Desde muy, muy pequeño, me entró el bicho de la aviación. Aún cuando mi madre me dijo que nunca podría ser piloto por mi mala vista, los aviones siempre han ocupado un importante rincón en mi mente, y hasta ahora. Nombres como Oliver y Wilbur Wright, Otto Lilienthal, Louis Blériot, y Santos-Dumont, estaban al nivel de Neil Armstrong en mi particular panteón de los héroes.
Todos ellos, y muchos más, fueron pioneros de la aviación. Hombres que dedicaron recursos, esfuerzos, y en muchos casos, la vida, para desarrollar máquinas voladoras. El sueño humano arcaico, volar, es una realidad gracias a estos y muchos otros valientes emprendedores.
Y sí, Dumont está en mi lista, y lo seguirá estando. El problema está en que dos pequeños grupos de personas, unas malintencionadas y las otras mal informadas, están manchando su nombre. Por alguna razón, que no se me escapa, intentan hacer creer que el brasileño fue el primero en volar un avión, ignorando a los hermanos Wright. Sus “argumentos” son muy fáciles de desbancar, tan fáciles que cuesta trabajo creerlo. Ya me dirás al final.
Dos hermanos
Oliver y Wilbur Wright se dedicaban al negocio de las bicicletas. Habían abierto su taller en su natal Dayton, Ohio, en 1892, cuando la aparición de la bicicleta segura extendió el uso de este vehículo. Para 1896, ya fabricaban bajo su propia marca. No obstante su gusto por el transporte terrestre, ambos hermanos ya habían fijado la mirada en los cielos.
La última década del siglo XIX fue una repleta de experimentos para levantar el vuelo. En todo el mundo, aventureros e inventores lo intentaban con todo tipo de maquinaria y ayudas estrafalarias, Uno de ellos, el alemán Otto Lilienthal, se había vuelto famoso por sus muchos intentos y sus muchos golpes buscando elevarse con varios tipos de alas atadas a su cuerpo.
El mismo año en que los hermanos Wright comenzaron a fabricar bicicletas, el físico e inventor estadounidense Samuel Pierpont Langley, consiguió hacer volar un avión impulsado por vapor, pero sin piloto. Durante el verano, tuvo lugar en las costas del Lago Michigan un evento donde decenas de inventores pusieron a prueba sus planeadores. En agosto, Lilienthal falleció al romperse el cuello en una de sus múltiples caídas.
Los hermanos Wright, a quienes un helicóptero de juguete de la infancia les había metido el gusanito, decidieron hacer sus pininos en la aeronáutica. Su primer paso, escribir al Smithsonian Museum, para pedir toda la información necesaria en avances aeronáuticos.
Dos mecánicos muy metódicos
Los Wright no eran los típicos aventureros del aire. Para su trabajo, utilizaron un sistema ordenado, casi científico, de diseño y pruebas. No construyeron algo y se lanzaron de una colina a ver qué pasaba. No. Trabajaron por partes en cada elemento, la propulsión, la aerodinámica, los materiales. Diseñaron máquinas y las probaron, volaron decenas de veces con sus planeadores, mucho antes de construir ningún avión.
Por ejemplo, construyeron sus propio túnel de viento, en el que probarían todas sus alas y diseños. Se convirtieron en expertos constructores de motores de combustión, y construían ya sus primeros modelos desde principios del siglo XX. Adquirieron mucho conocimiento antes de intentar volar, y todo lo anotaban, todo lo estudiaban, Era una iniciativa muy cuidada. Nada se dejaba al azar.
Era tal su gusto por lo minuciosos que escribieron a la Agencia Meteorológica de los Estados Unidos para preguntar qué lugar del país tenía los mas fuertes vientos. Sabían que el viento era una de las claves. El Weather Bureau los envió a un pueblo en la costa de Carolina del Norte, Kitty Hawk. Ahí comenzaron a hacer sus pruebas con planeadores en 1900.
Kitty Hawk
Después de varios años de investigación y desarrollo, en 1903 los Wright estaban listos para probar su primer avión de verdad. Llegaron a Kitty Hawk a principios de diciembre, y armaron su aparato, el Wright Flyer. El día 14, Wilbur ganó a cara o cruz el honor de intentar el primer vuelo, pero sólo consiguió levantarse del suelo tres segundos. Durante el aterrizaje, el Flyer sufrió algunos daños, así que tuvieron que esperar hasta el día 17.
