Desde que tengo uso de razón, cada presidente de los Estados Unidos ha querido emular a su predecesor John F. Kennedy cuando hizo una promesa de llevar un hombre a la Luna, pero con el planeta rojo en mente. Eso sí, todos se han curado en salud fijando una fecha lo bastante lejana como para que ya nadie se acuerde de la promesa, o de ellos, cuando aquella llegue. Algunos dicen en “20 años”, otros incluso se atreven con un año, 2018, 2030, lo que ninguno aclara es cómo vamos a ir a Marte ni de dónde saldrán los recursos. Promesas vagas como las de cualquier político que se precie. Hay, sin embargo, una proyecto privado para establecer una colonia en la superficie de nuestro vecino, la llamada Mars One Mission (Misión Marte Uno), que sí ha publicado sus objetivos y hasta un calendario definido. Hace un par de semanas, un lector me preguntó mi opinión sobre las posibilidades de esta iniciativa, y la respuesta me pareció muy adecuada para dedicarles unas líneas en Ciencia Histórica.
Mars One partió de las mentes de dos ciudadanos holandeses, Bas Landorp (Ingeniero Mecánico y millonario) y Arno Wielders (Físico que trabaja como especialista en la Agencia Espacial Europea). Ambos comparten su pasión por la exploración espacial y un día de 2011 reunieron sus talentos para parir la idea, que no es más que tener dicha colonia operativa para el año 2025, para que reciba sus primeros cuatro ocupantes en 2026 y cuatro más en 2027 y 2028. La trampa, es que los “colonos” irán sin billete de vuelta, o sea, para siempre, y así evitar las complicaciones y el coste del viaje de regreso. La tecnología para que la misión tenga éxito, según ellos, ya existe, y sólo hay que adaptarla para hacerla viable en Marte; la financiación saldrá de donaciones privadas y los ingresos televisivos de una especie de “reality show” tipo Gran Hermano que transmitirá la aventura. Todo suena muy bonito, y yo mismo me apuntaría si viera posibilidades de éxito, pero todo indica que nones, que tal como la plantean sus promotores y, especialmente el calendario tan ajustado que se han fijado, Mars One no tiene ninguna posibilidad. Revisemos los argumentos principales.
La Tecnología.
Es verdad que tenemos naves que pueden llegar a Marte sin problemas, y al menos en teoría, que puedan transportar humanos. Ya lo hicimos a la Luna, ¿por qué no a otro planeta? La respuesta a esta última pregunta, la distancia y el tiempo. Nuestro satélite está a 384,000 km de la Tierra, y con las naves que tenemos es posible llegar en un par de días; Marte está a una distancia media de 225 millones de kilómetros, a 410 millones cuando está más lejos de la Tierra y 59 millones de km cuando está más cerca. Cualquiera pensaría que la misión aprovecharía el momento en que Marte está más cerca, pero las cosas no son tan sencillas como parecen, simplemente porque ambos planetas están en constante movimiento. En todo caso, Mars One calcula que cada viaje durará 210 días, siete meses, y aquí empiezan los problemas.
- Es posible para un astronauta pasar tanto tiempo en el espacio, como lo han hecho varios ya en la estación Espacial Internacional. Pero aquellos que lo han logrado han sufrido las consecuencias, especialmente la pérdida de masa ósea y muscular, hasta un 30%, debido al estado de ingravidez. Llegar a Marte y ponerte a trabajar más delgado y débil, no será una
experiencia agradable, y eso si todo sale bien durante el trayecto. Tanto la NASA como otras agencias espaciales están experimentando con nuevos sistemas de propulsión para conseguir más altas velocidades interplanetarias, pero aparte de los motores de plasma de los norteamericanos, aún en fase de pruebas, el resto está a muchos años de poder ser viable.
- Los peligros del viaje y de la estancia, principalmente el riesgo de que la nave sea golpeada por algún meteoroide a alta velocidad, lo suficiente como para perforar las paredes del ingenio, pero también los rayos cósmicos, que afectan lentamente la salud de los astronautas. Peor aún, Marte no tiene un campo magnético como el de la Tierra para proteger a los humanos de dichos rayos cósmicos, por lo que los colonos estarían expuestos a ellos de por vida. El consuelo es que el sufrimiento no duraría mucho.
