De cómo los cazatesoros encuentran el oro español.

A finales de los años 60 del siglo pasado, un joven candidato a Doctor en Historia de la Universidad de Florida fue contratado por Mel Fisher, uno de los más célebres cazatesoros norteamericanos. Fisher quería que Eugene Lyon llevara a cabo una investigación sobre el paradero del Nuestra Señora de Atocha, un galeón español hundido en las costas de Florida en 1622 con un ingente cargamento de tesoros. Fisher llevaba ya varios años buscando el pecio, sin suerte, y creía que posiblemente estaba buscando en el sitio equivocado. La labor de Lyon era buscar toda la información pertinente al naufragio, y para ello viajó al repositorio más importante de todo lo que tenga que ver con el comercio entre España y sus territorios en América, el Archivo General de Indias, en Sevilla.

El Cofre de los tesoros.

En 1785, el rey Carlos III decidió fundar el Archivo General de Indias para centralizar toda la información y documentos relacionados con la administración de las colonias americanas, hasta entonces repartidos entre los otros tres archivos de la corona en Cádiz, Simancas y Sevilla. Como sede, eligió el edificio de la Casa de la Lonja de Mercaderes de Sevilla, construido dos siglos antes. El encargado del proyecto fue José de Gálvez y Gallardo, marqués de Sonora, vizconde de Sinaloa y por un tiempo visitador (inspector) en el Virreinato de la Nueva España. En menos de cinco años había conseguido su objetivo, y desde entonces como ahora, el Archivo permanece en la misma sede.

Archivo General de Indias, Sevilla.

Archivo General de Indias, Sevilla.

Abierto al público.

Al investigador/cazatesoros Lyon no le costó mucho trabajo acceder al archivo, de hecho, casi cualquiera puede hacerlo. (He hablado con personal de la institución para preguntar por los requisitos para entrar y examinar algunos de sus más de 43,000 carpetas con más de 80 millones de folios, y sus 8,000 mapas e ilustraciones, y me han remitido a este documento en PDF). Entre los documentos, el historiador encontró unas cartas de los sobrevivientes del Nuestra Señora de Atocha donde indicaban el punto donde un huracán había hundido a este y los demás galeones que conformaban el convoy. Comparando los mapas de aquel entonces con otros actuales, no obstante, Lyon se dio cuenta que el islote más cercano al punto del naufragio había cambiado de nombre, por lo que Fisher estaba buscando en el lugar equivocado. Las indicaciones de Lyon fueron cruciales para que el cazatesoros encontrase el tesoro, valuado en 450 millones de dólares, en 1985.

Cualquiera puede hacerlo.

Recientemente, el anuncio hecho por el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, de que se habían encontrado los restos del galeón San José frente a las costas de Cartagena de Indias, ha devuelto a los titulares la Restos del galeón San José, Gobierno de Colombia.historia de los miles de barcos españoles cargados de tesoros y hundidos en el Caribe y otros mares del mundo. En realidad, el San José fue re-encontrado, pues en 1981, la empresa cazatesoros Glocca Murra (actualmente denominada Sea Search Armada), supuestamente ya había localizado el pecio del San José, pero debido a una disputa legal con el gobierno colombiano sobre la propiedad del tesoro, el rescate no se llevó a cabo. Santos dice que la armada colombiana encontró el pecio sin los datos recogidos por SSA y que Colombia ha ganado en los tribunales estadounidenses, extremo que la empresa niega. Casualmente, miembros del equipo de la Sea Search Armada también había estado en el Archivo General de Indias buscando información.

Sobra decir que, de acuerdo con los convenios internacionales sobre la propiedad de naufragios, tanto el barco como su carga pertenecen a España, era un buque español, con bandera española, y transportando mercancías de un puerto español a otro puerto del mismo estado. Sin embargo, el gobierno colombiano no es signatario de algunos de esos acuerdos, por lo cual no los reconoce y reclama el barco como suyo. No voy a meterme en la discusión, pues ni soy experto en el tema ni nos va a llevar a ningún lado, esa es una tarea de las autoridades de ambos países.

No debe permitirse el acceso a cualquiera.

