Poena Cullei: Sadismo a la Romana.

Hace ya tiempo que no me meto con los romanos y sus costumbres, algunas de las cuales son más que llamativas, por no decir estrafalarias, pero eso no quiere decir que los haya abandonado por completo. Hoy volvemos con una de esas prácticas, específicamente uno de los muchos castigos que la ley romana establecía para las penas más graves, en este caso el parricidio. La Poena Cullei.

Como su nombre en latín lo indica, “la Pena del Saco”, se aplicaba en la antigua Roma a aquellos hijos que mataban a sus padres, crimen malvado donde los haya. Y no es que a los romanos les hicieran falta condenas crueles, pues ya hemos hablado del gusto que tenían por la crucifixión, pero como veréis en este caso, la sentencia era imaginativa hasta decir basta.

Jewish-execution-1553

Me lavo las manos…

No voy a discutir en estas líneas la idoneidad o justificación del castigo, primero, porque no soy leguleyo y, segundo, porque ya sabemos que no debemos juzgar a los pueblos del pasado con los valores del presente. Además, cada caso es diferente. Lo que no importa ahora es el método, que por cierto no se lo deseo a la mayoría de mis enemigos, aunque para algunos se me ocurren castigos más sádicos, como encerrarlos a ver Gran Hermano VIP o los discursos de los políticos en el congreso… eternamente. Pero bueno, dejémonos de distracciones y al grano.

Hago referencia directamente a lo que nos cuenta Marco Tulio Cicerón sobre Poena Cullei: “Inmediatamente después de dictada la sentencia, la cara del criminal era cubierta con una piel de lobo y se le ataban sandalias de madera, para que no profanase más el aire con su aliento ni el suelo con sus pies. Luego se les encerraba en la prisión, pero sólo mientras se fabricaba un saco”. Y eso no es todo. En el Digesta seu Pandecta, un compendio de la ley romana compilado por el Emperador Justiniano en el siglo VI, leemos:

“Poena parricidii more maiorum haec instituta est, ut parricida virgis sanguineis, verberatus, deinde culleo insuatur cum cane, gallo gallinaceo, et vipera, et simia deinde in mare profundum, ut omni elementorum usu vivus carere incipiat etei coelum superstiti, terra mortuo auferatur» (Justiniano, Inst. IV. 18.6)

Descripción de la Poena Cullei

Perdonando el hecho de que mi latín es muy pobre y de que haya tirado del traductor de Google, básicamente esto es lo que dice en cristiano:

al tipo, o tipa se le metía en un saco, acompañado de un perro, un gallo, una serpiente y un mono. El saco era atado para que entre las cuatro bestias se divirtieran, y luego arrojado al mar (o a un río), “para que el criminal sea despojado de sus elementos”.

Ya puedo imaginarme el caos que se armaría dentro del saco, rasguños, mordidas, y gritos, muchos gritos. Seguramente el espectáculo atraía a las masas que, al igual que en el circo, aplaudirían durante el poco o mucho tiempo que el reo aguantase, y muy probablemente comentarían la jugada entre risas al día siguiente en los baños. Lo siento mucho por los pobres animales, ya que, literalmente, no tenían que ver en el entierro.

Poena cullei dibujo

No se vosotros, pero cualquier reclamación que tenga contra mis padres por las riñas y castigos que me hubiesen aplicado en la infancia, quedan perdonadas ipso facto.

Hasta no hace mucho

La pena del saco varió ampliamente durante las diferentes etapas de la República y el Imperio, e incluso cayó en desuso durante el tercer siglo de nuestra era, cuando era más común arrojar a los criminales al circo para el deleite de los leones, pero Constantino lo reinstituyó a principios del siglo IV. Poena Cullei fue aplicada también en la época bizantina, hasta que fue abolida en el 892, y por algunas tribus germanas en tiempos medievales, con el último caso documentado en Sajonia en la primera mitad del siglo XVIII. Aunque en ocasiones las bestias elegidas como acompañantes variaban, las bases eran las mismas, meter al delincuente en un saco con algunos animales y luego arrojarlo al río hasta que se ahogara.

Grabado turco

Ya veis, la imaginación romana a la hora de castigar estaba a la altura de sus obras de ingeniería y sus campañas militares. Y luego decimos que la civilización actual no trata bien a sus prisioneros…

 

22 thoughts on “Poena Cullei: Sadismo a la Romana.

  1. Hola Jesús,
    esta no la conocía y me parece ¡bárbara! ¡Qué sufrimiento! Y los animales, pobres. Aunque pensándolo bien… quizás deberíamos hacer algo similar en nuestros días. No sé, se me ocurre que podríamos meter en un gran saco a unos cuántos políticos del país (de partidos distintos, claro) sin otros animales que ellos mismos, claro. 😉
    Saludos

    • Hola Francisco,
      a decir verdad, y como suele suceder con los romanos, este castigo, o algo parecido, ya había sido utilizado por civilizaciones anteriores, pero nuestros amigos le dieron fama y lo expandieron por todo el Imperio. No sé qué decir sobre las víctimas humanas, en todo caso me parece un castigo algo sádico, pero lo siento más por los animalitos…
      Muchas gracias por comentar.
      Un abrazo.

