Breve historia de los vaqueros (los pantalones, no los del ganado).

Soy su más grande fan, y si me dejan, me los pongo para todo. Cada año me compro unos nuevos para reemplazar los anteriores, pero los viejos los sigo usando para tareas más prosaicas como bajar al bar para el aperitivo o tirarme en el sofá para ver el fútbol. Desde los 22 años (ya llueve) me compro el mismo modelo, y puedo presumir que de la misma talla. Son lo más. Cómodos, resistentes y, bien llevados, hasta sexys. Una de las prendas más populares en todo el mundo, especialmente entre los jóvenes, y un icono de la moda estadounidense. No obstante, tanto la tela de los pantalones vaqueros como su nombre tienen su origen en Europa, y fue un comerciante europeo quien les dio una marca. Finalmente, un actor norteamericano les dio la fama, y el empuje para convertirse en la prenda de una generación.

Origen en la Vieja Europa.

Dos ciudades se disputan el honor de ser la cuna del tejido vaquero, también conocido como mezclilla, o denim. El Urdimbre y tramanombre denim proviene de la ciudad de Nimes (De-Nimes) en el sur de Francia, un importante centro textil donde se tiñó esta tela con su característico azul índigo. Por otra parte, fue en Génova donde se cosieron, por primera vez, pantalones con una tela hecha con doble trama (2) sobre la urdimbre (1), que le da su distintivo patrón oblicuo. De hecho, a finales del siglo XVII por todo el norte de Italia, los trabajadores de las fábricas y, en especial, los de las minas, ya vestían prendas de este tejido de algodón. Cuando el Mariscal André Massena entró en Génova en 1800 por órdenes de Napoleón, compró a sus tropas uniformes de una tela denominada Bleu de Genes, nombre que derivaría en el actual Blue Jeans.

Haciendo las América.

En 1849, oro fue descubierto en la Sierra nevada de California. En poco tiempo, la región se vio inundada por aventureros a la búsqueda de fortuna en los lechos de ríos antiguos, y luego en minas. Dos años después, una familia de inmigrantes alemanes que tenía una tienda de telas en Nueva York y otra en Kentucky, quiso aprovechar el auge del oro abriendo una sucursal del negocio familiar en San Francisco, y para ello envió a uno de los hermanos. Su nombre, Levi Strauss. El negocio floreció rápidamente vendiendo ropa, sábanas y pañuelos finos a los nuevos ricos de la ciudad. Uno de sus clientes, un sastre lituano Jacob Davis, compraba muchos rollos de tela en la tienda de Levi Strauss & Co., para fabricar pantalones. Un día, la esposa de un leñador le pidió que le hiciera unos pantalones especialmente reforzados para el duro trabajo de su marido. A tal efecto, añadió unos remaches de cobre para reforzar los puntos más débiles en las costuras de los pantalones, las esquinas de los bolsillos y por debajo de la cremallera.

Levi Strauss y Jacob Davis.

Levi Strauss y Jacob Davis.

La prenda tuvo un éxito inmediato, y Davis vio probabilidades de negocio, pero no contaba con la financiación para patentar y comercializar su producto, así que le escribió a Levi Strauss para ofrecerle entrar en sociedad. Strauss aceptó y, después de varias pruebas, lo socios eligieron la tela De-Nimes para fabricar sus pantalones. El 20 de mayo de 1873, recibieron la patente #138.121, que además de los remaches, incluía la legendaria costura anaranjada que distingue a la marca de la competencia.

Salto a la fama.

Desde finales del siglo XIX y hasta mediados del XX, los blue jeans de Levi Strauss lograron colocarse como la prenda favorita de los trabajadores, debido a su resistencia y comodidad, pero seguían siendo eso, pantalones de obreros. No obstante, en 1955 los Levi’s Jeans recibieron el empujón final, cuando James Dean apareció vestido con ellos en la película Rebelde Sin Causa, convirtiendo la prenda en un símbolo de la rebeldía de los jóvenes. En un principio, restaurantes, teatros y escuelas los prohibieron, lo cual ayudó a popularizarlos aún más, y para mediados de la década de los años 70 eran ya los reyes de la moda casual en los Estados Unidos.

James Dean en Rebelde Sin Causa.

James Dean en Rebelde Sin Causa.

No conozco ningún país en los que no se vean los Blue Jeans, aunque seguro los hay, y pocos son los jóvenes que no tienen al menos un par en sus armarios, sean Levi’s o de otra marca. Un producto europeo, popularizado por los norteamericanos, los Blue Jeans son ahora un icono internacional. ¡Gracias Jacob y Levi!

 

4 thoughts on “Breve historia de los vaqueros (los pantalones, no los del ganado).

  1. Buen artículo, pero una aclaración: Jacob Davis no era lituano, sino letón…

  2. Vaya, una historia muy interesante de una prenda de uso mundial. Saludos.

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