- El clima de Marte es extremadamente frío, y mucho tiene que ver el hecho de que está más lejos del Sol que la Tierra, pero también la baja densidad de su atmósfera, cien veces menor que la nuestra, y que no sirve la función de atrapar el calor. Durante el invierno, las temperaturas en los polos pueden alcanzar los -125 ºC, incompatible con la vida humana; en verano, y cerca del Ecuador, puede llegar durante el día a los 20ºC, pero por la noche baja hasta los -73ºC.
- Es verdad que existen procesos de electrólisis para obtener agua y oxígeno del suelo, pero nadie ha probado dichos procesos en el espacio, y mucho menos en Marte. ¿Producir alimentos en Marte? Puede que algún día sea posible, pero hasta ahora nadie tiene la menor idea de cómo llevarlo a cabo. Hay teorías por ahí, pero tirar de ellas y asumir que funcionarán para los colonos sin siquiera hacer una prueba me parece más que descabellado.
Mars One ha anunciado que está en negociaciones con varios proveedores de tecnología espacial, pero hasta ahora no se ha confirmado ningún acuerdo. Considerando que la primera misión debe ser lanzada en el año 2020, los plazos no parecen adecuados a las necesidades de la misión.
La Financiación.
Como vimos anteriormente, Mars One piensa financiarse a través de donaciones privadas en las primeras etapas del proyecto, y con los ingresos de publicidad del “reality show” sobre Marte. En este aspecto, creo que tanto Landorp como Wielders se mueven en una mundo virtual muy alejado de la realidad. El presupuesto de la misión es de seis mil millones de dólares, de los cuales, nuevamente según sus promotores, sólo una fracción es necesaria al principio para diseñar los estudios de viabilidad. Una vez logrados, el resto del dinero sería más fácil de recaudar. Lo que no dicen es qué pasaría si los estudios resultan negativos.
El conjunto de las misiones Apolo que llevaron al hombre a la Luna tuvo un coste de 20 mil millones de dólares, unos 120 mil millones en la actualidad, y casi todo se gastó en la década previa en la investigación y construcción de las naves. Es verdad que mucha de esa tecnología ya existe y eso reduciría los costes de desarrollo, pero insisto, aquello fue construido para ir a la Luna, no a Marte. Queda mucha tecnología por desarrollar, muchas pruebas que realizar, y eso tiene un coste. Aun así, es muy difícil que ese presupuesto sea suficiente, pues asume que todo saldrá bien, y sabemos que en el tema de la exploración espacial, como en otros muchos campos de la ciencia, este no es el caso. Lo peor, es que la campaña de crowfunding de Mars One no logró ni recaudar los exiguos 400,000 dólares iniciales.
No me lo creo.
Mars One no tiene la mínima posibilidad de lograr sus objetivos en el calendario establecido. Ni existe toda la tecnología necesaria ni la que existe ha sido probada en un entorno tan hostil como el de nuestro vecino. No cuenta con los recursos económicos necesarios ni parece que vayan a recaudarlos en un futuro cercano. El calendario es demasiado apretado para conseguir construir las naves, enviarlas a su destino, y activar todos los sistemas necesarios para recibir a los colonos potenciales. Si movieran el objetivo veinte años más, probablemente me lo creería.
Un proyecto de tal envergadura requiere la participación y recursos de muchas entidades, aunque es probable que, en el futuro, compañías privadas puedan lograr una meta tan compleja. Al menos en los Estados Unidos, la Space X de Elon Musk ya ha demostrado que puede construir naves de transporte con destino a la Estación Espacial Internacional, pero el camino es largo y doloroso, como lo han demostrado los últimos accidentes de sus cohetes Falcon. Por ahora, sólo un esfuerzo internacional e institucional podría llevar al hombre a Marte, y aún así, la meta se antoja lejana. Lo único positivo es que seguro algún día llegaremos, y será otro hito científico en la corta historia humana. Sólo espero que me toque ser testigo de ello.
Yo creo que no nos tocará, aunque no hay que perder la esperanza por aquello de que «hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad»
Hola Chus,
yo no pierdo la esperanza de llegar a los 75 años, lo que me llevaría hasta el 2041, y para entonces yo creo que ya habremos llegado. La verdad creo que es sólo cuestión de dinero…y de cojones…:P
Muchas gracias por tu comentario, un saludo, amigo!
En ese año tendré 80, no, no creo que llegue pero quién sabe. Saludos.
Uff, yo creía que eras mucho más joven! pero espero entonces el evento suceda antes, en todo caso, quiero celebrarlo a lo grande, y no en el asilo…:P
😀
Estuve con Excel y vuestros cálculos no coinciden con vuestras edades. Soy un jovencito que envidia vuestro Alzheimer.
