Una noche hace una veintena de años, veía en las noticias de la CNN imágenes de mujeres, niños y ancianos bosnios caminando por la carretera con caras sucias, afligidas y desesperadas. Huían del exterminio serbio y se agolpaban tras las barreras de un paso fronterizo con Croacia, cuyos habitantes, poco antes, habían sufrido una suerte similar. En segundos se me humedecieron los ojos,y la novia que tenía a mi lado me preguntó qué me pasaba. Le respondí que en esos semblantes angustiados, en esas almas desamparadas, podía ver a mi abuela cuando cruzaba la frontera de España con Francia, obligada por la tragedia de la guerra a iniciar un viaje que sólo le permitiría volver a su patria como turista. Esa inmigración involuntaria, la llevaría a ella y a mi abuelo hasta tierras americanas, donde comenzarían una nueva vida, donde tuvieron y aprovecharon una nueva oportunidad de alcanzar sus sueños. Más tarde, y por las mismas circunstancias, mi otro abuelo, y luego mi abuela, mi padre y mis tíos hicieron el mismo recorrido, sin el cual yo no hubiese nacido.
Inmigración forzosa, o no.
No todos los inmigrantes lo hacen forzados por la guerra o por cuestiones políticas como la falta de libertad. Los hay que buscan un nuevo destino empujados por la pobreza, por el hambre, pero también los hay que sólo buscan una vida mejor, una existencia en la cual puedan desarrollar sus talentos, en la cual se les permita ampliar sus horizontes, alcanzar sus objetivos vitales. Es gente que en sus países de origen no encuentran las oportunidades de progreso que buscan, que no se conforma con sobrevivir con las dádivas de sus respectivos gobiernos, causa esenciales de su situación. Los inmigrantes son emprendedores natos.
Hay algo que la mayoría de los inmigrantes tienen en común, voluntarios o forzados, y es la voluntad de mejorar, de iniciar una aventura, de esforzarse por buscar una vida mejor para ellos y sus familias. Ergo, aquellos países que reciben a los inmigrantes son receptores a su vez de un gran tesoro, de una riqueza humana, de un premio biológico, económico y cultural del que se beneficiarán durante décadas, si no siglos. La inmigración es positiva, para el que la efectúa como para el que la permite, y no por nada los países más prósperos de la Tierra se distinguen por ser o haber sido el destino de grandes movimientos migratorios.
La inmigración es un chollo, pues el país receptor se beneficia de la fuerza de trabajo de los hombres y mujeres que llegan para formar parte de su fuerza laboral, sin haber tenido que criarlos, sin haber tenido que educarlos y curarlos. Producen y pagan impuestos sin que el estado haya gastado un céntimo en su crianza, si acaso en la ayuda que se les presta cuando recién desembarcan en sus costas o aeropuertos. La inmigración es un chollo porque a pesar de sus desventajas, produce riqueza en el país receptor, aumenta el nivel de vida de todos, tanto inmigrantes como nativos, y promueve la diversidad de ideas, tan costosas como resultan en la actualidad.
Inmigración cultural.
La tierra de acogida se beneficia de la riqueza cultural de los recién llegados, de sus ideas, de sus talentos, de sus canciones y poesías, de su gastronomía. Buen ejemplo son casi todas las ciudades europeas y norteamericanas, donde las calles están repletas de restaurantes étnicos, chinos, italianos, vietnamitas o mexicanos; de músicos peruanos con sus flautas de pan, de tamborileros senegaleses con sus túnicas de elegantes y alegres estampados, y de cantantes irlandeses de folk. Puede que a Sevilla no le haga falta más fiesta, pero sinceramente, no sé qué sería de Nueva York, Londres, Berlín o Estocolmo sin sus inmigrantes.
Inmigración necesaria.
Muchos se quejan de que los inmigrantes quitan empleo a los nativos, pero no todos se dan cuenta de que esos empleos, normalmente no especializados y de baja remuneración, son los que la población local ya no quiere ocupar, debido a su más alto nivel formativo. En cualquier país, por muy desarrollado que sea, hace falta gente que barra las calles, que friegue los platos, que limpie las casas, y los inmigrantes rara vez hacen asco a dichas labores, a un bajo coste, lo cual mejora la capacidad adquisitiva de los ciudadanos. Yo fregué platos, serví mesas y preparé cócteles, y con el dinero resultante me pude pagar los estudios que me han permitido alcanzar mis objetivos. Y pagué impuestos.
