La tarde del 22 de enero de 1901, Inglaterra recibió una noticia que, no por esperada, dejó de causar un estremecimiento por toda la isla y sus dominios. La reina Victoria había muerto, y con ella, un reinado de más de 63 años (un récord que su tataranieta Elizabeth II podría romper en 2016), una época de expansión y estabilidad que había visto nacer uno de los imperios más grandes de todos los tiempos. Su figura matriarcal dio nombre a dicha época, en la que los ingleses eran dueños de mayor potencia del mundo, en territorio, en riquezas, en poder militar, y un centro económico y cultural desde el cual el idioma de Shakespeare se convirtió en la primera lingua franca desde la desaparición del imperio romano. Pero la herencia de Victoria no se quedó en lo material. Parte de esa herencia era la endogamia.
Madre de una extensa prole compuesta por cinco chicas y cuatro varones, entre ellos el príncipe de Gales, Eduardo, que reinaría a su muerte como Eduardo VII, Victoria se aseguró de casar muy bien a sus hijos repartiéndolos como pudo entre el resto de casas reales europeas. Este dato tendría cierta influencia el devenir de la Primera Guerra Mundial. A saber.
Las bodas.
- La primogénita Victoria, fue entregada en matrimonio al príncipe Frederick Wilhelm de Prusia, segundo en la línea del trono alemán, en 1857, a los diecisiete años. A su vez, el primogénito de la pareja, se convertiría en 1888 en el Kaiser Wilhelm II, al mando en 1914 y considerado por muchos uno de los responsables de la masacre. El chico, muy influenciado por su madre en sus primeros años, pasaba los veranos en el castillo de Osborne en la Isla de Wight, residencia estival de la reina Voctoria, disfrutando de la vida como uno de los muchos nietos de la reina Victoria, a la que profesaba un gran cariño. La relación con su tío y su primo, futuros reyes ambos, no sería igual de fluida.
- Albert Eduardo, nacido en 1841, como mencionaba anteriormente, reinó como Eduardo VII desde 1901 hasta 1910, y es el bisabuelo de la reina Elizabeth II.
- Alice Maud Mary, nacida en abril de 1843, contrajo matrimonio con el príncipe alemán Louise de Hesse y, a pesar de que la pareja no recibió un lugar alto en ninguna línea sucesoria, consiguieron casar a su hija Alix con el Tsarevich Nicholas, quien era hijo del Zar Alejandro III y de María Feodorovna, hermana de la esposa del Rey Eduardo VII de Inglaterra y del rey Jorge I de Grecia. O sea, primos con primos, como solía suceder, y sé que todas estas relaciones pueden parecer algo confusas, por ello para entenderlo mejor sugiero le echéis un vistazo al árbol genealógico un poco más abajo. Alix, por cierto, es la portadora más famosa de la hemofilia, enfermedad que heredaría a su hijo, el Tsarevich, y fue la Zarina que introdujo al palacio al “monje” Rasputín. Fue ejecutada en 1918 con toda su familia.
- Alfred también formó familia con una rusa, la gran duquesa María Alexandrovna, hermana del Zar Alejandro III y tía del Zar Nicholas II, que recordemos, contrajo matrimonio con la sobrina de Alfred.
- El matrimonio de Helena con el duque Christian de Schleswig-Holstein no tuvo ninguna consecuencia para ninguna de las casas reales en cuestión.
- Lo mismo podemos decir de la princesa Louise, quien casó con el Duque de Argyll, un noble inglés sin conexiones familiares a la Reina Victoria, algo insólito, pero es que a la monarca se le ocurrió que hacía falta sangre nueva en la familia, además de que por ocupar un lugar tan lejano en la línea de sucesión, Louise no era fácilmente casadera con un duque o un rey.
- Arturo, el séptimo de los vástagos de Victoria, contrajo matrimonio con la princesa Luisa Margarita de Prusia, hija de un primo, por ambas partes, de quien sería su cuñada, la princesa Victoria. Tuvieron tres hijos, pero ninguno de ellos llegó a reinar en ningún sitio.