El problema que tengo es más bien con el acceso a la información sobre la localización de los naufragios españoles. No estoy muy seguro de que sea idóneo que datos tan sensibles estén al alcance de cualquiera. Soy el primero que reclama la transparencia y la apertura de la información del gobierno a los ciudadanos, pero en este caso, no estamos hablando de las cuentas del algún ministerio o los tejes y manejes de un alcalde, sino de un legado cultural e histórico significativo, cuya protección es deseable y necesaria. En mi humilde opinión, todos los datos sobre pecios españoles deberían ser considerados secretos de estado. Dichos documentos deberían estar disponibles sólo a historiadores e investigadores seleccionados. No me vale que el acceso sólo esté prohibido a los extranjeros, pues fácilmente encontrarían a algún paisano que les hiciera el trabajo sucio.

¿Qué hacer?

A partir del año 2007, después del rescate del tesoro del Infanta mercedes por la empresa estadounidense Pecios españoles cercanos a Venezuela.Odyssey, la Armada Española ha venido elaborando una base de datos con los naufragios conocidos de barcos españoles en nuestras aguas, con la intención de «protegerlos del expolio», pero no hay una lista oficial de los que hay en América. Sólo en la Bahía de Cádiz, según la Asociación por el Rescate de los Galeones Españoles, “habría 180 barcos cargados de tesoros valorados en unos 25.000 millones de euros.” Una cantidad considerable, como lo son los probables tres a cinco mil millones de Euros del San José. Pero dineros aparte, el acervo cultural e histórico bajo las aguas es tan importantes que no debería ser dejado en el fondo para que el tiempo y el salitre lo destruyan. Sin embargo, y, a pesar de la nueva base de datos, no hay ninguna iniciativa española para recuperar el legado.

En un artículo dedicado al Nuestra Señora de Atocha, ya sugerí que el gobierno español debería negociar con los países latinoamericanos, recordando nuestro pasado común, para salvar conjuntamente los tesoros, económicos e históricos, y repartirlos equitativamente. Es mejor que los disfrutemos todos a que empresas con ánimo de lucro se queden con todo aprovechándose de la apatía de nuestros gobiernos. El resultado es patético, como lo es la página de la empresa de Mel Fisher, que con toda la cara vende en su página web, monedas y joyas pertenecientes al Nuestra Señora de Atocha como si fueran miniaturas de la Torre Eiffel. A nuestro gobierno debería caérsele la cara de vergüenza.

26 thoughts on “De cómo los cazatesoros encuentran el oro español.

  1. A nuestro gobierno ya no se le cae la cara de vergüenza porque ya no tiene ni cara ni vergüenza, si acaso lo que les queda es una cara dura de piedra impasible y sin gesticulación alguna…más o menos como la de nuestro presidente del gobierno. Leer artículos como éste que publicas me llenan el ánimo de rabia y de vergüenza porque yo sí que tengo.Tenemos un gobierno de MIERDA que sólo mira para sus bolsillos propios y sus cuentas bancarias, y ya ni les importa meter la pata una y mil veces cada vez que abren la boca, como estamos pudiendo ver éstas últimas semanas. Mientras ellos nos roban nuestro dinero dejan impunemente que nos roben nuestro patrimonio histórico y cultural, y ojo que ya hay muchos que cederían con gusto monumentos construidos en nuestra patria a descendientes de los que los construyeron….me refiero a musulmanes y paro de contar. Un placer leer todos tus posts Jesús, un abrazo

    • Hola Brandigam,
      tienes razón, nuestros gobiernos no tienen vergüenza, a menos que se trate de expoliar nuestros bolsillos. No es nada nuevo que lo único que les importa es mantenerse en la poltrona, a cualquier precio, así sea sacrificar nuestro legado cultural. Pero qué te voy a decir, el sistema partitocrático fue creado precisamente para que el poder lo ostentaran los partidos, y no los ciudadanos, que es lo que nos daría el derecho de llamarnos «democracia». hasta entonces, disfrutemos de lo que otros eligen.
      Muchas gracias por comentar, un saludo no resignado.

