La bandera de Marte y su preocupante historia.

Recientemente publiqué una entrada sobre una iniciativa para colonizar Marte por parte de una empresa privada. Mi opinión, alineada con el consenso científico, es que tal proyecto tiene muy pocas posibilidades de éxito, al menos en el plazo establecido. Sin embargo, soy de los que cree que dicha colonización es posible en un futuro no muy lejano, y deseable para las posibilidades de supervivencia humana. Entre los varios comentarios recibidos, tengo que destacar los que hizo un lector llamado Rubén, quien me recomendó una serie de libros y, principalmente, me dijo que Marte tenía ya una bandera, un dato que yo desconocía y que me llamó tanto la atención que inmediatamente me puse a investigar al respecto. En estas líneas quiero compartir lo aprendido, y mi opinión sobre el hecho de que a alguien se le haya ocurrido diseñar una bandera para nuestro vecino, y sobre las razones que guiaron a sus promotores.

La bandera de Marte objeto de esta entrada.

La bandera de Marte objeto de esta entrada.

Se trata de una bandera nacida en la mente de Pascal Lee, un científico nacido en Hong Kong y educado en Francia, donde obtuvo licenciaturas en Física, Geología y Geofísica. Ya desde sus años universitarios, Pascal formó parte del Club Cosmos de Francia, Pascal_Leeinstitución privada que llegó a presidir entre los años 1982 y 1987. En 1990 Pascal se trasladó a los Estados Unidos para estudiar Astronomía en la Universidad de Cornell, donde tuvo como asesor doctoral al gran Carl Sagan. Desde entonces, ha participado en varios proyectos relacionados con la exploración espacial de la NASA y otras organizaciones. En el año 1996, Pascal fue uno de los fundadores del Proyecto Haughton-Mars, por el cráter situado en Canadá y el planeta rojo, apoyado por la NASA y otras agencias. En este remoto paraje del ártico canadiense, se encuentra el cráter que, por su similitud con la geología marciana,  sirve al proyecto para investigar la futura interacción humana en un entorno tan hostil como el de nuestro planeta vecino. Pascal diseñó la bandera de Marte para la expedición al cráter en 1998.

El emblema se presenta con tres barras verticales, iguales a las de otros muchos países y que supuestamente significan «libertad», con los colores rojo, verde y azul. Los colores fueron inspirados por dos motivos relacionados; el primero, la trilogía de ciencia ficción del autor Kim Stanley Robinson, Marte Rojo, Marte Verde y Marte Azul, y por el “futuro histórico” que les espera al planeta en el proceso de “terraformación”, en el que supuestamente los humanos transformaremos a Marte en un  planeta similar a la Tierra. Y aquí es donde ya me dejó de gustar.

Sinceramente, no sé por qué nos auto-otorgamos la propiedad de Marte tan pronto. Entiendo que está allí, solo y vacío, pero enviar una docena de robots a explorar no equivale a su conquista. Primero pisémoslo, y después decidamos qué queremos hacer con él. Segundo, lo de la “Terraformación” me parece algo tan alejado de la realidad que debería ceñirse a las novelas y películas de ficción que tanto nos gustan. Convertir un planeta seco, tan frío, sin campo magnético como el nuestro y con una tenue atmósfera, en un sitio habitable como la Tierra es casi tan difícil como imposible. No contamos con la tecnología ni con los recursos, y aún si los tuviésemos, ¿para que terraformar un planeta que desaparecerá al mismo tiempo que la Tierra? Más fácil sería desarrollar métodos de propulsión más potentes que permitan a nuestras naves llegar más rápido, más lejos, donde podamos encontrar planetas que cumplan mejor los requisitos de un futuro hogar.

Hipotética "terraformación" de Marte.

Hipotética «terraformación» de Marte.

Pero lo que más me preocupa de que Marte tenga una bandera es el hecho en sí, pues las banderas, seamos honestos, más que unir terminan dividiendo a los humanos en grupos diferenciados por una nacionalidad o territorialidad artificial, que nunca tiene a todos sus miembros contentos. Un servidor, a quien las vicisitudes de la vida le obligan a defender varias enseñas, la verdad es que está harto de tanto ruido por unos colores, sobretodo cuando generalmente ese ruido es provocado por intereses políticos. Dejemos los colores para el fútbol y otros deportes, para cosas menos serias que el destino de la humanidad. Sé que en la Tierra es casi imposible quitarnos las banderas de encima, pero me gustaría que aprendiésemos de nuestros errores y dejásemos al espacio en paz, como un entorno abierto a todos, sin banderas, sin pasaportes, sin diferencias artificiales.

