Los » Cerdos » Italianos en la Segunda Guerra Mundial.





Como en muchos otros casos, tengo que hacer una aclaración inicial. No tengo nada en contra de nuestros primos italianos y no es mi intención ofenderlos. Sí utilizo la palabra cerdos es porque ellos mismos la utilizaron para referirse, no a sus compatriotas, sino a un arma secreta. De esta arma secreta hablaremos hoy.

Se trataba de una flotilla de mini-submarinos, o torpedos humanos, que fue conocida como los “maiale”, o “cerdo”. Dichos torpedos fueron utilizados por la Regia Marina y luego copiados por los británicos y otros países. Su efectividad fue, como mucho, mixta, pero no cabe duda de que dejaron una marca en la historia naval de la Segunda guerra Mundial.   

Maiali, los cerdos italianos

Maiali, los «cerdos» italianos.

Origen

A pesar de que los italianos fueron los primeros en construir y lanzar un torpedo humano, la primera patente que se conoce para un vehículo de este tipo fue otorgada a un británico. El comandante Godfrey Herbert de la Royal Navy la recibió en 1909, pero el invento fue rechazado por impracticable e inseguro.

La patente de Herbert estaba basada en otros dos inventos de finales del siglo XIX y principios del XX, el torpedo y el submarino. Ambas tecnologías estaban en su infancia y los militares no estaban seguros de cómo se podrían usar en contra del enemigo. Es por ello que surgieron varias opciones, una de ellas, la de los italianos.

El precursor de los “cerdos” fue la mignatta, sanguijuela. Fue un invento de Raffaele Rossetti, un ingeniero naval. Su mignatta era un torpedo impulsado por un motor eléctrico, y adaptado para ser conducido por un humano. El piloto podría acercarse con él hasta un buque enemigo y fijar explosivos en su casco para hundirlo.

Primera acción

Eso mismo hizo Rossetti el 1 de noviembre de 1918, a finales de la Primera Guerra Mundial. Montado en su “sanguijuela”, Rossetti partió de Venecia en un viaje de varias horas hasta el puerto de Pola (en aquel entonces parte del Imperio Austro-Húngaro, ahora Pula, en Croacia), en la costa opuesta del Mar Adriático.

Una sanguijuela de Rossetti, torpedo humano

Una «sanguijuela» de Rossetti.

Rossetti y su copiloto entraron en la Bahía de Pola sin ser detectados, y fijaron varias minas en el casco del acorazado austriaco Viribus Unitis. Sin embargo, los comandos italianos fueron capturados antes de escapar.

A pesar de que Rossetti advirtió a los austriacos de que el buque iba a ser hundido, sin decirles cómo, estos no le creyeron, y embarcaron un contingente de tropas. Poco después las minas explotaron y el Viribus Unitis se hundió llevándose entre 300 y 400 vidas.

Decima Flotilla MAS

Poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, los mandos navales italianos se dieron cuenta de que no tenían la capacidad de competir con la Royal Navy en el Mediterráneo. Un estudio realizado por la Regia Marina concluyó Mayor Teseo Teseique requerirían amplios recursos y mucho tiempo para construir una mayor flota de acorazados, por lo cual se decidió buscar una alternativa.

Los Mayores Teseo Tesei y Elios Toschi resucitaron entonces la idea de los torpedos humanos de Rossetti, y formaron la 1a Flottiglia Mezzi d’Assalto, Primera Flota de Vehículos de Asalto. Ambos ingenieros pusieron manos a la obra para desarrollar los nuevos torpedos humanos. En 1940 la 1ª se convirtió en la Decima Flottiglia MAS (Mezzi d’Assalto, “vehículos de asalto»).

Los “cerdos” italianos

Un torpedo humano, es básicamente un torpedo al que se le añaden controles de navegación y asientos para los pilotos. En las primeras versiones italianas, los pilotos simplemente se montaban en él y debían llevar su propio equipo de respiración. Una vez llegados al objetivo, activaban los explosivos y escapaban nadando.