Era un jueves de mucho viento, de perlas para los hermanos. Con Orville en los controles, el Flyer despegó a las 10:35 de la mañana y voló 37 metros en 12 segundos. Era la primera vez que un aparato más pesado que el aire, impulsado por un motor y sin ayudas, volaba de una manera controlada, y aterrizaba sin estrellarse a un nivel igual al que había despegado.
Ese mismo día hubo tres vuelos más, turnándose Orville y Wilbur a los mandos. El segundo llegó a los 53 metros, el tercero a 61, y el cuarto a más de 250 metros, en 89 segundos de vuelo. Aparte de los hermanos Wright, había cinco testigos, entre ellos John T. Daniels, un salvavidas de esa playa y fotógrafo profesional, que fue quien hizo la foto del primer vuelo. También estaban Adam Etheridge y Will Dough, salvavidas compañeros de Daniels, W.C: Brinkley, un hombre de negocios local, y Johnny Moore, un adolescente.
Relacionado: Un muy buen artículo sobre los hermanos Wright.
El pionero Santos-Dumont
Alberto Santos-Dumont era el hijo del propietario de una importante plantación de café. Padre, madre e hijo llegaron a París en 1891, buscando asistencia médica para el Santos-Dumont senior, después de que este sufriera una caída de un caballo. Por aquellos días, el mundo estaba atrapado en una carrera por conseguir volar. En Francia, los globos aerostáticos estaban de moda, y al joven Alberto le cautivaron.
Al año siguiente, después de otro viaje a Europa, Henriques Santos-Dumont falleció, y Alberto heredó buena parte de su fortuna. Pasaría los próximos cuatro años en la capital francesa, estudiando, y organizando fiestas. Volvió a Brasil en 1896 por una temporada más, pero al año siguiente se afincó permanentemente en París.
Después de un primer viaje en globo, Alberto pidió a los constructores Machuron y Lachambre, que le construyeran un globo según sus especificaciones. Era pequeño, pero funcionó, y en él Santos-Dumont aprendió a volar en globo. Para 1898 Alberto ya había diseñado su propio globo, pero no en la forma clásica, sino alargado, como los dirigibles. Su primer dirigible chocó en su segundo vuelo. El segundo no llegó a volar. Con el tercero sí tuvo éxito, y logró acumular varias horas de vuelo.
El héroe Santos-Dumont
La cúspide de la carrera aérea de Alberto llegó el 19 de octubre de 1901, cuando en uno de sus globos-dirigibles, ganó un premio en París. El viaje había durado 30 minutos, volando desde la zona de St. Cloud hasta la Torre Eiffel y de vuelta. Santos-Dumont se convirtió en héroe, en Francia y en Brasil. No obstante, no había sido el primero en volar en globo, ni en dirigible.
Para 1904, e influenciado por los éxitos de los hermanos Wright, Alberto decidió pasarse a los aviones. Muy pronto tuvo uno de diseño propio, y comenzó a practicar. Finalmente, el 23 de octubre de 1906, y ante una gran multitud, Alberto Santos-Dumont levantó el vuelo en su 14-bis. 200 metros en 21 segundos fue el registro oficial. El Club-Aéreo de Francia lo declaró como el primer hombre capaz de volar en una aeronave más pesada que el aire. Y se quedaron tan panchos.
La controversia
No se puede menospreciar la hazaña de Santos-Dumont. Fue un hombre que dio mucho a la aviación y merece todos los homenajes. Pero Santos-Dumont no fue el primer hombre en volar un avión, fueron los Hermanos Wright. ¿Dónde está la controversia?
El Aéro-Club de France, al certificar el vuelo de Alberto como el primero de la historia, creó sus propias reglas. Para que dicha certificación fuese válida, el evento tenía que ser presenciado por miembros del club. Como miembros del Aéro-Club de France no estaban presentes en Kitty Hawk cuando los Wright habían volado, no lo consideraban válido. Con toda la cara. Claro, el Aéro-Club de France ni siquiera existía cuando los hermano Wright ya volaban en su Flyer (casualmente, se creó unos días antes del vuelo de Santos-Dumont, en París).
O sea, es como si yo no reconozco el alunizaje de Apollo 11 porque este no fue presenciado por ningún miembro del Club de Colonos Lunares de Madrid. Es una lástima que Armstrong y Aldrin no me hubiesen invitado, se han perdido su récord, pues no lo reconozco.