Lo único que me consuela es que, hasta ahora, la bandera de Marte no es oficial, aunque la apoyen algunas instituciones del ámbito del espacio, como la Sociedad Planetaria, la Sociedad Marciana y, en ocasiones, la NASA. Tengo la esperanza de que al final todo quede en un intento fallido por “marcar” territorio y nuestros líderes se olviden de banderas a la hora de conquistar y colonizar el espacio. Ya tenemos bastante aquí en la Tierra como para ir repartiendo nacionalidades y fronteras a nuestros vecinos, y no quiero ver a nuestros descendientes matándose en una galaxia muy, muy lejana, por Imperio o República.

Y no me olvido, ¡Muchas gracias Rubén!

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15 thoughts on “La bandera de Marte y su preocupante historia.

  1. Me encantó el artículo, no por el tema de la bandera de Marte, sino por la reflexión hacia terminar con las banderas y las divisiones por nacionalidad.

    Después de vivir en un mundo lleno de tantos errores, ¿queremos ir a replicarlo? pff… el hombre no entiende aquello de conocer su historia para no repetirla.

    Felicidades!

    • Hola Sandy,
      La reflexión parte de las vicisitudes de mi vida, que tú conoces bien. La verdad es que eso de las nacionalidades, los himnos y las banderas se me antojan sólo como símbolos excluyentes, cuando el mundo es de todos. Marte ni siquiera es nuestro, y ya le estamos poniendo banderas. Como bien dices, parece que queremos replicar nuestros errores en nuestro vecino. Mal vamos.
      Mil gracias por tu amable comentario, guapa!
      Un besazo.

  2. Muchísimas gracias a tí, Jesús. Me ha hecho muchísima ilusión leer este artículo 🙂
    Precisamente en Marte Rojo (sin entrar mucho en detalles para no desgarrar la trama de la novela) se producirá un gran conflicto creándose dos bandos, los científicos que quieren terraformar Marte y por otro lado los que quieren estudiarlo y preservarlo.
    Me alegra mucho ver que coincidimos con lo que respecta a las banderas, conozco muy bien lo que generan ya que vivo en Barcelona.
    Si no es mucho atrevimiento, quisiera preguntarte si se podría sugerir algún tema de forma esporadica por si quisieras escribir sobre él en el blog.
    Sinceramente, ha sido todo un detalle este artículo.
    Gracias de nuevo.

    • Hola Rubén,
      me halaga que te haya gustado, y te debo toda la inspiración al respecto. Ya empecé a leer Marte Rojo, y vamos muy bien, ya me piqué… 😉 Respecto a terraformarlo, la verdad es ue lo veo casi imposible, e innecesario, pues como digo en el artículo, es más fácil encontrar otros planetas que ya cumplan con los requisitos «ricitos de oro».
      No tenía ni idea de que vivías en Barcelona, y te entiendo perfectamente, pues hay pocos lugares donde se utilicen las banderas con tantas ganas de dividir. Por supuesto que se acepta cualquier sugerencia o petición, aunque nunca prometo nada, depende de mis conocimientos sobre el tema…
      Muchas gracias nuevamente por tu amable comentario. Ha sido un verdadero honor.
      Un abrazo.

  3. Hola Jesús,
    tienes razón en eso de que las banderas en lugar de unir consiguen su efecto contrario, tenemos tantas muestras de ello. En cuanto a la bandera debo decir que es fea, pero fea con ganas. Dentro de poco seguro que habrá un himno marciano con letra y todo.
    Abrazos

    • Hola Francisco,
      al igual que Rubén, vives en un sitio en el que lo de las banderas está muy desmadrado, por lo que entiendes mi razonamiento. En lo que respecta a la bandera de Marte en sí, coincido totalmente contigo, y no quise decirlo en el artículo porque ya me había metido bastante con ella, pero es fea con ganas. Lo bueno es que no es oficial…y ya que mencionas lo del himno, en qué idioma estaría? Jaja, sospecho que habrá alguno por tu pueblo que reclamará el privilegio de elegirlo…
      Muchas gracias y un abrazo.

  4. Primero que nada, y ya que es mi primer comentario, darte las gracias por este genial blog que descubrí hace poco y espero poder seguir leyendo durante mucho tiempo.