Excel? Alzheimers? Keine Ahnung…
Kein problem, quise decir que disfrutes tu nebulosa mental.
Lo haré caballero,buenas noches! 😉
🙂
Ay, profesor Barcala, otra vez dejó las pastillas y ha vuelto a sentirse en Crónicas Marcianas.
Hola MrJordiLobito,
puede ser que el calor del verano me haya frito el cerebro y me haya puesto a soñar. A mí me encantaría ve a un hombre, o mujer, en Marte, y no pierdo la esperanza, pero creo que lo de Mars One no es más que un ardid publicitario. Ya veremos si me equivoco.
Un abrazo y feliz domingo!
¿Descomunal inversión con resultados inciertos a muuuy largo plazo? No pierda las esperanzas, estoy seguro de que existen transnacionales soñadoras que la harán.
Lloraría de emoción si humanos llegaran a Marte.
Yo sólo espero no mojarme los pañales…
No podrá evitarlo. Pero para ese entonces serán distintos a los que usa ahora, serán diminutos y súper absorventes.
Espero que así sea, y de paso que sean gratis…
Lo serán. Avanzamos hacia un futuro luminoso de paz y solidaridad.
En lo particular me encantaría presenciar el día que el hombre ponga pie en el planeta rojo, buen artículo Jesús.
Saludos.
Hola Martín,
a mi también me encantaría poder ser testigo de la llegada del hombre a Marte, pues la de la Luna me tocó en pañales y no me acuerdo… 🙁 Espero llegar a tiempo…
;uchas gracias amigo por comentar. Un abbrazo fuerte.
Muy interesante artículo. Acaba de conseguir un nuevo seguidor 🙂
Como aficionado a la ciencia ficción no puedo evitar recomendarle una novela que trata sobre esto mismo. Marte Rojo, de Kim Stanley Robinson.
Hola Rubén,
me halaga que Ciencia Histórica te haya gustado, y espero seguir publicando artículos que te gusten. Me buscaré el libro que recomiendas, que no sé si tiene algo que ver con la película, pero que si es el caso, seguro es mejor. También soy un fan de la ciencia ficción y de la exploración espacial, seguro lo disfrutaré.
Muchas gracias por tu aportación, y bienvenido al club!
Un abrazo.
He encontrado la película Planeta Rojo y no tiene nada que ver (no se si se refería a esa).
La novela es la primera parte de la Trilogía marciana, una saga donde los tres volúmenes han sido galardonados. Es ciencia ficción, pero muy cercana en el tiempo (2026), sin apenas avance tecnológico, haciéndola muy «real».
Al leer este libro la gente suele pensar «si algún día llegasemos a Marte, seguramente sea así»
Hola Rubén, sabes quién es el autor?
Kim Stanley Robinson.
Es más, acabo de descubrir que la bandera de Marte (no siendo oficial, pero reconocida por la Mars Society y la Sociedad Planetaria) son tres franjas verticales en estos colores rojo, verde y azul en honor a esta trilogía literaria.
https://es.wikipedia.org/wiki/Bandera_de_Marte
Jeje, no tenía ni idea de que Marte tuviese bandera, es un dato muy gracioso. A ver si se me ocurre una manera de publicar esa historia…Muchas gracias Rubén.
Hola Rubén, ya lo he encontrado y espero poder leerlo pronto, ya te cuento!
Con el debido respeto, acá encuentro desquiciados que leyeron Crónicas marcianas y siguen consumiendo LSD. Calma, muchachos, está comprobado que Marte es un planeta reseco. Si quieren averiguar si hay una cultura marciana viva underground, ustedes paguen el viaje.
Jeje, Marte está más seco que una momia, es verdad, pero podemos llevar nuestra propia Mahou Cinco Estrellas…En todo caso, estoy convencido de que,algún día, cuando mis huesos ya sean polvo y mis átomos estén repartidos por todo el planeta, tendremos una colonia en nuestro errante vecino…
En la película Gattaca un astronauta dice algo como «Dicen que somos polvo de estrellas, ¿estoy partiendo o estoy volviendo a casa?»
Un abrazo fuerte, Jesús
(es tu nombre y debo llamarte así, pero me siento raro)
Carl Sagan también decía que somos polvo de estrellas, y no se equivocaba, pues todos nuestros átomos, algún día nacieron en una estrella…por cierto, hoy he publicado algo sobre la dichosa bandera de Marte.