No sé quienes se creyeron esos señores para marcar las reglas, y para definir que sólo ellos podían decidir quién volaba y quién no. Ahora bien, entiendo que el típico chauvinismo y nacionalismo extremo de los franceses y su odio (hipócrita) a todo lo americano, les haya llevado a hacer trampa. Vale, estos son los mal intencionados, pero también están los mal informados.
Lo que en realidad sucedió versus lo que te cuentan algunos
Al Aéro-Club de France le bastó con decir que no había ningún miembro suyo presente para no validar el vuelo de los Wright. El problema es que de ahí han surgido muchos rumores y medias verdades que constantemente están siendo repetidas por otros. Ayer mismo, por ejemplo, me topé con un post en Facebook que decía que en el vuelo de Wilbur y Orville no había habido testigos. Falso, había cinco, eso sí, ninguno de ellos miembros del Aéro-Club de France, pues aún no existía.
Segundo, los revisionistas de la actualidad, repiten a menudo que los Wright utilizaron una catapulta para levantar el vuelo, y que eso no vale. La realidad, los Wright no usaron la catapulta hasta 1904, con su Wright Flyer II, y no porque ese avión no pudiese levantar el vuelo, sino porque la pista que utilizaban era muy corta. Lo irónico es que Santos-Dumont, el día que hizo su primer vuelo, pidió a la multitud que cogiera bien a su avión mientras el aceleraba a fondo para que, al soltarlo, salir¡era disparado. Claro está, para los del Aéro-Club eso no era una catapulta, pues no usaba medios mecánicos.
Tercero, algunos de los mal informados, creen que los hermanos Wright sólo hicieron un vuelo, y ya. Pfff. Sólo el 17 de diciembre de 1903, como ya hemos visto, hicieron cuatro. En los próximos meses harían decenas de vuelos más, mucho antes de Santos-Dumont. De hecho, el 5 de octubre de 1905, los Wright despegaron con su Flyer III, sin catapulta, y volaron media hora. Un año antes de que el brasileño volara durante 21 segundos.
La depresión de Santos-Dumont
Algunos europeos criticaban a los Wright por no querer ir a Europa a mostrar su invento. La razón, es que Wilbur y Orville querían vender su avión al Ejército de los Estados Unidos. Además, querían proteger sus diseños. Cuando el ejército dijo que no estaba interesado, los Wright decidieron cruzar el charco, justo después del vuelo de Alberto.
Por fin presentaron su avión en París, dejaron impresionado a todo el mundo. Hasta ese momento el máximo vuelo en Europa había sido de 220 metros, en línea recta y sin control. Los Wright volaron todo lo que querían, haciendo giros y piruetas. Estaban a años luz de cualquier avión europeo (no les duraría mucho el gusto).
Cuando Santos-Dumont se dio cuenta de la realidad, le entró una depresión. Durante unas semanas había creído ser el líder de la aviación mundial. Los Wright le demostraron que estaba muy equivocado. Prácticamente todos aceptaron el liderazgo de los estadounidenses, y prácticamente todos copiaron sus diseños, Sólo el Aéro-Club de France siguió ciego.
En resumen
Algunos dicen que cuando los hermanos Wright hicieron su primer vuelo no hubo testigos. Falso, había cinco el primer día, y otros en las docenas de vuelos que hicieron años antes de que Santos-Dumont construyese su 14-bis.
Algunos dicen que los hermanos Wright utilizaban catapultas. Verdad a medias. Algunas veces la usaron, pero sólo con el Flyer II, y en 1904. En el resto de los vuelos los aviones despegaron sin catapultas.
Los hermanos Wright hacían vuelos de media hora, sin catapultas, y con testigos, al menos un año antes de que el brasileño despegara en París. Esto es, Santos-Dumont no fue el primer hombre en volar en un avión.
Lo siento por los brasileiros, pero no es mi culpa de que los hayan engañado durante un siglo. Lo siento también por aquellos malintencionados que insisten en querer ocultar la verdad, como un señor ayer en la página web de El Mundo. En un artículo, el autor, insiste en defender los rumores (dice que los Wright utilizaron una catapulta en su primer vuelo, falso), y no publicó la realidad de los muchos otros vuelos que los estadounidenses hicieron mucho antes que Santos-Dumont. Cuando quise hacerle ver su error, mi comentario fue censurado. Así nos va.
