Cada año, millones de turistas de todo el mundo visitan Londres, la imponente capital inglesa. Hay muchas razones para hacerlo: sus museos, sus palacios, sus pubs, y el impulso que nos lleva a conocer mejor a los hijos de la Gran Bretaña. Y entre todas esas atracciones, destaca el célebre cambio de guardia en el Palacio de Buckingham, donde los guardias ingleses se mueven marcialmente con sus altos sombreros.
Esos famosos rascacielos de la cabeza no son exclusivos de militares ingleses. También se usan en Bélgica, Tailandia, Holanda, Canadá, et al, y se usaron en el pasado en muchos lugares más.
Pero coincidirás conmigo en que, quien los ha hecho famosos, son los guardias ingleses con sus chaquetas rojas, los mismos que hacen el cambio y que luego pasan horas sin aparentemente mover una pestaña.
Pues bien, esos altos sombreros que en español llamamos «morriones», tienen un origen, y lo que para un servidor, es una curiosa historia.
Descripción
Los sombreros de los guardias ingleses están hechos de piel de oso negro de Canadá. De oso macho para ser exactos, excepto los de los oficiales, que están confeccionados de piel de osa parda, teñida de negro. Esto último se hace debido a que el pelo de la osa es más largo, y con ello se quiere distinguir a los de mayor rango.
Cada una de estas torres mide 18 pulgadas, o 45.72 centímetros, y pesa alrededor de 750 gramos. Para cada sombrero, se utiliza toda la piel de un oso. (Hablaré sobre el tema de los animales más abajo).
Origen y su curiosa razón de ser
No estamos seguros de quienes fueron los primeros en utilizar el llamado “cap” (simplemente, gorra). En el siglo XVIII, los granaderos de varias naciones europeas, franceses, italianos, ingleses y españoles, ya llevaban una gorra de altura, normalmente de piel. No obstante, en aquel entonces aquellos morriones estaban hechos de tela. 
Alguien me dijo una vez que el origen de las gorras de los guardias ingleses estaba en los cascos de los vikingos, aquellos de los cuernos. Pero como ya sabemos, esos cascos vikingos son una invención de Hollywood, así que podemos descartar esa teoría.
La razón más plausible, y que me parece muy curiosa, es que se utilizaban sombreros muy altos para hacer parecer más alto, e imponente, al portador. En una época en la que la lucha cuerpo a cuerpo y a bayonetazo limpio aún reinaba, tiene mucho sentido. Otra cosa es que funcionara de verdad.
Hay otra razón práctica. Si nos fijamos en los sombreros militares de los siglos XVII y XVIII, por lo general eran de ala ancha, al estilo de los que llevaba Napoleón. Para los granaderos, cuya labor esencial era, pues eso, lanzar granadas, las alas de los sombreros anchos les estorbaban. El sombrero alto era mejor.
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Los guardias ingleses
Los granaderos británicos, Grenadier Guards (Guardias Granaderos); se ganaron el derecho a portar los sombreros de piel después de la Batalla de Waterloo. Algunos años después, ese derecho se extendió a otros regimientos de élite, que los llevaron durante buena parte del siglo XIX.
Todo cambió al inicio de la Primera Guerra Mundial, en la que armas más mortíferas obligaron a los soldados no tanto a llamar la atención, sino a ocultarse. Lo mismo sucedió con los pantalones rojos de los franceses. Además, la movilidad del soldado se aceleró, por lo que llevar un sombrero tan alto e incómodo se convirtió en una desventaja.
A partir de dicho conflicto, los grandes sombreros se quedaron en las barracas, para ser utilizados exclusivamente en desfiles y otras ceremonias, con excepción de los guardias ingleses que custodian algunos edificios.
Granaderos holandeses del siglo XVIII.
No cabe duda de que, en la actualidad, más que nada son un reclamo turístico. Pocos son los visitantes que no se hacen una foto junto a uno de estos guardias de chaqueta roja y mirada fija. Pocos objetos definen tan bien a Londres, y al conjunto del Reino Unido.
La controversia
Los sombreros de piel de oso de los guardias ingleses duran muchos años, si están bien cuidados. En la actualidad, el Ejército Británico sólo compra entre 50 y 100 sombreros nuevos para reponer los más maltratados. Eso quiere decir entre 50 y 100 osos muertos cada año.
