Frutas artificiales.

Nunca en la historia de la civilización humana hemos tenido ante nosotros una variedad tan amplia de frutas, y nunca la fruta ha sido tan buena. Sólo hace falta pasarse por una frutería o por la sección correspondiente en un supermercado, para comprobarlo. Hay productos locales “de toda la vida”, fresas, sandías, melones, manzanas y cítricos; están presentes también frutas más exóticas, paraguayas, mangos, piñas, guayabas y aguacates, que nos llegan de tierras lejanas gracias a los medios de transporte modernos y la globalización. Pero la realidad es que hasta las naranjas y limones que creemos han estado siempre con nosotros, algún día llegaron de otra parte del mundo, pasajeros del comercio que siempre ha distinguido a  nuestra civilización. Y no sólo eso, sino que las frutas que conocemos y consumimos en la actualidad, poco o nada tienen que ver con las que la naturaleza creó. A través de los siglos, hemos creado frutas “artificiales”.

Frankenfruit, fruta artificial

Frankenfruit…

Selección Artificial.

Charles Darwin nos dio a conocer la Selección Natural, el mecanismo que implica que los seres o especies mejor adaptados a un entorno dado tienen más posibilidades de sobrevivir y Egipicos cultivando trigomultiplicarse. Aquellos menos favorecidos, tienden a ser desplazados y extinguirse. Es la base de la Evolución, y son ya pocos los que se atreven a negarla. Pero el naturalista inglés, antes incluso de dar con su teoría, ya conocía la Selección Artificial, el medio por el que los granjeros eligen los mejores ejemplares para cruzarlos y obtener mejoras en su producción. Desde el descubrimiento de la agricultura y la ganadería, los humanos han ido cambiando el aspecto y otras muchas características de animales y plantas, para hacerlas más productivas, o simplemente para atraer al consumidor. Nada tiene que ver un plátano silvestre, de los que comían nuestros ancestros hace miles de años, con los que comemos ahora.

Un ejemplo, la planta de trigo original era un pasto con dos granos. Cuando, debido a la combinación de genes por la reproducción sexual o alguna mutación, salieron plantas con cuatro granos (una ventaja para el agricultor) fueron las semillas de esta planta las que volvió a sembrar, con la intención de obtener más grano. Poco a poco las plantas de dos granos desaparecieron. Luego sus descendientes encontraron una planta con seis granos, y esa fue la que utilizaron para la siembra, y así hasta las plantas actuales con hasta 24 granos (no es tan fácil ni tan rápido, pero a falta de espacio lo he resumido). En el caso de las frutas, fue normalmente su sabor y su aspecto lo que los agricultores buscaron mejorar, sembrando las semillas de las mejores frutas, o las que más gustaban al cliente, hasta transformarlas tanto que no las reconocería ni su madre.

Frutas Frankenstein.

Podemos comparar el aspecto de las frutas originales con el de las modernas de dos maneras, utilizando la información que nos dejaron nuestros antepasados, descripciones o imágenes, o Bananas silvestresponiéndolas junto a su equivalente silvestre. En las imágenes  podemos ver el ejemplo de la banana, en su aspecto natural, a la derecha, y en el que conocemos, abajo. Las especies originales, Musa acuminata y Musa Balbisiana, han sido modificadas artificialmente para obtener la fruta que comemos. La mayoría pertenecen a descendientes de la primera especie mencionada, mientras que el llamado “plátano macho”, el usado para cocinar y no tanto como postre, es un híbrido de la bilbasiana. ¿Que por qué la cambiamos? Bueno, creo que sólo hace falta ver las imágenes. La banana, domesticada hace casi 8000 años, fue una de las primeras frutas en tener su versión artificial.

banana moderna, frutas

Banana moderna.

 

Otro ejemplo lo tenemos en los melocotones, domesticados por primera vez hace unos 4000 años, en China. De la pequeña fruta con en la que la semilla ocupaba un 35% del volumen, a los grandes y jugosos melocotones de la actualidad. Si me lo preguntáis, el melocotón natural era más bien como una cereza.

Melocotones naturales (iIzqda), y artificiales.

Melocotones naturales (iIzqda), y artificiales.

También las verduras.

Cuando hablo de frutas hablo en general de la huerta, que incluye a las verduras. En esta categoría, tenemos dos buenos ejemplos de lo que el hombre ha hecho con los productos Zanahoria silvestrenaturales para adaptarlos a nuestros gustos. Pongo primero la zanahoria, esa que nuestras madres nos daban cocida en puré o en zumo repitiendo una y otra vez lo buenas que son para los ojos. Pero el almuerzo preferido de Bugs Bunny poco se parece a las primeras zanahorias que los hombres se encontraron en el Medio Oriente (imagen), una raíz raquítica, y de color morado o blanco, nunca naranja.Según parece, fueron agricultores de los Países Bajos los que decidieron seleccionarlas artificialmente hasta que consiguieron un tono anaranjado, el color de la casa real holandesa. Cierta la historia o no, prefiero las de ahora que las de antes, al menos en aspecto.