  2. De que cosas más raras nos enteramos! Vaya con el Poena Cullei, que horror!

    • Jeje, y hay cosas peores querida Rosa, pero esas me las guardo para otros artículos…
      Un besín amiga!

  3. El hombre siempre ha sido muy bestia para aplicar penas y hacer sufrir a sus semejantes.

    • Hola Salvela,
      que no te quepa la menor duda. Si en algo hemos destacado los humanos, es en diseñar maneras de hacer daño a nuestros semejantes, y no sé si algún día aprenderemos…
      Mil gracias por comentar.
      Un cordial saludo.

    • Y no le faltaba razón Manuel, menudos locos romanos! pero cómo nos divertimos con ellos…
      Muchas gracias por comentar.
      Un cordial saludo.

  4. Te felicito por la web. Soy un gran aficionado a la historia, y me gusta tu forma de exponer. Pero tengo alguna dificultad para leer, puesto que el contraste del fondo con el color de la letra lo difumina bastante. Te rogaría que aclararas el fondo, pongas la letra en blanco para que el contrato lo haga más legible. Gracias.
    Víctor

    • Hola Victor,
      muchas gracias por tu amable comentario. Respecto al contraste, no es de mi elección, pues sólo puedo elegir entre los que WordPress me permite, y considero que este es el mejor. Espero en el futuro poder pagar la versión Premium para tener más opciones.
      Muchas gracias y un saludo.

  5. Me parece poco comparado con lo que yo les haría a los políticos corruptos.

  6. Nos sorprendemos del sadismo de los pueblos antiguos, pero en la actualidad la mentalidad sigue siendo la misma, lo que cambió es la tecnologia.
    nos pega mucho mas fuerte cuando vemos matanzas tribales ,que cuando bombardean Bagdad. Y pienso que lo que mas rechazo nos provoca es lo artesanal de la matanza.
    Un abrazo Barcala, y segui deleitandonos con tus clases

    • En eso tienes razón Christian, la tecnología moderna es capaz de matar a muchas más personas en menos tiempo, pero ya no nos llama tanto la atención. Ahora todo es séptico, con drones controlados a grandes distancias, y con pocas imágenes de las víctimas…así es el ser humano…
      Muchas gracias por comentar. Un abrazo.

  7. Lo curioso de estos temas no es ya el inventar métodos de ajusticiamiento a cada cual más original, es que se buscaba el mayor sufrimiento posible, al final la guillotina parece un método muy humano y todo.

    Este que citas es claro ejemplo de crueldad y ensañamiento llevados al límite, mas a mí siempre me resultó harto hijoputa, hablando en plata, ese medieval que consistia en enterrar vivo al reo, pero con una pajita atada a la boca, para que siguiera respirando, esa lenta agonía ahí presa de los gusanos…

    Abrazos.

    • Hola Dessjuest,
      siempre he dicho que si los humanos hemos destacado en algo a lo largo de la historia, es en nuestro talento para diseñar métodos de hacerle daño al prójimo. Desde la crucifixión hasta las cámaras de gases, pasando por las torturas medievales, parece que se nos da muy bien el herir y el matar. Naturaleza humana, creo yo, esto es, animal…
      Ya lo de enterrar vivo, es de traca, prefiero que me quemen…
      Muchas gracias como siempre por tu comentario.
      Un fuerte abrazo y buen fin de semana!

  8. Hola, gracias por el blog. Está interesante. Creo recordar que en El Asno de Oro se hace una descripción de esta forma de ejecución. Para el que quiera releerlo.

    • Hola Vehemente,
      me encanta el Asno de Oro, la gran obra de Apuleyo, y en mi opinión, uno de los primeros ejemplos de literatura surrealista. Pero no recuerdo bien el episodio que comentas, hace mucho que no lo leo. Gracias a tu comentario tengo una buena excusa para revisitarlo.
      Muchas gracias y un cordial saludo.

      • Vaya, pues lo he estado revisando un poco por encima y yo tampoco encuentro la escena en cuestión. Lo debo haber confundido con algún otro clásico. Mis disculpas. Un saludo.

  9. Otra epoca,otra cultura,otros valores.

    En nuestros tiempos ni siquiera se le puede tocar al reo,aunque sea un asesino en serie. Por el contrario,estamos obligados como sociedad a mantenerlo con los impuestos que pagamos en un estado de ocio sin sentido.

    • Totalmente de acuerdo Joaquín, es una pena ver cómo los criminales disfrutan de unas instalaciones que ya quisiéramos muchos fuera de la cárcel. Me quedo con un término medio, ni empalamientos, ni Poena Cullei, ni las cárceles actuales en Europa.
      Muchas gracias por comentar. Un cordial saludo.

Comments are closed.