Por cierto, el nombre de “maiale”, o “cerdos”, no era más que una palabra que buscaron para referirse a los torpedos sin que nadie entendiera de qué se trataba. En aquel momento, era tecnología punta y ultrasecreta, y un nombre tan poco relacionado con cuestiones militares era lo más adecuado.

maiale

Y la treta funcionó. Los “cerdos” se mantuvieron en secreto durante mucho tiempo, hasta que los británicos pudieron capturar uno.

Mal comienzo

La primera misión de los “cerdos” terminó en desastre. Mejor dicho, podríamos decir que empezó en desastre. Teseo y Toschi montaron tres “cerdos” en un submarino, que los llevaría al norte de África desde la base de la Decima Flottiglia, en el Puerto de La Spezia. No bastante, apenas había soltado amarras el submarino cuando tres Swordfish británicos aparecieron en el aire. Uno soltó un torpedo, irónicamente, que dio en el blanco, hundiendo el submarino y buena parte de su tripulación. Los “cerdos” fueron rescatados, pero se perdieron varios de sus pilotos.

El segundo intento no pudo terminar peor. El 26 de julio de 1941, el mismo Tesei lideró una misión contra el Puerto de Valletta, en Malta. Su intención era destruir las redes metálicas que bloqueaban el puerto para permitir que lanchas explosivas entraran.

Los primeros dos “cerdos” llegaron a la red, pero sus explosivos fallaron. La primera lancha también falló, y la segunda, en lugar de destruir la red, destruyó un puente, que bloqueó aún más la entrada al puerto.
Por si fuera poco, Tesei perdió la vida durante la misión, y nunca se encontró su cuerpo.

Primer éxito de los cerdos

La mala fortuna no disuadió a los jefes de la Decima, que se prepararon para una nueva misión, esta vez en el Puerto de Alejandría, en Egipto, entonces en manos británicas. El 19 de diciembre de 1941, un grupo de tres maiali, liderados por Luigi Durand de la Penne, hundieron los acorazados HMS Valiant y HMS Queen Elizabeth, además de un buque cisterna.
De la Penne y los otros cinco marinos fueron capturados, pero la misión fue un éxito rotundo, además de que los capturados no revelaron el secreto. El nombre de de la Penne volvería a surgir en el futuro de los cerdos un par de años después.

Impulsados por el éxito en Alejandría, la Decima lanzó una nueva misión en la base naval británica de Gibraltar. Tres cerdos intentaron adentrarse en la Bahía, pero las defensas submarinas los detuvieron y sólo uno de los torpedos humanos pudo escapar, refugiándose en aguas españolas.

Base Olterra

Aprovechando la alianza política entre Italia y España, y que uno de los maiale ya estaba en España, a los mandos de la Decima se les ocurrió una idea. Un buque italiano, el Olterra, estaba internado y semihundido en la Bahía de Algeciras, frente a la base naval británica de Gibraltar. En las entrañas del buque, los italianos construyeron un taller para montar cerdos, y lanzarlos por una escotilla hundida. De esa manera, evitaban las barreras exteriores de Gibraltar.

El Olterra

El Olterra.

Desde el Olterra, partieron dos misiones, el 6 de mayo y el 10 de junio de 1943. Ambas misiones tuvieron éxito, hundiendo un total de seis buques británicos, aunque ya entonces despertaron las sospechas de los defensores, que no estaban seguros de dónde venían los maiali. Sin embargo, después del primer ataque sobre Gibraltar, los ingleses habían podido fotografiar a un torpedo humano antes de que lo escondieran los españoles, y Winston Churchill dio la orden de que se estudiara la posibilidad de construir sus propios cerdos.

Cambio de bando

No sabemos qué futuro le depararía a la Royal Navy si los italianos hubiesen continuado con sus misiones de torpedos humanos. El 3 de septiembre de 1943, ante la invasión aliada de Italia, Benito Mussolini fue derrocado y el gobierno del General Badoglio firmó la paz. A partir de entonces, la mitad de Italia liberada combatió al lado de los estadounidenses y los ingleses. Estos últimos enseguida preguntaron por los cerdos italianos.

Luigi Durand de la Penne

Luigi Durand de la Penne.

Luigi Durand de la Penne, que había sido hecho prisionero después de su exitoso ataque en Alejandría, fue liberado por los ingleses. Ya como aliados, se le pidió a de la Penne que liderara una misión con sus mailai contra la misma base de La Spezia, para hundir al acorazado Bolzano, buque italiano en manos alemanas.