    Lo segundo es que difiero en un punto, cuando mencionas «¿para que terraformar un planeta que desaparecerá al mismo tiempo que la Tierra?». Más adelante mencionas que deberíamos desarrollar la tecnología necesaria para salir del sistema solar y conquistar otros planetas y que Marte desaparecerá al mismo tiempo que la Tierra. El asunto es que si queremos conquistar otros planetas para el día en que el Sol decida aniquilar la Tierra, debemos prepararnos primero y experimentar el proceso de terraformación, ya que seguramente no encontraremos paraísos como el nuestro con mucha facilidad y que mejor que experimentar con nuestro vecino. Todavía falta mucho tiempo para que nuestro Sol muera, es tiempo más que suficiente para terraformar a Marte para aprender de esa experiencia y al mismo tiempo desarrollar la tecnología necesaria para llegar a otros planetas.

    De resto, me gustó mucho tu reflexión sobre las implicaciones políticas que tendrá la conquista de Marte.

    Un saludo

    • Estimado Juan Camilo,
      antes que nada, quiero agradecerte tu amable comentario y que dediques tu valioso tiempo a pasarte por estas páginas.
      Respecto a Marte y su colonización, la verdad es que me encantaría que sucediese, pero lo veo muy complicado. Hace unos meses, en una entrevista con una señora de la NASA, ella dijo que en realidad no se estaban planteando la terraformación de Marte simplemente porque lo ven muy difícil. Como digo en el artículo, el Planeta Rojo no tiene un campo magnético que pueda proteger su atmósfera, y por ende, a sus potenciales habitantes. Ya sería muy complicado , per no imposible, crear las condiciones atmosféricas, pero creen que los esfuerzos serían en vano, pues el oxígeno que se pudiese crear con plantas llevadas desde aquí, se perdería sin remedio en el espacio después de un tiempo, por lo cual deberían repetir el proceso constantemente. Los científicos que trabajan en la futura terraformación de algún planeta, no consideran a Marte un candidato viable, eso sí, como escalón indispensable en el futuro de la exploración espacial, Marte mantiene su lugar.
      Lo que creo que sucederá, es que en unos centenares de años, probablemente antes, nuestras colonias en Marte vivirán en espacios cerrados, con domos de esos que vemos en las pelis para mantener la atmósfera artificial en su sitio. Como decía, Marte es un escalón para llegar más lejos, y pocas coas me gustarían más que ver una colonia ahí. Desgraciadamente, no creo poder llegar a verlo. 🙁
      Tienes razón cuando dices que aún le queda mucho tiempo a la Tierra, y a Marte, y estoy convencido que colonizaremos a nuestro vecino, lo que veo difícil es lo de la terraformación, pero nunca se sabe, puede que me equivoque, y mucho… 😛
      Muchas gracias nuevamente por tu amable comentario. Bienvenido a Ciencia Histórica. Un cordial saludo.

  5. Buenos Dias Senor Barcala,

    No hablo (o escribo) bien espanol, pero su historia de la bandera de Marte,
    y su descripcion de mi opinion de Marte y del futuro de la planeta no son
    exactamente correctos. La historia correcta de la bandera esta aqui:
    http://www.pascallee.net/artwork/flag-of-mars/

    Como su, no pienso que la Terraformacion de Marte es una idea buena o
    realistica (en lugar viajaremos a otras estrellas cuando tendremos la
    technologia), y no pienso que debemos marcar territorios en Marte (o en
    otras planetas).

    Un cordial saludo.
    Pascal Lee

    • Dear Mr Lee,

      Thank you very much for your comment, I feel really honored that such a figure has found my blog.
      I thank you also for the link you send, for it gives me more accurate information about the birth of the flag, which is the only event I attach to your person. The rest of the text is aimed not to you, but in general to the people, even civilians not involved in space exploration, who think of Mars as our backyard territory, waiting for us to be conquered.
      I am a big supporter of the space program and I do believe that we should visit Mars and establish a colony there, I just don’t think a flag is necessary, because it makes me think that in the future, it may create divisions between Earth inhabitants and the potential Mars colonizers. In any case, I don’t think that will happen in my lifetime, so it is not a big worry. I just wanted to explain my position
      I will publish a note to my readers with the information you graciously share with me.

      I thank you again for your comment.
      Best regards,
      Jesús García Barcala.

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