      • Por supuesto que de resignados nada, pero qué podemos haces? los ciudadanos «libres» de a pie, o en moto, coche, o tren, no podemos hacer nada que votar, la cual cosa viene a ser igualmente inútil, ya que con ésta historia de los pactos, al final ganan elecciones gente que no la ha votado la mayoría y cosas, así, por eso imagino que dices lo de la partitocracia que era un término, que he aprendido hoy. Como coleccionista de monedas antiguas españolas preferentemente leer éste artículo me hizo montar en cólera como a mucha gente orgullosa de su patrimonio sin ser necesariamente aficionada a la numismática. Guardo con placer simples piezas de a ocho reales de todos los reyes de España, así como duros de plata que fueron los descendientes de aquellos Reales de a ocho que ya mencionaba Cervantes en su Don Quijote, y eh hecho de imaginar que mientras escribo éstas líneas, posiblemente naciones extranjeras estén robando nuestro botín hundido con el pretexto de que nosotros también lo robamos a las Indias me encoleriza y avergüenza hasta más no poder… Solamente tenemos que ver a nuestro presidente del gobierno….o es ya ex presidente? Alguien cree que ese señor sabe siquiera lo que és un Galeón?.

        • Hola Brandigam,
          que te voy a decir que no hayas apuntado ya. Así es nuestro sistema político, en mi opinión, muy alejado de la democracia, pues no se nos permite elegir a nuestros representantes y no existe la separación de poderes. El día en que el poder pase de los partidos a las personas probablemente podamos elegir gobernantes que estén a la altura, y probablemente también se interesen por la historia de esta gran nación.
          Mil gracias y un abrazo!

  2. Hola Jesús,
    estuve hace poco más de un año en la ciudad de Sevilla, viaje que recomiendo encarecidamente a todos, y aunque no entré en el Archivo General de Indias mi imaginación volaba al tenerlo delante. Me parece soberbio y digno de publicarse en prensa tu artículo de hoy. Coincido plenamente en lo que dices aunque como en tantas otras ocasiones -y más en el contexto de crisis en el que nos encontramos- veo difícil actualmente que una empresa no privada y sin ánimo de lucro quisiera invertir en la búsqueda de este Patrimonio.
    Un abrazo y permíteme felicitarte nuevamente por tu blog, es como esos tesoros, con el tiempo gana en interés.

    • Hola Francisco,
      yo entré una vez en el Archivo general de Indias, pero sólo como turista. Fue tiempo después que me enteré que casi cualquiera puede entrar y beneficiarse de su inmenso patrimonio, lo que en parte considero una ventaja. Pero en el caso de los tesoros sumergidos, creo que representan un legado histórico y cultural muy valioso que, desgraciadamente y por su naturaleza, no podemos proteger físicamente. La única medida que se me ocurre es limitar el acceso a la información para que los aficionados o cazatesoros se aprovechen de ella. Es sólo una sugerencia, pero me gustaría que el gobierno la escuchara y la tomara en cuenta…estaré soñando despierto? 😛
      Muchas gracias por tu amable colaboración. Un saludo cordial.

      • Oye, y podrías aprovechar esa ventaja para descubrir que fue de la cabeza de Quetzalcoatl de oro????. En las cartas de Hernán Cortés al rey de España hay un inventario de uno de los cargamentos que fue enviado como pago de impuestos. Allí menciona una cabeza de Quetzalcoatl de oro adornado con un penacho de plumas de quetzal. Pero nunca he visto una foto o alguna referencia a dicha cabeza, no sé si se hundió en el mar, si la fundieron para hacer monedas o qué pasó con ella.

        • Hola Carlos Manuel,
          no sé si te refieres al Penacho de Moctezuma, que, efectivamente, fue un regalo para Carlos I por medio de Hernán Cortés. Dicha prenda, cuya autenticidad no está completamente validada, se encuentra desde hace muchos años en el Museo Etnográfico de Viena. Llegó ahí porque, como sabrás, el hermano de Carlos, Fernando de Habsburgo fue rey de Austria. Desde hace décadas que el gobierno mexicano intenta su devolución, pero hasta ahora dichos esfuerzos no han encontrado respuesta. Eso sí, llama la atención de las actividades de Xokonoschtletl Gómora, un danzante folclórico mexicano que organiza una protesta cada año frente al museo. Nunca se sabe, probablemente algún día lo devuelvan.
          Espero haber respondido a tu pregunta. Un cordial saludo y gracias por comentar.