Los grupos de protección de animales llevan años protestando contra el uso del cap, pues consideran negativo matar a un animal sólo para hacer un sombrero.
Oso negro canadiense.
Sin embargo, la realidad es que los fabricantes de los morriones compran las pieles a los inuit canadienses. Los antiguamente llamados esquimales, cazadores natos, tienen permisos para matar a miles de osos cada año, y de ahí se sacan las pieles para los sombreros.
Los inuit los matan por comida y por las pieles, pero muchas de estas les sobran. Aunque dejaran de fabricarse los sombreros de piel de osos, los inuits seguirían cazando osos. Es una tradición ancestral de sus tribus, y no quieren abandonarla.
Aún así, el Ejército Británico ya ha buscado alternativas, aunque hasta ahora no haya anunciado ningún cambio. De todos modos, al menos el que estas líneas escribe, no es capaz de distinguir entre el pelo sintético y el natural. Es más, yo pensaba que las gorras de los guardias ingleses eran de piel sintética desde hace tiempo.
De piel verdadera o no, y conociendo lo tradicionalistas que son los británicos, estoy convencido de que seguirán llevando las torres de pelo, al menos mientras sigan bebiendo gin & tonics.
En castellano se les llaman «morriones» ¿cierto? Abrazo! 🙂
Hola Manolo, sé que en Catalán los llaman algo parecido, pero no encontré la palabra en castellano…la añado… Mil gracias y un abrazo!
Esperono haberme equivocado, porque hay varios «morriones» que originalmente eran un casco… 🙂
La verdad es que no lo sé Manolo, pero tiene sentido que sean una evolución de algún tipo de casco. Después de todo, son para proteger la cabeza…
Un saludo!
Para protegerla y hacer más vistoso o amenazador el atuendo… ¡Abrazo! 🙂
Pues yo creo que en ambos casos tienes razón Manolo. El gorrión cumple con las dos funciones, proteger y hacer ver al portador más amenazador, al menos en otras épocas…
Muchas gracias como siempre por tus amables palabras. Un abrazo!
🙂 🙂
Espero no haberme equivocado… Originalmente parece haber sido un casco… 🙂
Lo era amigo Manolo, un casco que evoluciono con el tiempo, con las armas y las tácticas. Eso sí, los muy tradicionalistas ingleses los conservan sin apenas cambios, pero todo se andará…
Muchas gracias y un saludo!
Los ingleses conservan sus morriones y muchas cosas las tienen en conserva… ¡Abrazo dominguero! 🙂
Jajajaj, muy cierto…a veces parece que viven aún en el siglo XIX…
Si se tiene en cuenta la definición de «morrión» según la Real Academia, sería lo más parecido a los gorros de los guardias ingleses, pero aunque no lleva alas, pero sí tiene visera.
Ese término también se aplica a la armadura en forma de casco, que cubría la parte superior de la cabeza y que en lo alto solía tener un plumaje o adorno. Era el típico casco utilizado por los Tercios Españoles.
Así es mi estimado Ernst. No soy un experto en este tema, pero es lo que he leído. Fue mi colega bloguero Jorge Álvarez quien me contó, además, que los granaderos ingleses, tras la victoria en Waterloo, se quedaron como trofeo los morriones de granaderos franceses, y se les permitió usarlos.
Eso sí, no conocía el detalle del casco…qué haría sin vosotros! aún tengo mucho que aprender…Mil gracias y un abrazo!
Si tú tienes que aprender «equis» de nosotros, nosotros aprenderemos de ti «equis más 10.000».
Un fuerte abrazo.
Jeje, en serio, aprendo mucho de vosotros, especialmente de algunos, como Francisco y tú, que rellenáis algunos huecos que me quedan, o añadís montones de información…Eso sí, Francisco y yo ya tenemos blog. el mundo merece uno tuyo… 😛
Thank you very much!
Hola Jesús,
altos, parecen más altos, pero discretos… para nada ¡Ja, ja, ja! Si además los ponemos al lado de la típica cabina de teléfonos, inadvertidos no pasan. Siempre pensé que les servían para abrigarse más, aunque el hecho de utilizarlos en verano tampoco tenía mucho sentido 😉
Abrazos