De cómo una batalla encendió la Revolución Industrial.

La historia bélica entre dos de las grandes potencias europeas, Gran Bretaña y Francia, es tan larga como la lista de políticos españoles imputados por corrupción, o casi. La rivalidad de estos dos reinos se extendió por ocho siglos, desde la Batalla de Hastings hasta la de Waterloo, el conflicto fue casi permanente, y hablo en pretérito simple porque creo que a estas alturas y con tanta dependencia comercial, económica y política entre las dos naciones, no los veo levantándose en armas uno contra el otro. Todos los enfrentamientos tuvieron sus consecuencias, políticas o económicas, y la mayoría dejó al perdedor escaldado buscando una excusa para la revancha. Pero hubo una en especial, la Guerra de los Nueve Años o de la Gran Alianza, que provocó uno de los cambios con mayores efectos en el devenir histórico de nuestro mundo, la revolución Industrial, y especialmente, una batalla en julio de 1690, la de Beachy Head, en la que Gran Bretaña fue derrotada por la armada de Luis XIV.

Batalla de Beachy Head

La Batalla Perdida.

Fue tal la debacle en ese enfrentamiento naval, que si el comandante francés hubiese tenido algo más de agallas, Gran Bretaña hubiese sido invadida por primera vez desde que Guillermo el Conquistador lo consiguió en 1066. Pero prefirió volverse a Francia para disfrutar de la Victoria, dándole a los británicos la oportunidad de lamerse las heridas, y recomponer sus fuerzas. Los políticos en Westminster pusieron el grito en el cielo, y no era para menos, pues las puertas quedaban abiertas no ya sólo a los franceses, sino también al enemigo español. Algo habría que hacer, y rápido.

La  Reconstrucción y el Dinero.

Muchas voces se alzaron en el parlamento para reclamar la construcción de una poderosa armada, y casi todos estaban de acuerdo. Sin protección, la nación inglesa estaba condenada. El problema fue que las arcas del estado estaban vacías, y el crédito del rey Guillermo por los suelos. Entonces, un tal William Peterson propuso la creación de una institución crediticia privada que pudiese satisfacer las necesidades financieras del reino. En 1694, y basándose en dicha idea, Charles Montagu, a la sazón Chancellor of the Exchequer (Ministro de Economía), propuso al parlamento un préstamo privado de 1,200,000 libras, que estarían garantizadas por el estado. Cientos de ciudadanos, desde nobles hasta zapateros y albañiles, pasando por comerciantes, artesanos y militares, invirtieron la cantidad necesaria con un interés garantizado del 8%, y así nació el Banco de Inglaterra. La mitad del dinero se utilizaría para construir barcos.

Acta constitutiva del Banco de Inglaterra.

Acta constitutiva del Banco de Inglaterra.

Los Materiales.

Construir barcos, entonces como ahora, requería una gran cantidad de materiales,.madera, hierro, textiles, cáñamo, carbón, y mucha mano de obra. Ante la enorme demanda, se construyeron más astilleros, pero también fábricas de clavos (cada uno de los 76 buques llevaba hasta cinco toneladas de clavos de hierro), de cañones y munición, de aparejos, de cuerdas (15 kilómetros por nave) y de velas, que recibían a su vez suministros de las minas, los altos hornos y los telares. Obviamente, el cáñamo de las cuerdas y la lana y el algodón para las velas y los uniformes necesitó una gran expansión de las tierras dedicadas a la agricultura y la ganadería, que también salieron ganando conforme los barcos eran terminados, sus tripulaciones formadas y partieron en sus primeras misiones, cargados de pertrechos.

El Impulso a la Industria.

Fue tal la inyección de dinero y la demanda de suministros, que los fabricantes se vieron obligados a buscar métodos más rápidos y eficientes de producción. Ya desde mediados del siglo XVII se habían hecho avances en metalurgia, cuando la escasez de madera llevó a su sustitución por el carbón, más abundante y con mayor carga energética, lo cual permitió operar altos hornos de mayor capacidad y a un coste menor. Para evitar las inundaciones en las minas de carbón, Thomas Newcomen introdujo en 1712 el primer motor de vapor, mejorado por James Watts para ser utilizado en todo tipo de máquinas y que, menos de un siglo después, pondría en marcha la primera locomotora y, en 1733 John Key inventaba la lanzadera volante, el primer paso en la mecanización del telar.

