No tengo miedo a confesar un secreto de mi personalidad: soy muy llorón. Lloro de emoción al escuchar el Nessun Dorma de Pavarotti o el do-re-mi de Julie Andrews; lloro al ver en las noticias las tragedias que acaecen sobre los más desafortunados día a día, y lloro viendo algunas películas y hay una en especial en la que, la primera vez que la vi, tuve que cambiar la funda de la almohada de tanto líquido derramado. Los que habéis visto Cinema Paradiso no me podréis negar la emotividad de la escena final en la que el ya crecidito Salvatore, recibe de su madre el carrete con la escenas censuradas por su viejo amigo Alfredo, el proyeccionista del pueblo. Son besos pasionales, ardientes, algunos incluso inocentes, pero que al cura le parecieron lo suficientemente apetitosos como para eliminarlos de las historias. La música de Ennio Morricone hace mucho por aumentar el consumo de kleenex. Besar es delicioso, nos acelera el pulso, nos eriza el vello, nos hace soñar con fantasías realizables, pero más importante aunque más prosaico, besar comunica nuestros sentimientos. Besamos porque nos gusta.
Besamos por besar
No sabemos exactamente cuándo empezamos a besarnos, y eso que besamos mucho. Es posible que como muchas otras prácticas nuestras del presente, nos hayamos iniciado en el arte del beso incluso antes de que nuestros ancestros evolucionaran hacia la especie Homo sapiens. Las referencias más antiguas al beso se han encontrado en Mesopotamia y Egipto, pero seguramente la costumbre nos venía de antes. Ahora bien, los expertos no se han puesto de acuerdo en el origen del beso, y están divididos en tres campos claramente definidos: aquellos que creen que besar es algo aprendido, los que afirman que es un instinto biológico, y aquellos que achacan nuestro gusto por el beso al simple placer que experimentamos cuando juntamos los labios para morrearnos.
Los primeros opinan que la práctica nace cuando las madres masticaban la comida y se la pasaban a sus desdentados hijos por la boca, provocando un sentimiento reconfortante que luego se extendió al resto de los seres queridos. Como evidencia muestran el hecho de que no todos los humanos se besan, con un 10% de la población mundial que no sabe lo que se pierde. Luego están los que creen que besar es algo innato, instintivo, y apoyan su teoría en el hecho de que muchas especies animales muestran gestos de afecto similares al beso, como rozarse las narices y, en el caso de algunos primates, besos salivosos no muy diferentes a los nuestros. El tercer grupo lo conforman aquellos, los más románticos entre los filematólogos, que es como se conoce a los que estudian el arte de besar, que creen que nos besamos simplemente porque nos hace sentir bien, sin ninguna razón evolutiva, biológica o instintiva. Besamos òr besar.
Besamos por precaución
Sin embargo, según un artículo del portal LiveScience, la teoría más aceptada actualmente es que besar es un mecanismo que los humanos utilizamos para “olfatear” a la mejor pareja, pues al acercarnos, nuestros sentidos son capaces de analizar el intercambio de feromonas para ver si la combinación de los genes de los besantes dará como resultado vástagos sanos y fuertes. Las mujeres, por ejemplo, eligen sub-conscientemente a los machos que tengan sistemas de inmunidad diferentes a los propios, para así aumentar las posibilidades de engendrar prole con más posibilidades de sobrevivir a más enfermedades. Veamos por precaución, por seguridad.
Si me preguntáis, yo creo que todos estos aspectos tienen alguna influencia en nuestro gusto por besar. Es muy posible que su origen sea biológico, pero que hayamos aprendido a mejorarlo para que nos produzca placer, algo parecido a lo que sucedió con el sexo, originalmente un mecanismo reproductivo, pero que hemos convertido en un acto recreativo. Por si las flais, y en aras del conocimiento, creo que deberé profundizar en los estudios y sacarme el carnet de filematólogo. Ya pediré voluntarias cuando llegue el momento de hacer la investigación de campo.
Hay diferencias clases de beso, maternal, de cariño a nuestroa familiares o amistades….Sea cual sea su origen, y los datos que aportas son excelentes, pero a mi entender no hay comparación del beso que hay entre y mujer y el hombre, es «algo» más que fascinante y que como bien dices el cuerpo reaciona maravillosamente y …. bueno más adjetivos….
