Nota aclaratoria: no he incluido en el análisis a los políticos, una profesión de la que el crimen suele nutrirse intensamente. La razón es que, en muchos casos, algunos reyes y dictadores han llegado a ser tan poderosos que es imposible calcular sus fortunas. Dicho esto, el personaje de hoy llegó a entrar en política como diputado, al igual que muchos otros no por cuestiones ideológicas, sino para aprovechar su posición para proteger sus intereses personales. En 1982, incluso representó a su país natal, Colombia, en la toma de posesión de Felipe González como Primer Ministro español. Político o no, Pablo Emilio Escobar Gaviria fue el criminal más rico de su tiempo, y al menos de entre los que tenemos datos, el más rico de la historia. No está mal para el hijo de una familia humilde.
De casta le viene al galgo.
Aparentemente el gusto por el delito le venía de familia, pues su abuelo materno, Roberto Gaviria fue un conocido contrabandista de whisky a principios del siglo XX. También es verdad que, a pesar de que sus padres, un agricultor y un maestra de escuela, apenas y tuvieron para mantener a sus siete hijos, la familia Escobar tenía entre sus ancestros a muchos personajes ilustres y destacados miembros de las élites colombianas, pero ya sabemos que eso de ser de familia humilde vende muy bien.
De cualquier manera, Pablo se inició en los negocios turbios desde muy temprana edad, vendiendo comics en el colegio y prestando dinero con altos intereses a sus compañeros. Otra de sus actividades en la juventud fue pulir lápidas de tumbas para revenderlas, según su hermano, obtenidas legalmente de los cementerios que las retiraban de tumbas que los familiares del muerto ya no pagaban, pero es muy difícil conocer la verdad.
“Seré millonario a los 22 años”.
Esa era su conocida meta, y aunque no la consiguió en la fecha deseada, para ese año, 1971, ya trabajaba para uno de los capos del contrabando en Colombia, Alfredo Gómez López, alias “El Padrino”, y se involucró en el secuestro y asesinato del empresario Diego Echavarría, lo que supuestamente le redituó 100,000 dólares. Ya metido en el negocio de las drogas, en 1975 Escobar eliminó al narco Fabio Restrepo, su rival en el negocio, y con varios socios y dos de sus hermanos, fundó el Cartel de Medellín que le daría fama.
Su talento para los negocios y su despiadado trato para todo el que se ponía en su camino le llevó a convertirse en uno de los pilares de la producción y tráfico de drogas antes de finalizada la década de los setenta.
La visión empresarial del capo era extensa y ambiciosa. Escobar aprendió a volar y el mismo transportaba su letal carga a los Estados Unidos en los primeros días. En 1978, junto con sus socios del cartel, Carlos Lehder y George Jung, compró la mayor parte de la isla Norman’s Cay en las Bahamas, donde su flota de aviones podía repostar en sus viajes de entrega a Florida.
Éxito
Eran los buenos tiempos. Entre ese año y 1982, el cartel transportaba a los Estados Unidos una media de 11 toneladas de cocaína al día, entre aviones, barcos y hasta dos pequeños submarinos, lo que le reportaba unos 60 millones de dólares diarios. Una de las anécdotas que cuenta el hermano de Escobar en su libro, La Historia del Contable, fue que era tanto el dinero que se gastaban 1,000 dólares semanales en ligas de goma para atar los fajos. Buena parte del dinero se invertía en propiedades, pero quedaba mucho para ser guardado en bodegas, donde los ratones se comían aproximadamente un 10% al año, pérdida que su dueño aceptaba sin más.
Escobar, el criminal más rico
Con tal flujo de capitales, no es de extrañar que Escobar se convirtiese en uno de los diez hombres más ricos del mundo, y en el criminal más rico de la historia. Un cálculo conservador estima que este criminal llegó a amasar una fortuna de más de 30 mil millones de dólares (30,000,000,000), pero algunos creen que sumándolo a todo el dinero que quedó enterrado la cifra podría ser muy superior.
Para ponerlo en perspectiva, en cifras actuales, la fortuna de Al Capone sería de 1,300 millones, y el hombre más rico del planeta, Bill Gates, presume de un patrimonio de alrededor de 80 mil millones de la divisa norteamericana.
Escobar y la justicia.
Escobar tuvo sus roces con las autoridades desde temprana edad. En 1976 Pablo y varios de sus socios fueron arrestados con un cargamento de 39 kilos de pasta de coca que habían traído desde Ecuador. Al principio intentó sobornar a los jueces, pero cuando esto se mostró imposible, Escobar manó a matar a los dos policías que lo habían detenido, por lo que el caso quedó en nada.
Este patrón se repetiría a lo largo de su carrera criminal, si no aceptan el dinero, eran asesinados. “Plata o plomo”, como solía decir el mismo Escobar. Para intentar protegerse de los ataques del gobierno colombiano, que ya lo tenía en la mira, el narcotraficante consiguió ser elegido a la cámara de diputados en 1982, año en el que formó parte de la representación colombiana a la toma de posesión de Felipe González.
Con el dinero llegan los problemas
Pero tanto dinero y tanta droga le estaban encontrando demasiados enemigos. Aparte de su constante guerra contra el Cartel de Cali, su competencia en el narcotráfico, Escobar entró en la lista de criminales buscados tanto por su gobierno como el de los Estados Unidos.
Y no sólo por la droga, sino por la larga lista de muertos que sus actividades iba dejando, incluídos miles de policías y varios políticos, como el candidato presidencial Luis Carlos Galán. En 1985, Escobar contrató a un grupo de terroristas del Movimiento 19 de abril (M-19), para que entraran en el Palacio de Justicia y quemaran los papeles referentes a sus juicios. El ataque terminó con medio tribunal asesinado.