Motor a vapor de Newcomen.

Motor a vapor de Newcomen.

La Expansión.

Todos estos aspectos fueron sin duda grandes impulsores de la Revolución Industrial. El plan de reconstrucción de la flota tuvo éxito, y hacia mediados del siglo XVIII Gran Bretaña se hacía con el control de los mares, que aprovecharía para construir su vasto imperio. Los recursos naturales provenientes de las colonias alimentaron el naciente sistema de fábricas, abaratando los costes y fomentando a su vez la emigración a las ciudades. La producción industrial aumentó significativamente con las máquinas, creando una nueva clase de trabajadores (explotados durante décadas antes de constituir la primera clase media) y empresarios. Varios países europeos imitaron el modelo inglés, añadiendo industrias tales como la química en Alemania, además de promover la fundación de escuelas técnicas y universidades.

Conclusión.

El mundo que tan poco había cambiado desde el nacimiento de la agricultura, dio un salto de gigante del que aún nos beneficiamos. La industria impulsó el comercio internacional, pero también el nacimiento de los imperios y sus perversas consecuencias. Pero sin aquel cambio de modelo, no existiría la civilización actual, ni la electricidad, ni las telecomunicaciones, ni la medicina, ni este ni ningún otro blog. Nos guste o no, este es el mundo en el que nos tocó vivir, y todo por una batalla perdida.

15 thoughts on “De cómo una batalla encendió la Revolución Industrial.

  1. Es fascinante lo azaroso de la Historia.
    ¿Es verdad que la peste negra permitió el avance de Ciencia y Tecnología, contra viento e Iglesia? -se habían quedado sin mano de obra-.

    • Hola MrJordiLobito,
      En mi opinión, la peste si ayudó al avance de la tecnología, pero hasta cierto punto. No sabemos lo que los millones de muertos por la enfermedad pudieran haber aportado en sus vidas y, en todo caso, los mayores avances se dieron en la relación entre los poderosos y los trabajadores, que al ser menos, pudieron extraer mejoras en sus contratos. Pero me has dejado picado, y voy a buscar detalles al respecto, especialmente casos específicos de tecnologías surgidas por la falta de personal. Muchas gracias por la idea y por el comentario. Un abrazo.

      • Un famoso analista dijo: [La escasez de trabajadores influyó también en la búsqueda de nuevos y más eficientes métodos de producción, dando comienzo a un periodo de avances en la construcción de máquinas y aperos de agricultura que pudiesen ser impulsados por bestias, más que por hombres, y que eventualmente dio nacimiento a la Revolución Industrial y a un nuevo paradigma social que cambiaría la historia.] https://www.cienciahistorica.com/2014/05/13/la-peste-bubonica-como-cuando-y-donde/
        (La magia de Google)

        • Jajaja, esas hemerotecas! Y es verdad, pero reconozco que me he dado cuenta que esos avances en la agricultura no fueron tan paradigmáticos. Eso lo supe estudiando a los romanos, que ya contaban con aperos muy parecidoa a los de la Edad Media. En todo caso, los agricultores post-peste, los recuperaron…
          Muchasgracias por la lección Lobito, me ha hecho reír, y me ha venido muy bien. Un abrazo… 😉

        • Fue accidental, no intento acosarlo, mi querido profesor.
          Quizás Usted por ser europeo padece de eurocentrismo. Escuché que los cartagineses lograron una aleación de metales que ustedes consiguieron alrededor del S. XVII. Prefiero no hablar de lo que lograron los chinos cuando ustedes eran muy sucios y tiraban la basura por la ventana.
          Lástima que no tengo instinto periodístico, anoto pocas fuentes. Pero soy inimputable, Usted eligió informar seriamente.
          Un abrazo, Jesús 🙂

