La figura de Hitler esconde muchas interesantes pequeñas historias no tan difundidas como algunos episodios de su vida y si me permites, dejaré tres que encontré y me parecen dignas de mención:
-Fue portada de la revista Time en 1938. ¡Que ironía!
-Durante la Primera Guerra Mundial, un soldado británico mostró misericordia con un soldado de infantería alemán herido… ese soldado herido era Adolf Hitler.¡Cómo hubiera cambiado la Historia y la vida de tanta gente si no la hubiera mostrado!
-Destruyó su certificado de estudios y lo utilizó como papel higiénico. ¡Seguro que no eran muy buenas!
Un abrazo
Hola Francisco, muy acertados los puntos que mencionas. En qué berenjenal se metió Time cuando eligió su Hitler como «Hombre del Año», aunque ellos siempre han defendido que la elección se basó en el impacto que había tenido en el mundo aquel año, y probablemente no se equivocaban. Eso si, la experiencia evitó que en 1992 le hicieran el honor a Bin Laden…
Mucho habría cambiado si aquel soldado, Henry Tandey, no hubiese sido un caballero y le hubiese disparado a Hitler…pero no lo hizo y la historia es la que contamos.
No sabía lo del certificado de estudios, en los que nunca destacó y, por si las flais, buscaré el mio, nunca se sabe cuándo puede hacer falta…;)
Muchas gracias por cimentar, un saludo afectuoso.
Por cierto, hay una famosa pintura que supuestamente retrata el momento…Hitler tenía una copia en su oficina: http://rememberwhen.gazettelive.co.uk/2010/08/how-a-green-howard-nearly-shot.html
Hola Jesús,
no la había visto y la verdad es que da mucho que pensar. Gracias por el enlace. 😉
Gracias a tí Francisco, feliz domingo!
Más allá de la oratoria supongo que alguna virtud tendría Hitler para auparse al gobierno de un país tan importante como Alemania, evidentemente la táctica y la estrategia militar bien parece que no.
Yo de hecho creo que Alemania fue un enemigo feroz y muy eficiente en combate, pero porque muchos de sus generales sí que eran muy muy buenos.
El asunto de Hitler durmiendo en el desembarco de Normandía creo que salía reflejado en «El Día más Largo» ¿no?
Abrazos.
Hola Des, perdona que ayer ya no continué pero tenía a un hermano de visita…pero volviendo a aquel tema, he decidido tratarlo en la entrada de mañana…
Respecto a las habilidades de Hitler, creo que no era un completo idiota, en algunas cosas si tuvo razón, pero su ego y su megalomanía le perdieron…
Hace mucho que no veo «El Día Más Largo», la tengo en algún sitio y le daré una repasada hoy, mañana te cuento…
Muchas gracias nuevamente por tu participación.
Un cordial saludo.
A mí me interesa mucho el tema Hitler, ruego que des tu opinión al respecto, que seguro que es interesante, ¿llegó al poder sólo por su oratoria? Es que a mí se me hace difícil de entender que alguien como Hitler causara tanto miedo y respeto entre los suyos, y sobre todo el hecho mismo de su ascenso al poder.
Saludos y gracias.
Son varias las razones por las que, en mi opinión, Hitler llegó al poder:
1) su oratoria, agresiva, demagógica, mordaz, y muy populista, pues siempre hablaba de cómo él podría dar empleo a los alemanes y cómo devolvería la gloria a su pueblo.
2) La situación económica de Alemania en los años 3). Siempre es más fácil embaucar a un ciudadano hambriento, desesperado, dispuesto a cualquier idea nueva que pueda sacarle del agujero.
4) La inestabilidad de la República de Weimar que, contrario a lo que se cree, no era una democracia, sino una partitocracia, en la que los partidos políticos decidían los gobierno, y no los ciudadanos. Los nazis habían subido mucho en las elecciones del 37 y 38, pero en diciembre de este último año bajaron. Sin embargo, las presiones políticas de algunos interesados que creían podrían dominar y manipular a Hitler le dieron la cancillería.
5) La violencia de las SA, las tropas de asalto del partido nazi que gustaban de romper cualquier concentración de los partidos rivales, especialmente los socialistas y comunistas.
y 6) como bien dices, el miedo, miedo a la violencia, miedo al hambre, miedo al futuro.
En fin, como suele suceder en este tipo de acontecimientos, no existe una causa única, sino una serie de coincidencias y factores agregados que provocaron lo que a nosotros nos puede parecer impensable.
Qué crees tú? voy bien o me regreso? 😉
Estoy de acuerdo en todo, pero mi gran duda es por qué precisamente Hitler, es decir, a su alrededor hubo mucha gente que se veía más capacitada, menos zumbada (para mí Hitler estaba como una regadera) y sin embargo fue el bigotes quien se hizo con el mando, eso es lo que me trae de cabeza, es evidente que el nazismo tenía un caldo de cultivo la mar de adecuado, pero… ¿Hitler? ¿Por qué Hitler y no Goebbles? ¿O cualquiera de los otros jerifantes nazis?