- Leopoldo, nacido en 1853, sufrió una de las enfermedades más relacionadas con la endogamia, la hemofilia, y murió soltero y sin hijos a la edad de 30 años.
- Beatriz, la menor de la prole, se enamoró y casó con el príncipe Henry de Battenberg, con el que tuvo cuatro hijos, incluido uno que murió de hemofilia y la que sería reina de España y abuela del recién abdicado Juan Carlos I, Victoria Eugenia de Battenberg.
Endogamia real.
Menudo mondongo familiar, pensaréis, y lo es, y eso que lo he resumido un poco, pues hay decenas más de ramificaciones, muchas de las cuales se vuelven a encontrar una o dos generaciones más tarde, para continuar la endogamia. Un dato, entre muchos que pueden interesar a mis lectores españoles, es que la reina Sofía es sobrina nieta del Kaiser Wilhelm II (su abuela Sofía de Prusia y este eran hermanos), quien a su vez era nieto de la reina Victoria, también abuela del abuelo de Juan Carlos I.
Pero lo que nos importa en estos días es la endogamia y la relación de toda esta familia con la Primera Guerra Mundial, que bien podríamos considerar una pelea entre primos. Al inicio de las hostilidades en 1914, Jorge V era rey de Inglaterra; su primo hermano era el Kaiser Wilhelm II de Alemania y, el primo segundo de ambos era el Zar Nicholas de Rusia. Endogamia real.
Además, una tía de todos ellos era la reina de Dinamarca, y otro primo rey de Grecia. La relación entre el rey y el Kaiser nunca fue buena. Es verdad que Wilhelm pasó mucho tiempo con sus primos en Inglaterra y que su madre, hija de la reina Victoria le inculcó una profunda anglofilia, pero lo que quería el Kaiser era no tanto construir una fuerte alianza con sus reales parientes, sino equiparar a Alemania con el imperio británico, en fuerza, riqueza e influencia, y eso no agradó a los ingleses.
De hecho, la construcción de una flota por parte de Alemania, fue una de las razones de la carrera armamentística surgida a principios de siglo y que desembocaría en la PGM. Wilhelm no supo ganarse el apoyo de sus primos, y en ello tuvo mucho que ver su comportamiento brusco y sus poco diplomáticos comentarios, siempre críticos con el rey Jorge V.
La rama rusa.
Por otra parte, el Kaiser tenía una mejor relación con su otro pariente reinante, el Zar Nikolai y en numerosas ocasiones intentó convencerlo de que abandonara su alianza con Francia e Inglaterra para unirse en lo que el monarca alemán llamaría la “Federación de los Tres emperadores”, junto con el archiduque Francisco José de Austria.
Esos intentos, tampoco le granjearon muchos amigos. Eso sí, después del asesinato en Sarajevo del heredero al trono austriaco y, cuando la guerra aparecía en el horizonte, Wilhelm y Nikolai, parientes por la endogamia, intercambiaron una serie de misivas cuyo contenido trataré en unas semanas, las famosas cartas “de Nicky a Willy”, como se llamaban cariñosamente los dos monarcas, en las que ambos intentaron encontrar una salida pacífica al conflicto.
Al final, y como bien sabemos, no lo lograron. El 1 de agosto de 1914 Alemania declaraba la guerra a Rusia y, tres días más tarde, a Inglaterra. ¿Qué hubiese dicho la reina Victoria?
Y Alfonso XIII, se puede considerar uno de los primos, porque tenia grandes lazos con el Kaiser, con el Zar y con el rey de Inglaterra, ya que su esposa era nieta de Victoria
Así es Alex, lo mismo menciono en el artículo…muchas gracias por comentar.
Un saludo.