Hola Jesús,
esto me hace pensar en cuántos inventos deben de atribuirse erróneamente a determinados personajes (no entraré en especificar) y que en realidad ya estaban inventados. Injusticias que en ocasiones se subsanan pero en su mayoría se ignoran.
Abrazos y gracias por presentarnos siempre ese punto de controversia en tus artículos, algo que en ocasiones se echa de menos.
Jeje, es verdad que me gusta la confrontación, pero es porque he aprendido de James Bond, que así se llega más rápido al meollo del asunto… 😛 Ya en serio, sólo quiero hacerle justicia a los hermanos Wright. Trabajaron mucho para lograr su hazaña, y creo que les debemos mucho…Como siempre, muchas gracias por tus palabras. Un abrazo!
Por mi parte, nunca tuve duda alguna. El 17 de diciembre de 1903 nació oficialmente la aviación, el «más pesado que el aire», justo al sur de Kitty Hawk, en Kill Devil Hills, Carolina del Norte, en esa lengua de tierra que se extiende hacia el sur y hacia el norte, casi hasta Norfolk, Virginia. Me importan tres pimientos lo que digan los indocumentados, los revisionistas y los chauvinistas recalcitrantes.
No obstante, creo interesante hacer referencia a dos períodos: 1903-1914 y 1914-1918. Once años contra cuatro.
En los primeros once años de la historia de la aviación se consiguieron importantes logros, como el de Louis Blériot en 1909, al cruzar el Canal de la Mancha. Cada vez se construían motores más potentes, alcanzando mayores altitudes y velocidades, e incluso se utilizó el avión con fines militares en la Guerra Italo-Turca de 1911 y 1912. Pero entre 1914 y 1918 todo se aceleró en progresión geométrica.
La Primera Guerra Mundial comenzó con un escepticismo entre el generalato de ambos bandos respecto a estos recién inventados cacharros, que sólo se utilizaron como observadores de posiciones enemigas y guías de artillería. Sin embargo, cuando la guerra finalizó, cuatro años, tres meses y unos días después de aquel primero de agosto de 1914, había aparecido el caza, los aviones destruían globos, bombardeaban tanto táctica como estratégicamente y cumplían misiones de escolta, aparte de seguir actuando como observadores.
Había aviones equipados con radio, las Spandau, Vickers o Hotchkiss se disparaban con sincronía a través de la hélice (un invento de Anthony Fokker, no de Roland Garros), los techos operativos llegaban a los 5.000 metros, las velocidades medias superaban los 200 kms/h y los caballajes de los motores se habían casi quintuplicado, con la correspondiente ganancia de tiempo en las tasas de ascenso.
Por desgracia y como suele habitual, la Gran Guerra aceleró el progreso de un invento que sólo tenía 11 años. La aviación alcanzó su mayoría de edad entre 1914 y 1918, lista para el triunfo del monoplano en los años 20 y para los grandes vuelos de esa década y la siguiente (Lindbergh, Amelia Earhart, etc). Lista para su madurez y para el reactor, que ya empezó a desarrollarse en la Segunda Guerra Mundial.
Hola Ernst,
coincido al 100%. Los hermanos Wright fueron los primeros en volar. Eso sí, es muy importante aclarar lo que sucedió después. Orville y Wilbur habían invertido mucho tiempo, dinero y esfuerzo en diseñar sus aviones, y los múltiples inventos arancelarios. Fue por ello que eran tan celosos de proteger sus patentes. Por otra parte, fue un gran error de la USARMY no hacerles caso, pero incluso eso es comprensible. Estados Unidos estaba aislado, y tenía una armada muy potente que ya le había dado algunas alegrías, como la del 98. La situación europea era diferente, y a principios de siglo las grandes potencias ya habían iniciado la carrera armamentística que desembocaría en la PGM. Había un gran interés por desarrollar nuevas armas, y el avión parecía un buen punto de partida. Pero tienes razón también al decir que la guerra aérea comenzó muy tímida,penas utilizando los aviones para el reconocimiento. Qué diferencia al final! Pero ya sabemos cómo la guerra es la mayor impulsora de la tecnología. Algo he escrito al respecto.
Lo que más me impresiona, es cómo en menos de 70 años pasamos de Kitty Hawk a Cabo Cañaveral, una hazaña pocas veces vista en la historia…
Muchas gracias caballero, tenga Vd. un buen inicio de semana, con fiesta y todo: Un abrazo.