Si, el beso es necesario para demostrar nuestros sentimientos. Hace poco me regalaron un oso de peluche de unos 50 cm., duermo con él abrazada y tanto al momento de dormir o al despertar, le beso en el hociquito… es para reir, pero demuestro la necesidad que todos tenemos de ser besados y besar.
Hola Rosa,
tienes mucha razón, hay muchas clases de besos, pero es que a mí me gustan todos, y creo que tanto tú como la mayoría estaría de acuerdo. Eso sí, como bien dices, el beso romántico o sensual entre dos personas es algo especial, y mucho tiene que ver con nuestro éxito como seres dominantes en la Tierra. No me meto en más detalles pues puede haber menores leyendo estas líneas, pero ya te contaré algún día mis experiencias sobre el tema…;)
Yo no tengo osito, pero si le envío un beso a mis padres todas las noches, ellos me dieron muchos de bebé y se los agradezco.
Y no puedo despedirme sin, obviamente, un besito para tí…
El tema muy interesante Jesús, cuando hagas el trabajo de campo los resultados para una tesis, no dejes de informarnos. Saludos.
Sin duda Maribel, te mantendré informado…;) Un besín, por cierto…
Hay infinidad de besos, pero uno puede ser el que defina la elección.
Muy agradable el tema. Te cuento que me acaban de regalar un rosal que se llama Primo Bacio, es una rosa Carico E. Argento, que tiene un suave color rosado, sugerente a su nombre.
Un fuerte abrazo y hasta pronto.
De acuerdo contigo Stella, hay muchas clases de besos y, como le decía a Rosa, todos me gustan. Ojalá y los humanos nos besásemos más, pues creo que todos viviríamos mejor, no crees?
Qué bonito nombre el del rosal, no lo conocía, pero a ver si lo encunetro por aquí y consigo intercambiarlo por un buen beso…;)
Muchas gracias, feliz domingo, y como no, un besito.
Ah!!!! me olvidé de darte un besito… del estilo que más te guste.
Ya lo tengo, y te mando otro de vuelta…feliz domingo!
Hola Jesús,
abogo por la teoría de las feromonas aunque más bien debería decir: 80% biología, 10% instinto y 10% placer. Debo reconocer que nunca me había planteado esta cuestión y te felicito por sugerírnosla en tu magnífico artículo de hoy.
Un abrazo
P.D.: ¿el beso de la última foto es real o fue preparada?
Hola Francisco,
yo también me inclino por la teoría de las feromonas, pues a pesar de ser un neófito en biología, tiene mucho sentido. La verdad es que yo si me había puesto a pensar en el origen de los besos, y recuerdo una situación en particular que espero poder contarte un día en persona, pues me da no se qué hacerlo en este foro…;)
Según lo que he leído, el beso de Times Square fue preparado, aunque probablemente el fotógrafo se haya inspirado en una situación real. Lo que importa es que ese beso ha quedado inmortalizado…como muchos otros, aunque no sean tan famosos.
Muchas gracias por comentar, un abrazo.
…esa historia y con una cerveza en la mano, dala por hecho.
Abrazos
Hecho! gracias nuevamente…;)
Gracias por descubrirme una nueva ciencia, la filematología, de ahí debe venir eso de «darse el filete». Un saludo.
Jeje, muy bueno Silverman! Gracias a tí por comentar. Un saludo…
Interesante… Como siempre!
Muchas gracias amigo/a! Un saludo…
De hecho este es un campo desconocido para mí, besos muchos no es que tenga en mi curriculum, así que me ofrezco a participar en el experimento 🙂
Ya, ya, y esperas que yo me lo crea? si conozco bien tu séquito de seguidoras! pero quedas aceptado para ayudarme en el estudio. Sólo espero no te quejes si te toca bailar con la más fea…
😛 Un abrazo.
Vaya profesión 🙂 Voy a mandar a hacer unas 100 tarjetas de presentación y según la audiencia saco esa o la verdadera 😛
Gran artículo Jesús, algo había oído/leído al respecto y también me habían comentado que posterior a la bipedación y por ende el contacto sexual frente a frente habrían propiciado esa bella actividad.
He aprendido algo nuevo y has dado un tema de conversación que hará las delicias de mi círculo de amigos en el mundo real 🙂
Saludos
Hola Martín,
te aviso y si quieres haces tú la parte del estudio del otro lado del charco! y así tenemos más información…;)
Respecto al artículo, hace tiempo que me apetecía escribir sobre el tema, desde que vi algo en un documental, me alegra que te haya gustado.
Muchas gracias como siempre por comentar.
Un abrazo.