Muchas otras veces, inmigrantes calificados rellenan posiciones de empleo necesarias que el mercado laboral local no consigue por sí solo. En varios países europeos no tienen suficientes enfermeras, fisioterapeutas, dentistas, y esas posiciones son ocupadas por inmigrantes, que, recordemos, llegan ya formados sin costo para el estado receptor. Todos ellos pagan impuestos, y seguridad social, y en muchos casos son indispensables para mantener los sistemas de pensiones basados en fondos comunes. Que en ocasiones también producen gastos sin colaborar en el sistema, es más bien la responsabilidad del estado y de sus descontrolados “estados del bienestar” y de sus gestores que se lo permiten. En cualquier caso, los beneficios son siempre mayores que los costes.
Inmigración y biología.
No todos las ventajas de la inmigración pertenecen al ámbito financiero. La llegada de personas de otras partes del mundo enriquece la reserva genética de una nación, haciéndola más diversa (y no hablo sólo del color de la piel o de los ojos), aumentando sus probabilidades de encontrar esas ventajas evolutivas que nos ayudan a adaptarnos mejor al entorno, de sobrevivir como especie. Un pueblo que se resiste a mezclarse con otros grupos étnicos está condenado a la homogeneización de esa reserva genética, algo así como ha sucedido con las casas reales europeas, en un contexto temporal más extenso, pero igualmente inevitable.
Y ojo, que defiendo la inmigración, pero no aquella que se hace sin control, sin orden, que no hace más que agitar a la población local con ridículas ofertas de “papeles para todos”. En ocasiones la inmigración provoca un aumento en la criminalidad, es verdad, pero es la labor de los agentes políticos encargarse de que los recién llegados respeten el orden, las leyes y la cultura local, y eso sólo se puede lograr cuando los procedimientos de acogida se hacen con la cabeza, bien organizados y al ritmo de las posibilidades del país anfitrión. Hay gente mala y buena en todas partes, y no debemos generalizar, pero la ley es la ley. El que no la respete, no tiene cabida en un país que le acoge.
Soy nieto e hijo de inmigrantes, y yo mismo lo he sido en dos países, donde he podido admirar, y disfrutar, los muchos e importantes beneficios de la diversidad cultural. Es verdad que no en todas partes la inmigración produce beneficios tangibles a corto plazo, pero un breve análisis histórico deja entrever que dichas excepciones se deben a la mala gestión de los procesos migratorios. Hace 2000 años, el Imperio Romano se construyó en buena medida gracias a los inmigrantes, que enriquecieron las arcas del estado y el inmenso acervo cultural que Roma llegó a presumir. No obstante, y como lo explica este interesante artículo, la mala gestión de un movimiento demográfico también acabó con el imperio. Cuestión de los gobernantes, no de los gobernados.
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Algunos artículos sobre el tema:
http://www.dinero.com/economia/articulo/beneficios-migracion-entre-paises/212658
http://www.cafeconlecherepublicans.com/ventajas-de-la-inmigracion-en-usa/
Hola Jesús,
brillante y de lectura obligada el artículo de hoy. Si me lo permites enfocaré mi comentario desde el punto de vista médico, un tema que traté en mi blog hace ya un tiempo. Se trata del síndrome de Ulises o del Inmigrante con estrés crónico y múltiple, descrito por primera vez por el profesor Joseba Achotegui no tanto como una enfermedad sino como un cuadro reactivo frente al estrés que sufren las personas que emigran y sufren situaciones límite que no permiten superar ese duelo que les ocasiona el estar alejados de sus familiares y amigos. La desesperanza, la soledad y el miedo que sufren, es el mismo que el que tuvo que superar el héroe griego y de ahí el nombre que recibe. Afecta a hombres y mujeres por igual, siendo más frecuente en latinos y subsaharianos que llevan entre 2 y 5 años lejos de sus países de origen, y se calcula que el 15% de todos los inmigrantes atendidos en el sistema sanitario de algunos países lo padecen. En muy pocas ocasiones se diagnostica y mucho menos se trata. La separación forzada de los seres queridos, el sentimiento de desesperanza por la ausencia de oportunidades, la lucha por la supervivencia y el miedo a la indefensión que sufren, les provocan depresión y ansiedad muchas veces infravalorada y tratada con los típicos ansiolíticos y antidepresivos. Dejo este enlace al artículo del profesor Joseba Achotegui publicado en la Revista Norte de salud mental de la Sociedad Española de Neuropsiquiatría 2005 Volumen V, Nº 21. pag 39-53
http://www.aragon.es/estaticos/ImportFiles/19/docs/Areas/Inmigracion/Otras%20Jornadas/Jornadas%20Salud%20Mental%20e%20Inmigraci%C3%B3n/SINDROME_ULISES.pdf
Un abrazo y lo comparto sin dudar.