          • No, en la carta del 10 de julio de 192 dice:

            Iten más: dos plumajes de colores que son para dos capace tes de pedrería que abajo dirá. Más otros dos plumajes de colores que son para dos piezas de oro que se ponen en la cabeza, hechas de manera de caracoles grandes. Más dos pájaros de pluma verde con sus pies y picos y ojos de oro, que se ponen en la una pieza de las de oro que parescen caracoles. Más dos guariques grandes de pedrería azul que son para poner enla cabeza grande del caimán. En otra caja cuadrada, una cabeza de caimán grande de oro, que es la que arríba se dice para poner las dichas piezas. Más un capacete de pedrería azul con veinte cascabeles de oro que le cuelgan a la redonda con dos sartas que están encima de cada cascabel y dos guariques de palo con dos chapas de oro.
            Más una pájara de plumajes verdes, e los pies y pico y ojos de oro.

            esa cabeza como de caimán es a la que me refiero

            • Hola Carlos Manuel,
              tienes razón, en la lista aparece otro penacho, pero la verdad es que no tengo ni idea de que pudo haberle pasado, como al resto de objetos. Acabo de hablar con un amigo y me dice que la única referencia de que existieran es precisamente ese registro, pero no se sabe nada más de los regalos. A ver si algún día sale…
              Muchas gracias nuevamente y un saludo.

  3. Totalmente de acuerdo en cuanto al acceso a los archivos y también en la firma de acuerdos al respecto con los países latinoamericanos.

    • Hola Valentín,
      es una sugerencia que podría agradar a todos, pero especialmente una solución para recobrar buena parte de ese acervo cultural para que los ciudadanos podamos conocer mejor nuestra historia. Dudo mucho que algún político se haga de eco de ella, pero no pierdo nada en publicarla.
      Muchas gracias por comentar. Un saludo.

  4. sin entrar en discusiones sobre quien debe quedarse el tesoro (La ley es clara y debe ser entregado a España). El titular de esta nota me llama la atención ya que el oro no es español. No fueron manos españolas las que cavaron la tierra, no fueron espaldas españolas las que recibieron azotes ni fue el sudor español el que mantuvo encendidas las fraguas. España tiene derecho al oro, pero el oro no es español.

    • Hola Paynalton,
      los territorios de donde se extrajo el oro y la plata en aquel entonces eran españoles, y los que trabajaron en la mina, europeos algunos y americanos otros, eran todos súbditos españoles (a mi no me gusta ser súbdito español, pero lo soy, y no puedo cambiarlo). Ergo, el oro es español, pero esa es mi opinión…
      Muchas gracias y un saludo.

  5. ahhhh amigo …. los secretos de estado que deben guardarse en un lugar tan tan tan grande que probablemente los estén enviando a Marte …..

    • Bonjour María,
      es verdad que el mundo está lleno de secretos, al igual que las personas. Pero si te digo la verdad, creo que los secretos añaden un poco de misterio a nuestras vidas y os empujan a ser curiosos. La curiosidad nos lleva a aprender y a progresar, no crees?
      Muchas gracias por comentar. Un cordial saludo.

  6. Ya en el caso de Nuestra Sra de Atocha me llamó la atención que un país como España no tenga como mínimo un organismo para la protección y recuperación del patrimonio histórico sumergido. Solo se trabaja en algún despacho de abogados y cuando los cazatesoros actúan.

    No será por falta de pecios, de recursos técnicos o de profesionales. ¿Por qué esa desidia y este desinterés por nuestra historia? No le encuentro explicación. Países productores de petróleo tienen ministerios del petróleo sin ningún complejo, y eso que se trata de un líquido negro y asqueroso que no nos cuenta nada de su historia remota.

    • Asi es Tomás,
      es incomprensible que una nación tradicionalmente marítima, y con tantos pecios regados por el mundo, no tenga ni siquiera una unidad especial para la búsqueda y protección de nuestro legado. Pero ya conoces a nuestros políticos, si algo les importa poco es la cultura y la historia. Lo que me extrña es que no piensen ni en el dinero…y así nos va…
      Muchas gracias y un abrazo!

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