Las Sociedades Científicas, impulsoras del progreso.

Segunda Parte.

En la entrada de ayer repasamos el origen de las Sociedades Científicas y tuve espacio para reseñar un par de ellas entre las más importantes. Pero me quedaron varias en el tintero, y aprovecho hoy para mencionarlas.

La Sociedad Linneana de Londres

La más antigua de las sociedades científicas dedicadas a la biología (historia natural y taxonomía), The Linnean Society fue fundada en 1788 y bautizada en honor al naturalista sueco Carolus Linnaeus, quien diseñó la nomenclatura binomial que aún utilizamos para clasificar los seres vivos. La sociedad aún guarda las colecciones de plantas y animales de Linnaeus así como su biblioteca particular, y varias colecciones más de importancia, entreSociedad Linneana las que se encuentran algunas de las de Darwin. Fue precisamente en una de sus reuniones que se presentó La Teoría de la Evolución por Selección Natural, a insistencia de dos destacados miembros de la institución, Charles Lyell y Joseph Hooker. En el mismo edificio desde entonces, en Piccadilly, la Sociedad Linneana mantiene su ciclo de conferencias y presentaciones de libros, ideas y descubrimientos, y pone a disposición de sus miembros su enorme colección con decenas de miles de especímenes (on-line en este enlace:http://www.linnean.org/www.linnean.org/Library-and-Archives/online-collections.html) . Aparte de sus renombrados miembros decimonónicos, la SL tiene en la lista de socios a la reina Elizabeth II y a sus hijos Philip y Charles, príncipe de Gales, al emperador Akihito y al rey Carl Gustaf de Suecia, así como al mediático David Attenborough.

Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

España no se queda atrás en lo que concierne a las antiguas sociedades científicas. Los antecedentes de la Real Academia de las Ciencias Exactas se remontan a la fundación, en 1582, de la Academia de Matemáticas de Madrid (curiosamente, la cédula de la fundación está fechada en Lisboa). Más tarde, en 1734 nace la Real Academia de Medicina y Ciencias Naturales, que dos décadas después, el ingeniero y científico Jorge Juan de Santacilia separaría en dos, una para cada disciplina. Sin embargo, estas no durarían por falta de patrocinadores, y habría que esperar hasta 1834 para la creación de la Real Academia de Ciencias Naturales de Madrid, y a 1847 para que obtuviera su actual nombre (http://www.rac.es/0/0_1.php). Entonces como ahora, la Academia fungió un papel significativo en el estudio y la investigación de las ciencias.

Real Academia de las Ciencias Exactas, Físicas y Naturales

Kaiser Wilhelm Gesellschaft/Max Planck Gesellschaft

Algo más tardía que las sociedades en otros países, algo comprensible en un país que se unificó en 1871, la Sociedad Kaiser Guillermo fue fundada por este monarca en 1911, y como las demás, su objetivo era la promoción de las ciencias. La diferencia de esta institución es que en su seno encompasaba a todas las disciplinas científicas Sociedad Max Planckbajo una misma casa, dividida en más de 40 institutos, como el de química, el de física, historia, etc. Durante la primera mitad del siglo XX llegó a ser la más prolija y respetada de todas las sociedades científicas del mundo, contando entre sus miembros a los físicos Max Planck, Albert Einstein y los químicos Fritz Haber y Otto Hahn, todos ellos receptores del Premio Nobel. En total, los científicos de la KWG ganarían 15 Premios Nobel tan sólo en la primera mitad del siglo XX. Sin embargo, la colaboración de algunos de sus miembros y la discriminación que sufrieron aquellos de origen judío. llevó a los aliados a cerrar la sociedad en 1946. Dos años después renacería con el nombre de Max Planck Gesellschaft (Sociedad Max Planck). Desde entonces los científicos de la MPG han recibido 18 Premios Nobel, todos ellos en física, química y medicina.

National Geographic Society

Aunque este nombre nos recuerde a una revista o un canal de televisión, lo cierto es que la NGS es ante todo una sociedad científica. Fundada en Washington en 1888 para “incrementar y difundir el conocimiento geográfico”, empezó como un club de exploradores, científicos, académicos y gente adinerada que compartía la pasión por los National Geographic Society viajes. Entre ellos se encontraba Alexander Graham Bell, quien fuese su segundo presidente, y el yerno de este, Gilbert Hovey Grosvenor, ejerció como el primer editor de la famosa revista del marco amarillo, que se ha convertido en el símbolo y logotipo de la sociedad y de sus múltiples terminales mediáticas. Bell y Hovey Grosvenor también crearon el sistema de venta de membresías, y bajo el mando del último la revista fue la primera en utilizar fotografías a gran escala para contar historias (Wikipedia). Como sus semejantes en Europa, la NGS patrocina expediciones desde sus inicios, incluyendo las que llevaron a Robert Peary al Polo Norte y a Hiram Bingham a descubrir Machu Picchu. En la actualidad, la National Geographic es una de las más grandes instituciones sin ánimo de lucro dedicadas al conocimiento científico, y su revista tiene una tirada cercana a los nueve millones de unidades.

Las sociedades científicas del mundo continúan su labor de promoción y divulgación en sus respectivos campos. La gran mayoría sigue patrocinando expediciones y ofreciendo becas a estudiantes e investigadores. También entregan medallas a miembros distinguidos, publican revistas y libros y en sus sedes organizan ciclos de conferencias y presentaciones, una actividad no muy diferente de la que llevaban a cabo siglos atrás. Es verdad que en la actualidad la supremacía de la investigación ha pasado a las universidades, pero su legado y su permanente apoyo a las ciencias les han ganado un importante lugar en la historia.

4 thoughts on “Las Sociedades Científicas, impulsoras del progreso.

  1. Gracias Jesús;
    La lectura de este artículo se complementa muy bien con el libro «Los Descubridores» que estoy leyendo actualmente. Lo recomiendo!
    Saludos.

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