Hola Francisco,
me siento muy afortunado, además de halagado, por tenerte como seguidor. Tus conocimientos de la historia son muy amplios, y qué voy a decir de la medicina! Por eso siempre confío en que aportarás puntos importantes que a mí se me hayan pasado o sobre temas que yo desconozco, como es el caso de hoy.
No sabía ni que existiese el Síndrome de Ulises, será porque yo no lo he sufrido. Pero yo he sido afortunado y he emigrado voluntariamente, prácticamente sin presiones de ningún tipo, que no fuesen alcanzar mis metas y vivir donde yo quería. Pero soy consciente de que la mayoría de los inmigrantes lo hacen en otras condiciones, y entiendo perfectamente que sufran algunos trastornos psicológicos. Dejar a tu familia, a tus amigos, no es fácil, y eso sí lo he vivido en primera persona. Lo que pasa es que, si te soy sincero, he dado prioridad a mis objetivos. Al final de mi vida sabré si tomé la decisión correcta, pero hasta ahora no me arrepiento.
Mucha sgracias por tan valiosa aportación, te lo agradezco infinitamente, y estoy seguro que los lectores también. Un fuerte abrazo.
No todo estan idilico como lo plantea, aqui a España viene por el chollo que supone para ellos y la carga para los qque vivimos, porque todos los recursos sociales se les dan a ellos y los ves todo el dia en la calle con el movil y la bolsita de droga que venden a hurtadillas No, algunos emigrantes no es ningun chollo, son una plaga, que perjudica gravemente a quien de verdad viene a trabajar, pero no tiene ellos solo la culpa sino esas ONG que van de buenisima y los hacen vagos y delicuentes
Hola Boira,
de ninguna manera la inmigración es idílica, lo que digo es que es beneficiosa para el país de acogida. Ahora bien, conozco de primera mano los problemas que a veces sufre la población local, pero como digo en el artículo, eso se debe a la mala gestión de los políticos. La mayoría de los inmigrantes busca una oportunidad para mejorar su vida, trabajando, esforzándose, pero los gobiernos no entienden muy bien eso de la libertad y el esfuerzo. En España, como en casi toda Europa, lo que os políticos buscan es cómo tener a los ciudadanos controlados, en lugar de dejarlos que se busquen la vida. Esa es la causa de los problemas. EN aquellos países en los que se permite a los inmigrantes luchar y trabajar, todos salen ganado. Hay que darles oportunidades, no dádivas.
uchas gracias por tu comentario. Un cordial saludo.
Muy buen artículo, Jesús. Lamentablemente hay muchos ciudadanos – la realidad actual lo confirma – que no ven en absoluto estos lados positivos que tu con mucho acierto expones. Considero que este artículo merece ser compartido y difundido. Allá voy.
Hola Anita,
muchas gracias por tu amable comentario. hay mucha gente que aún no se da cuenta que la inmigración es una ventaja para todos. En parte es culpa de los gobiernos, en parte de la falta de información, pero también en parte de los perjuicios. En cualquier caso, espero que esta entrada sirva de algo.
Mil gracias nuevamente y un besín.