Hola Jesús,
dado que no puedo añadir nada más a los datos que nos explicas permíteme darle mi punto de vista médico al post. La reina Victoria tenía verdadero pánico al dolor hasta tal punto que para aliviar sus frecuentes dolores de regla consumía habitualmente cannabis. Y no digamos a los dolores de parto. Para dar a luz a su hijo el príncipe Leopoldo en 1953, de manos del médico John Snow, usó el cloroformo como anestesia, convirtiéndose así en una de las primeras en usarlo y en popularizarlo a partir de entonces. Debió cogerle gusto al estado de semiinconsciencia que le provocaría pues por lo que veo tuvo nueve hijos.
Un abrazo
Hombre, no sabía lo del cannabis, lo que si sabía es que Victoria odiaba los embarazos, y puede ser que, como bien dices, los aceptaba por saber que le venía un colocón. La reina también despreciaba darle el pecho a sus hijos, le parecía algo asqueroso y degradante, por lo que nunca lo hizo, para eso estaban las «alimentadoras» profesionales. No se qué habrá dicho y hecho Albert al respecto, pero se me ocurren prácticas que no quiero mencionar aquí…:P
En todo caso, muchas gracias por tu aportación, ya puedo irme a la cama sabiendo algo nuevo…lo que pasa es que me temo que la imagen de Victoria con un porro perdurará en mi mente el resto de mis días…;)
Un abrazo.
Yo sí que NO puedo aportar nada nuevo, los dos sois unos linces, … nada más se me ocurre decir «que era una gran numeroasa familia esparcida por toda Europa» y como no querian tener tantos rivales para todas sus coronas, pues quisieron dedicarse a ir liquidando parentela para que el botín fuese mejor para repartir. Eso pasa en las mejores familias…hasta en la mia, eso que yo era única hija y la mia desapareció hace tres años. Abrazo de familia cortísima….
Aportas, Rosa, y mucho, con tus amables comentarios, con tus conocimientos adquiridos en tanto viaje. No es necesario que enumeres cifras y fechas…
Tienes razón en lo de la gran familia, y muchos de sus descendientes reinan aún, aunque ahora en lugar de invadir países asaltan a sus poblaciones por otros medios…
Tengo una curiosidad, por qué dices que tu familia desapareció hace tres años? tu sigues con nosotros, y eso es lo que importa…un besote.
Ya digo que hui hija unica, yo tambien tuve sólo una hija… que mutió hace tres años y no tengo ni hermanos, ni primos…nadie…pero sí, tengo en especial tres blogeros que me llenan muchas horas magníficas… uno de ellos es J.G.B. Besos
Oh Rosa, lo siento mucho, no sabía, perdona mi impertinencia. Pero tienes razón en que nos tienes a nosotros, y desde este humilde blog intentaré alegrarte los días, o al menos procurarte una buena lectura, pues ya sabes que este verano trataré de temas más bien serios. Por lo pronto, sal hoy un rato a la calle y disfruta del calorcito, que a mi no me gusta, pero que a la gente normal le alegra el corazón.
Un besín familiar.
Que interesante articulo,me felicito por haberlo encontrado. Gracias, es bueno aprender mas, me gusta la historia. Me gustaron tambien los comentarios y las respuestas a ellos. Definitivamente voy a seguir este blog. Saludos.
Hola Amigo/a,
Muchas gracias por leerme y por seguirme. Verás que en este blog intentamos divulgar algunos trozos menos conocidos de la historia, con el deseo de atraer a más fans a nuestra adorada ciencia. Esperemos los próximos artículos sean igualmente de tu interés.
Muchas gracias por comentar, un cordial saludo.
Hola Jesús, estos entuertos de la nobleza la tienes también en España, por suerte ahora aceptan a los plebeyos y su sangre es mas limpia, quiero decir que no existen tantas taras como tenían en épocas anteriores. Saludos.
Hola Ana,
La casa real española, como muchas otras, se ha dado cuenta del mal que la endogamia produce en sus descendientes. Creo que por ello ahora se casan con plebeyos, y no por un sentido «democrático». Conveniecnia pura y dura, como siempre… 😛
Muchas gracias por comentar. Un besín.