Ketchup amarilla

Aunque botánicamente es una fruta, la de la planta Solanum lycopersicum, en la gastronomía se le considera un vegetal. Seguramente la conoces como tomate, esa redondez de origen tomates frutamesoamericano que los aztecas ya cultivaban. Originalmente, los tomates eran pequeños y amarillos, pero lo cruces y la selección artificial los han convertido en esferas (y otras formas) a veces más grandes que los puños, de un rojo profundo y brillante. La realidad es que el tomate en la actualidad se produce en 7500 variedades, desde los «cherry» (cereza en inglés) que tanto recuerdan a sus ancestros, hasta los guaje, o Tomate Roma, pasando por el tomatillo verde. Los hay ácidos y los hay dulces, redondos o alargados, rojos, verdes y amarillos, pero todos son tomates.

De las muchas variedades de cítricos que usamos para hacer zumo o Margaritas, los originales eran tres, la mandarina, el pomelo y el limón. Todas las demás especies, incluida la actual naranja, son híbridos de las tres “madres”. Todas nos llegaron de China durante la época de la Roma clásica. Lo interesante es que una de esas frutas, la naranja, es el cítrico más consumido del mundo, con alrededor de 40 millones de toneladas, de los 70 millones de este tipo de frutas. En su entorno natural, las regiones tropicales del sudeste asiático, los cítricos eran y son amarillos o verdes, pero en otras latitudes, con inviernos más fríos y con menos luz, es donde obtienen su color anaranjado.

Y  bueno, podría pasarme la mañana listando más ejemplos (los pimientos, la sandía y los melones son otros buenos ejemplos), pero creo que ya os habréis hecho a la idea. Muchas de la frutas y verduras que ponemos en nuestras mesas no existían como tal en su estado natural, sino que han sido modificadas por los seres humanos para satisfacer nuestras necesidades y gustos. No es ni mucho menos una práctica del mundo moderno, hace miles de años ya se hacía, y creo que lo seguiremos haciendo.

Os dejo un par de artículos relacionados:

https://www.cienciahistorica.com/2014/01/13/vida-de-perros/

https://www.cienciahistorica.com/2015/08/11/homo-sapiens-manipulando-alimentos-geneticamente-desde-10-000-a-de-c/

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2 thoughts on “Frutas artificiales.

  1. Es cierto que frutas y verduras tienen un aspecto muy diferente al que tenían en generaciones pasadas. Ahora se les ve relucientes, brillantes, de medidas perfectas, todas igualitos. A muchos se les ha dado una capa de cera lo cual hace que la piel de las manzanas, por poner un ejemplo, ya es incomestible. Lo mismo ocurre con los cítricos. Cuando antes rallábamos la piel de los limones para dar sabor a los pasteles, ahora los tienes que fregar primero bajo el grifo con agua caliente porque su piel está impregnada de pesticidas. Y qué me dices de los sabores perdidos? Hace ya como treinta años que Joan Manuel Serrat lo denunciaba en una de sus canciones…»las manzanas no huelen…». Y es verdad, tanto el olor como el aroma de las manzanas se han perdido por completo a causa del manejo industrial. El día que vas al campo y te encuentras ante un manzano como de antaño, te das cuenta de la diferencia. Y ya no te digo si puedes disfrutar de la cosecha de tu propio huerto. El olor y delicioso sabor de estos tomates nada tiene que ver con los que encuentras en los supermercados.
    La manipulación e industrialización de todos los alimentos (especialmente la carne) ha llegado a tal extremo que nos vemos obligados a dar un paso atrás buscando aquello que no nos cause daños y que es realmente fiable para nuestra salud: los productos ecológicos.

    • Hola Anita,
      lo que mencionas de los limones cubiertos de cera es algo que me molesta mucho. No entiendo por qué lo tienen que hacer, si para verse más atractivos o qué. El caso es que los quieren hacer parecer perfectos, cuando por dentro no tienen zumo. es patético… 😛
      La manipulación de la comida es algo que viene de lejos, incluso desde la prehistoria, cuando nuestros antepasados buscaban en ocasiones plantas y animales más productivos, pero lo de ahora me parece ya un poco exagerado, como lo de producir pimientos en todos los colores. La comida debe gustarnos por su sabor y sus propiedades nutritivas, y no por su aspecto, pero así es el ser humano. No tenemos remedio…
      Muchas gracias por tus sabias palabras. Un beso.

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