La misión conjunta de los mailai y los nuevos torpedos humanos ingleses, los chariots, tuvo éxito, pero fue la última de la Segunda Guerra Mundial.

Después de la Guerra

La Decima Flottiglia MAS fue una de las pocas unidades italianas que podría decirse funcionaron. Fue, además, la primera unidad de fuerzas especiales navales del mundo, precursora de todas las que han aparecido después como los SEAL estadounidenses.

cerdos montados en un submarino

Cerdos montados en un submarino.

El éxito de los mailai, como hemos visto, fue mixto, lo suficiente como para que otras armadas del mundo los copiaran, pero no tanto como para arrebatar el control del Mediterráneo a la Royal Navy. Los japoneses, por cierto, también construyeron sus torpedos humanos, los kaiten, con la gran diferencia de que estos eran torpedos conducidos por humanos que se mantenían en su puesto hasta su detonación. En la práctica, los kaiten eran mailai kamikaze.  

En la actualidad, la Decima Flottiglia, bajo el nombre de Comando Raggruppamento Subacquei Ed Incursori Teseo Tesei, aún opera desde su base en La Spezia, y es reconocida por todo el mundo como la precursora de este tipo de armas y misiones. Los “cerdos» italianos todavía existen, en su versión ultramoderna, con motores silenciosos, radio y GPS.

Una curiosidad…

Y ya que estamos, durante la guerra, un oficial de inteligencia naval estacionado en Gibraltar, Ian Fleming, seguramente tuvo conocimiento de los mailai. En dos de sus libros del agente 007, Fleming incluye a los torpedos humanos. Los cerdos italianos, al final se contagiaron del Glamour de James Bond.

2 thoughts on “Los » Cerdos » Italianos en la Segunda Guerra Mundial.

  1. Los «Maiale» supusieron una auténtica innovación pero, como bien dices, no habrían cambiado el curso de la guerra naval en el Mediterráneo. La superioridad de la Royal Navy era total y quedó patente en acciones como la incursión aeronaval en la base italiana de Tarento, en la noche del 11 al 12 de noviembre de 1940, y también en la Batalla del Cabo Matapán, librada entre el 27 y el 29 de marzo de 1941. No obstante, no se puede negar el arrojo y la valentía de los hombres de la «Decima Flottiglia MAS».

    Después del «raid» de los «Maiale» en Alejandría, el HMS Queen Elizabeth fue reflotado y reparado a fondo en Norfolk (Virginia), aunque no volvería a estar operativo hasta junio de 1943, pasando a la «Home Fleet» y después a la «Eastern Fleet», con base en Colombo (Ceilán, actual Sri Lanka), operando contra los japoneses en el Océano Índico y Sudeste Asiático hasta que fue relevado por el acorazado HMS Nelson en julio de 1945.

    El HMS Valiant también fue reflotado, para ser posteriormente reparado a fondo en Durban (Sudáfrica). Volvió al servicio activo a finales de julio de 1942, primero en el Atlántico Sur (con base en Freetown, Sierra Leona), y después en la «Eastern Fleet», con base en Colombo (Sri Lanka). Sin embargo, corrió peor suerte que el HMS Queen Elizabeth pues el 8 de agosto de 1944 sufrió gravísimos daños en Trincomalee (Sri Lanka) a causa del desplome del dique seco en el que se encontraba mientras se le practicaban reparaciones de mantenimiento. Pudo llegar a duras penas a Inglaterra, pero no volvió a prestar servicio durante la Segunda Guerra Mundial.

    • Hola Ernst,
      creo que los «maiali» fueron una gran idea, pero como bien dices, no lo suficiente como para poder acabar con la Royal Navy. Fue tan buena idea, que aún los utilizan las armadas de varios países.
      Desconocía que el Valiant hubiese sido reflotado. Su historia y la del Queen ELizabeth (acorazado), son dignas de su propio artículo…Quién sabe, un día de estos puede que me anime.
      Mil gracias por tu magnífica aportación al tema, como siempre. Me dejas de a cuadros.
      Un abrazo!

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