Que penita…
Así es la vida Planeta, hay cosas buenas que no detectamos a primera vista, pero que a la larga son muy claras. Como digo, la inmigración es buena para todos, pero hace falta gestionarla bien, e informar a todos los interesados para que conozcan los beneficios. Yo sólo pongo mi granito de arena.
Muchas gracias por comentar. Un besito.
TÚ DAMI PAPELE
Fray Josepho
Yo vengo de Togo, montado en patera;
Espania mi gusta, Espania es la pera.
Yo quedo en tu casa, ministro Caldera,
que es grande y es buena, bonita y barata.
Tú dami papele; yo voto sosiata.
Yo vengo con lancha, de Sierra Leona;
Espania siguro que no me abandona.
Yo quedo en tú casa, ministra Narbona:
Tingo hambre, apetece bisté con patata.
Tú dami pepele; yo voto sosiata.
Yo vengo en un bote, desde Senegal;
Soy negro, soy joven, soy muy buen chaval.
En tu solusión habitasional,
Ministra Trujillo, yo no doy la lata.
Tú dami papele, yo voto sosiata.
Yo vengo de Gambia, oculto en bodega,
En barco de mafia, que a Espania navega.
Yo voy a la casa con la De la Vega,
Que vimo bailando «Acuna matata».
Tu dami papele; yo voto sosiata.
Yo vengo por mar de Burkina Faso;
El África negra es chunga; yo paso.
Y con Rubalcaba no dormiré al raso:
Comida mu rica, vivienda mu grata.
Tú dami papele; yo voto sosiata.
Yo vengo en chalupa desde Camerún;
Soy negro, mu negro, iguá que betún.
Moratino lucha para bien común:
Mi acoge en su casa, que de eso se trata.
Tú dami pepele; yo voto sosiata.
Yo vengo en cayuco, soy negro del Congo,
Soy hincha de Barsa, soy guapo y bailongo.
Zapatero, amigo, di donde me pongo:
Tu casa mi gusta, que rico bocata.
Tú dami pepele; yo voto sosiata.
NOTA MIA
Alguien mas que yo piensa que todos los recursos van a los emigrantes y son los politicos los que tiene la culpa de que esto suceda, porque las ayudas que estas personas reciben, va en detrimento de personas que verdaderamente lonecesitan, pero no hay para ellos porque son ESPAÑOLES, no escribo a tonta y locas sino que es algo que vivo en mi barrio como lpos de casa no reciben las ayudas que deberian porque van para los emgrantes, eso si el movil y la ropa de marca que no les falte
Hola Boira,
como digo en el artículo, los políticos no han hecho un buen trabajo gestionando la inmigración. Se las quieren dar de muy «progres» aceptando a todo el mundo sin tener la capacidad de absorción, sin orden, sin un plan. Lo que es peor, a los propios españoles se nos ponen todos los obstáculos posibles para la creación de empleo, que es lo que buscamos tanto los nativos como los inmigrantes. Ellos, por lo general, no vienen buscando dádivas, sino una oportunidad. En su lugar reciben un bocata en un centro de detención, y luego se acostumbran a recibir ayudas, en lugar de un empleo. Eso no sucede en países que han sabido gestionar la llegada de incluso más extranjeros, pues ahí no se les mantienen de gratis, sino que tienen que ganarse la vida para progresar.
Muchas gracias por comentar. Un cordial saludo.
Jesus, no nos pongamos la venda en los ojos, eso pasa en Francia, en Alermanoa en Suiza y ren algun otro pais, pero eso no ocurre en Canada Los politricos no solo les dan elbocadillo, le dan el vivir gratis sin ganarselo, por supuesto que es un problema politico y es politico que esta gente venga a ganarlo facilmente y sede lo que escribo porque loveo en mibarrio diariamente
Hola Boira,
Soy de los que creen, como he dicho antes, que los inmigrantes son una ganancia para el país que los recibe. Pero estoy en contra de que se les trate como niños, que se les de todo gratis. Ellos vienen a trabajar (la mayoría), a labrarse un mejor futuro. Creo que la inmigración debería estar mejor gestionada,y enfocada, para atraer a lo mejor de la humanidad. El problema, como siempre, está en los politicos…
Muchas gracias nuevamente y un cordial saludo.