          • Hola MrJordi,
            es verdad que Europa estuvo atrasada con respecto a buena parte del mundo durante muchos siglos, pero es mi opinión, que la alta competencia por el territorio en la pequeña Europa poco a poco llevó a sus pueblos a lograr la supremacía, obviamente parados sobre los hombros de gigantes. Eso sí, no creo que peque yo de eurocentrista, pues nací y crecí del otro lado del charco, y creo que alabo y castigo por igual sin importarme el origen del blanco. De hecho, creo que achacar el origen de la Revolución Industrial a una guerra nos deja mal parados..no cree Vd.?

          • Dije «ustedes» por cortesía, no se agrande porque Usted no es inglés.
            Dijo Carl Sagan que el problema de «Occidente» es que se impuso el fascista modelo aristotélico, usado off the record por los ¿pensadores? católicos. Dijo que la Historia hubiera sido distinta si se hubiera impuesto el modelo jónico > Islas, puertos, Pensamiento enriquecido por el encuentro de culturas.
            Las tribus europeas e inglesas no han sido precisamente un encuentro pero creo que vuestra convivencia produjo lo mejor para el Pensamiento de la Humanidad. No creo en el relativismo antropológico, en que todas todas las culturas son igualmente respetables > En una discusión sobre ese tema alguien finalmente me dijo «Sí, el concepto de Derechos Humanos nació en Europa».
            Debe superar su idealismo adolescente. Ningún Estado invierte en busca del Conocimiento. La Ciencia siempre avanzó básicamente por inversiones para encontrar mejores maneras de lucrar o de matar.
            Alguien tenía que decirtelo, Jesús.
            Un fuerte abrazo

            • Hola MrJordi, no me siento inglés, pero algo de europeo me toca, y no es que me sienta orgulloso de ello, pero es la herencia que me tocó. Ahora bien, me encanta Sagan cuando habla de cuestiones de la física o del universo, pero no tanto cuando se moja en la filosofía. Por supuesto que la historia hubiese sido diferente si «se hubiera impuesto el modelo jónico > Islas, puertos», pero no lo hizo, y por alguna razón. La historia es lo que es, no lo que pudo ser.
              En algo sí estamos de acuerdo, y es que a la ciencia, como dices, y con contadas excepciones, no la impulsa el estado, sino los científicos,que buscan maneras de mejorar nuestras vidas, y en especial, las suyas, lo cual no tiene nada de malo. Ya sabes, el panadero hornea el pan no por razones altruísticas, sino para mejorar su cuenta bancaria…. 😛
              Un abrazo caballero.

    • Hay paises que perdieron el 60% de su población. Los señores tuvieron que cultivar sus tierras ellos mismos. Se salvaron los que escapaban de las ciudades. Y despues de esa época, la construcción de las iglesias , que eran con el punto de fuga hacia el altar el cual se encontraba opuesto al acceso, se cambia por cupulas , en donde el centro pasa a ser el hombre.

  2. y como toda «revolucion», sobre todo la industrial, como la describes, cambio el mundo para el bien y para el mal (no importan las definiciones de bien o mal 🙂 ) y en esta, la era que nos toca vivir, una buena parte de esta revolucion esta destruyendo nuestra tierra y nuestra humanidad

    • Hola María,
      tienes mucha razón al decir que las revoluciones siempre dejan cosas positivas y otras negativas. La Revolución Industrial es un buen ejemplo, pues en un principio, provocó la explotación de muchos trabajadores, especialmente de los niños, pues no existían reglas de juego que seguir. Tuvieron que pasar varias décadas hasta que los derechos de los trabajadores comenzasen a ser considerados como un aspecto a tomar en cuenta, y en muchos países eso ni siquiera ha llegado. Pero bueno, así somos los humanos, imperfectos, y dudo mucho que cambiemos en un futuro cercano.
      Muchas gracias por leer, comentar y compartir. Un cordial saludo.

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