Hay cosas que nos cuestan trabajo creer, historias o anécdotas de eventos o personas que no encajan en nuestras ideas preconcebidas, o incluso en las bien fundadas. No obstante, los hechos están ahí, flagrantes, evidenciados, innegables. Lo sé, el titular puede parecer algo sensacionalista, pero no se aleja de la realidad ni un milímetro. Hubo un momento en la Segunda Guerra Mundial, que el Führer decidió no hacer uso de un tipo de armas muy destructivas, de las de destrucción masiva, químicas y biológicas para ser exacto, y con ello ahorró a los aliados miles, quizá millones de vidas. Cuesta trabajo creerlo, insisto, pero el dictador alemán no quiso usarlas, y dio órdenes muy estrictas de no usarlas, aunque es verdad que llegó a considerar la posibilidad de hacerlo.
Führer poli bueno
Vayamos por partes. En las etapas tempranas de la guerra, cuando los panzers se paseaban por media Europa y parte de Asia, y los Stuka vigilaban desde el cielo. Era mayo de 1942 cuando el Jefe del Alto Mando, Mariscal de Campo Wilhelm Keitel, pasó la orden que acababa de recibir de Hitler, de “prohibir los preparativos para una ofensiva con armas biológicas de cualquier tipo (Documento AWA No. 141-42 g. Kdos. fechado el 26 de mayo de 1942). Al mismo tiempo, Hitler ordenaba los preparativos para la defensa en contra de dichas armas. Sin embargo, y dada la costumbre del Führer de no ser muy claro en sus directivas, tanto los científicos como los generales vieron una ventana que les permitiría actuar.
Ya que para defenderse de un agente biológico o químico hay que conocerlo bien, los expertos sabían que tenían que investigar, hacer pruebas. Da igual si un arma es utilizada ofensiva o defensivamente, hay que probarla, y para ello hace falta tenerla. Como fue, hombres de ciencia continuaron desarrollando agentes bioquímicos aún ante la prohibición de su líder. Principal y penosamente, se llevaron a cabo múltiples experimentos utilizando a prisioneros de los campos de concentración como conejillos de indias. Queriendo o no, la Alemania nazi fabricó y almacenó grandes cantidades de armas de destrucción masiva.
Aliados no son tontos
Nadie se fiaba del megalómano Führer, y los aliados decidieron prepararse para lo peor. Con la experiencia de la Primera Guerra Mundial, en la que ambos bandos habían usado gases tóxicos, todos creían que se volverían a
Führer acojonado
Cuando el derrotero de la guerra ya había dado un giro de 180 grados, después de Noráfrica y Stalingrado, varios
¿Es que al genocida le estaba dando cargo de conciencia? ¿Es que de repente se preocupó por el bienestar de los civiles? Nada de eso, el hombre que había promovido el exterminio de otros grupos étnicos no se volvió bueno, si no
Y hay una razón más. Los expertos militares sabían desde la Gran Guerra que los gases tóxicos no eran muy efectivos en el campo de batalla, si acaso como arma psicológica por el terror que causaban, pero poco más. No destruían equipamiento, ni pertrechos, y una vez que los soldados se acostumbraron a las máscaras y estas fueron ubicuas, eran pocos los que morían. Hitler mismo se recuperó sin complicaciones. Como mucho, las armas biológicas y químicas podían usarse contra la población civil, o contra las fuentes de alimentos, pero este tipo de estrategia había demostrado que sólo aumentaba el apoyo civil al esfuerzo bélico. En resumen, se ganaba muy poco con ellas y potencialmente se podía perder mucho.
Todos los participantes en la guerra, alemanes incluidos, agradecieron que Hitler no utilizara las armas de destrucción masiva contra los aliados. Hubiese sido dar patadas de ahogado, y sólo hubiesen aumentado el oprobio causado por Alemania. Pero no nos confundamos, si el Führer perdonó la vida a miles de yanquis, rusos y británicos, no fue porque se le ablandara el corazón, sino porque sabía que las consecuencias serían más negativas que positivas para sus propósitos.
Más enlaces de interés:
Sobre la prohibición de fabricar armas de destrucción masiva
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Hola Jesús,
coincido con tu apreciación final, Hitler finalmente valoró que no le sacaría la "rentabilidad" que quería a su idea de un ataque químico, porque si hubiera sido lo contrario seguro que las habría utilizado. Pienso que en el futuro no se emplearán grandes cañones, ni bombas nucleares, sino esas bacterias microscópicas, esos virus imperceptibles a los ojos de las personas, pero mucho más letales. ¡Horroroso!
Un abrazo
Hola Francisco,
Pocos hacen algo sin alguna razón, y por lo general es una razón egoísta. Hitler sabía muy bien que los aliados podían usar los gases en su contra, y que él llevaba las de perder. Aún así hizo muchas cosas en contra de toda lógica, como invadir la URSS, pero en ese caso sus servicio de inteligencia le fallaron y no supieron calcular la amenaza. En el caso de las armas bioquímicas sí se lo advirtieron, y gracias al Cielo les hizo caso. No quiero ni pensar en lo contrario...
Muchas gracias y un saludo cordial.
Hola F.J. Realmente como dices, las guerras en el futuro van a ser terribles. Si de la primera a la segunda murieron 40millones de personas mas, con lo de las bacterias no me quiero imaginar. Un abrazo y para el profesor otro.
(Gracias a ti por el abrazo que me toca ;) ) Otro de vuelta!
Buenisisisisismo artículo, está claro que el malo era malo y no tonto y como siempre actuó en su propio beneficio. Felicidades!
Hola Planeta,
muchas gracias por tu comentario. Hitler, como cualquier humano, podía ser muy malo, pero no era del todo tonto. Sabía que si usaba armas químicas contra los aliados estos se las devolverían, con creces. Gracias al cielo hubo un poco de cordura en ambos bando...
Mil gracias nuevamente y un saludo!