Muchas gracias nuevamente MrJordi.
Un abrazo.
Por el nivel de la película, sospecho que fue un homenaje a Carl Sagan. Leí algunas cosas de mi amado Carl, pero por mi edad me olvido de muchas
Soy seguidor tuyo pero a veces me llegan notificaciones de entradas y a veces no.
Ahora busco tu bandera marciana. No me importa qué consumas, si tu eres feliz a mi me pone feliz.
Hola MrJordi,
a mí Sagan me pegó de lleno, pues era un adolescente cuando se estrenó su serie Cosmos a finales de los setenta. Desde entonces soy un gran aficionado a la exploración espacial, aunque no entiendo mucho de materias negras ni agujeros de gusano. Gusanos sólo los del mezcal…
Muchas gracias como siempre por tu participación en este foro. te deseo el mejor de los findes.
Un abrazo.
Hola, Mr. Jesús
Sagan era antes que nada un humanista y un poeta. Todavía lo extraño. / Coincido contigo, leí Cosmos y, a pesar de sus buenas intenciones para explicar, me perdía en las partes de Matemáticas y esas cosas raras. No puedo mandarte links porque WP tomaría este comentario como spam extremo -quizás lo eliminaría-. En Youtube se encuentran completas Cosmos 1 y 2 subtituladas. En ambas fue co-guionista su compañera Ann Druyan. El presentador de Cosmos 2 fue discípulo de Sagan desde su adolescencia. / En YT se encuentra Brian Greene, distinto pero me resulta un gran divulgador.
Te recomiendo el blog de un amigo que anda en la dolorosa tarea de entender y sintetizar lo verificado de la Teoría del Todo, evitando esas rarezas que a la gente normal no le interesan > https://deimosyphobos.wordpress.com/2014/05/18/el-universo-y-el-atomo-terra-incognita-presentacion-del-proyecto/ (ahí hay MUCHOS links)
Hola MrJordi,
tengo localizados bien la mayoría de episodios de Cosmos, y a veces los vuelvo a ver, por cierto, a pesar de que me cae muy bien el DeGrass Tyson, su versión dejó mucho que desear. Jeje, y conozco bien el blog de Christian, uno de mis lectores más fieles, y lo visito siempre que puedo. Lo único que me da un poco de vergüenza es que nunca comento…Ahora lo haré.
Muchas gracias una vez más Un abrazo!
Hola Barcala.
Es cierto que cuando un ser humano pone un pie en un cuerpo celeste , nos emociona mucho más que cuando lo hace un robot. Pero creo que con el avance de la tecnología no será necesario mandar seres humanos.
Es lo que ocurrió durante la carrera espacial , se puso un pié en la Luna, pero al año siguiente los sovieticos mandaron un robor, el primero teledirigido desde la Tierra y era un laboratorio muy completo.el Lunokhod.
En el futuro serán maquinas las que viajen, y nosotros lo veremos como si estuvieramos ahi.
Un fuerte abrazo.
Hola Christian,
estoy de acuerdo que los humanos no necesitamos estar presentes para hacer todo el trabajo. Creo que cuando visitemos Marte, será un poco por cuestiones psicológicas, para demostrarnos a nosotros mismos que podemos hacerlo, pero sucederá igual que con la Luna, no tendremos que estar yendo todos los años. Pero algún día tendremos que pisarlo, no crees? Por cierto, MrJordi me ha recomendado tu blog … 😉 Ahora me doy otra pasadita. Un abrazo.
Hay algo que no entendiste, Jesús, no vamos a ir 7.000 millones de humanos.
No me prestes atención.
Jeje, no había pensado en todo MrJordi, no te preocupes… 😛
Bueno, gracias . Es medio pobre. Espero que te guste. Un abrazo.
Que va! Es muy bueno y merece que la gente lo conozca. No sé si lo promueves mucho en facebook, pero si no, deberías, es la mejor manera de darte a conocer.
Un abrazo.
Me gusta mucho tu respuesta. No es necesario mandar humanos. ¿Van a a mandarnos a 7.000 de humanos en el viaje?
En principio se me ocurre que podríamos enviar a los políticos, pero luego reflexiono, ¿por qué ser tan sádicos con nuestros vecinos? 😛
Interesante propuesta, primero se experimenta con ratas.
Exacto, a ver si sobreviven o si se matan entre ellos…