Búsqueda y captura.
El 30 de abril de 1984, el asesinato de Rodrigo Lara Bonilla, a la sazón Ministro de Justicia, desató el periodo conocido como narcoterrorismo. El Presidente Belisario Betancurt lanzó una campaña policial para hostigar y detener a los narcotraficantes, empezando por confiscar sus bienes. Escobar y otros narcos reaccionaron con bombas y balas, y cayeron numerosos jueces, políticos, militares y periodistas.
La violencia duraría más de un lustro. Finalmente, ante el derrame de sangre y la imposibilidad de arrestar a Escobar, el presidente César Gaviria, recién llegado al poder, a finales de los 80, dejó entrever que había otra salida, y preparó a su pueblo y las leyes para anunciar una tregua y cumplir una condición que los narcos había solicitado, que nadie fuese extraditado a los Estados Unidos. El 20 de junio de 1991, Pablo Escobar se entregaba a las autoridades y entró en la prisión llamada “La Catedral”.
Cárcel a la medida
No era una cárcel cualquiera, ni mucho menos, la que vio llegar al capo. Él mismo había comprado los terrenos, él mismo la había diseñado, con grandes lujos, por supuesto. Escobar era el único prisionero (luego se le unieron su hermano y varios secuaces) y muchos de los guardias en el perímetro eran sicarios suyos disfrazados de militares. Desde ahí continuó manejando sus negocios que, aunque dejó de exportar cocaína a los Estados Unidos, seguían siendo vastos.
Cuando el gobierno comprobó que Escobar no había cumplido con su parte del trato, ordenó trasladarlo a otra prisión, pero no contó con que uno de los muros había sido construído exclusivamente con yeso, por órdenes del “patrón”, y Escobar y su séquito huyó del cautiverio andando un año y un día después de haber sido apresados.
Final
La guerra se reanudó, pero esta vez las cosas tomaron un cariz negativo para Escobar. Entre mediados de 1992 y comienzos de 1993 la persecución policial logró detener o matar a varios de sus más importantes lugartenientes. En enero, surgió además un grupo paramilitar autodenominado “Los Pepes” (Perseguidos por Pablo Escobar), que con sus contactos con el hampa cerraron aún más el círculo del mafioso más buscado del mundo. Escobar se vio acorralado e intentó negociar nuevamente su entrega e intentó conseguir un exilio para su familia, pero el gobierno esta vez no cayó en la trampa.
El 1 de diciembre de 1993, gracias a la triangulación de varias llamadas que hizo a su hijo por radio, Escobar fue localizado en una residencia de Medellín. Cercado por la policía,al día siguiente intentó escapar, pero murió de varios disparos en el intento. El crimen pagó durante mucho tiempo, y pagó bien, pero el precio último fue demasiado alto para Escobar, su propia vida.
Hola Jesús,
John D. Rockefeller, Andrew Carnegie, Cornelius Vanderbilt, John Jacob Astor… y tantos otros hombres ricos de la historia parecen quedarse cortos con Escobar. ¿Cómo una persona puede tener tanto (y tan poco según se mire) labrando su fortuna con sangre, dolor y muerte. ¿Que no tenía conciencia? No, supongo que no. Lo de las ligas de goma me ha dejado perplejo y me ha hecho pensar la cantidad de personas que dejarían de morir si ese dinero se empleara en alimentarlas.
Abrazos
Hola Francisco,
en la época en la que vivieron los millonarios que mencionas, la mayor parte de la población mundial era muy pobre, y sus negocios se beneficiaban casi exclusivamente del mercado norteamericano, que tampoco es que fuese tan rico. Ahora las cosas son diferentes, el mundo está globalizado, y hay mucha gente con mucho dinero. Escobar pudo beneficiarse del despilfarro de los drogadictos norteamericanos, dispuestos a regalarle su dinero. ¿Conciencia? ninguna, como cualquier otro criminal de su calaña. Como bien dices, hubiese podido ayudar a mucha gente con su dinero, y no sólo con limosnas…
Mil gracias y un abrazo!
Han pasado mas de dos décadas de su muerte y aún hay muchas heridas abiertas y muchos estigmas dejados por este personaje. Y lastimosamente los medios de comunicación de mi país se empeñan en mantenerlo vigente, «homenajeandolo» con narco-novelas y narco-series que luego exportan al resto del mundo.
Muy buen articulo, un saludo desde Medellín, Colombia.
Hola Jotape,
en verdad es triste que muchos sigan considerando a Pablo Escobar como un héroe. Probablemente no conocen las cifras de muertos que dejó detrás y todo el caos que sufrieron Medellín y todo Colombia. Como sabrás, algo parecido sucede en México, donde también les escriben narco-corridos…muy triste…
Muchas gracias y un cordial saludo.
Escobar pudo ser un millonario y lo curioso a que precio recuerdo un libro que narra el drama de su familia una vez muerto, ningún país los quería recibir, por mas millones que tengan, pero de acuerdo a la información que tenia fue eliminado por una carta bomba de acuerdo a muchos analistas método dirigido por la CIA.
Hola Arnaldo,
Leí que Escobar buscó negociar salvoconductos para su familia, pero como bien dices, nadie les quiso dar refugio. Al final, algo he leído sobre su hijo, que hizo un documental hace unos años. Del dinero, sinceramente no se dónde quedó… en los bolsillos de algún político… 😛
Un abrazo y mil gracias.