Abrazos 🙂
Creo que eso se puede explicar por la personalidad más bien tímida y callada de Hitler, lo cual hizo pensar a varios otros líderes, como Streicher, que podrían manipularlo. Cuando se dieron cuenta, ya era demasiado tarde. Además, Hitler seguía a pie juntillas el axioma de «divide y vencerás», y se aseguraba de que los demás aspirantes se pelearan entre ellos, para luego salir él como la mejor solución. En todo caso, ninguno de los líderes originales del partido nazi era muy listo, eran más bien gente matones de barrio, con las únicas probables excepciones de Rosenberg, a quien nunca le interesó demasiado el poder, y como bien dices, Goebbels, pero este llegó cuando el liderazgo de Hitler ya era sólido. Aún así, hubo varias «rebeliones», pero el cabo austriaco salio triunfante…
Ok, esto ya me convence más, gracias por el interés 🙂
Gracias a tí colega, un placer charlar contigo…un abrazo.
Muy de acuerdo contigo de que el cerdo de Hitler era un ególatra y que tenía una oratoria de un superdotado, cosa que no era pues quedó mas que demostrado en su derrota.Estoy de acuerdo con todos los puntos que das a Dessjuest.
Quizás alguien no sabe el motivo porqué odiaba tanto a los judios, ÉL mismo tenía sangre judia, su abuela trabajaba de criada en casa de un judio, por supuesto, muy rico, la violó y ésta tuvo un hijo… que fué el padre de HItler, de ahí le vino el odio motal a los judios.
Espero más información, Beso de pacifista,
Hola Rosa, esta vez no he tardado tanto…:(
Concurro en tu opinión de Hitler, y se me ocurren algunos improperios más pero me abstengo de publicarlos por pudor. En pocas palabras, Hitler era un desequilibrado mental, y no puedo más que alegrarme de que sus perversos sueños se hayan ido al garete, con él por delante, aunque me apena que se haya llevado también a 50 millones de humanos.
El Desembarco de Normandía fue el principio del fin, y hoy mismo, terminaré esta trilogía de artículos sobre aquellas fatídicas jornadas, espero disfrutes con el desenlace.
Un beso, también pacifista.
Muy buen post. Luego de leer Mi Lucha (Mine Kampf), me quedó claro que Hitler no fue dueño de un coeficiente intelectual por encima de la del promedio. Es más, la falta de claridad en muchos de sus ideas (extremadamente intrincadas) me dejó pensando cómo una persona con semejante deficiencias intelectuales podría haber controlado y dominado la mente de tantas. No se destacó como estudiante cuando completó la secundaria ni tampoco cuando intentó incursionar en el campo del arte.
A mi criterio pudo hacer lo que hizo porque en Alemania había una gran cantidad de personas que habían quedado tocadas en sus fueros íntimos luego de lo ocurrido en la primera guerra mundial. El concepto de la supremacía aria era algo que flotaba en el ambiente a mediados de 1930. El único mérito que tuvo Hitler (en mi humilde opinión) fue que supo verbalizar ciertos conceptos arraigados en los alemanes de la época ayudado por su gran capacidad como orador. Su falta de inteligencia le impidió ser un gran estratega militar. A pesar de eso, hay que reconocer que fue una persona valiente ya que no tuvo miedo en poner su vida al frente en aras de sus ideales.
Por último, fue más inteligente que las masas, a la cual supo manejarla a su antojo. No nos olvidemos que las masas son poco inteligentes. Hace poco hemos tenido un ejemplo de alguien quien teniendo una inteligencia promedio (por ser generoso) y siguiendo su misma táctica (acerca de cómo manipular las masas) supo llevar un pueblo a la guerra y convencer a otros mandatarios de la validez de sus objetivos. El concepto de Hitler (según sus propias palabras) es que las masas son estúpidas y que si uno repite un concepto hasta el cansancio, ese concepto, aunque sea una mentira, es adoptado como verdadero.
Hola Eduardo, no puedo estar más de acuerdo con tu aportación. Hitler era un maniaco no muy inteligente, pero tuvo la suerte de estar en el lugar y en el momento apropiados para aprovecharse de la desdicha de los alemanes y embaucarlos en una cruzada trágica.
Desgraciadamente, como bien dices, el populismo sigue vivo (y creo que existirá mientras haya humanos). Somos débiles e ignorantes, y siempre habrá algún desalmado listo para sacarle partido a dicha ignorancia.
Muchas gracias nuevamente y un cordial saludo.