Hay mujeres malas; hay femmes fatales; y luego está Lucrecia Borgia. Si nos creemos todo lo que se ha dicho y escrito sobre la celebérrima hija del papa Alejandro VI, estamos ante una de las hijas, esposas y hermanas más crueles de la historia. Pero insisto, eso sólo si nos creemos todo.
A decir verdad, Lucrecia Borgia es una de las mujeres con peor prensa de la historia. Desde muy pequeño llegaron a mis oídos sus supuestas andanzas. Lo que mejor recuerdo, era su anillo, donde presuntamente escondía venenos que sagazmente añadía a las bebidas de sus víctimas.
Pero fijaos que he utilizado “supuestamente” y “presuntamente”. La cuestión es que, después de muchos meses indagando en la vida de esta mujer renacentista, es muy difícil separar la paja del heno. No sabemos qué tanto de su biografía es verdad, y qué tanto es mito.
Yo por lo pronto os cuento lo que sabemos, y de ahí vamos tirando.

Santa Hija

Rodrigo Borgia, o Borja, era un noble valenciano, sobrino del Papa Calixto III, también de Valencia. En una época en la que el nepotismo y la corrupción, tanto financiera como moral, era la sangre en las venas del Vaticano, Rodrigo consiguió hacerse paso hacia el poder.
Por supuesto, daba igual que Rodrigo hubiese tenido varios hijos. Dos de ellos, a los únicos que reconoció como propios, serían Cesare y Lucrecia. Ambos darían mucho de qué hablar. Pero es en la pequeña, nacida el 18 de abril de 1480 en Subiaco, un pueblo a las afueras de Roma, en la que yo me quiero fijar.
Si podemos considerar a Lucrecia Borgia como una mujer perversa, sabemos de quién lo heredó. Rodrigo Borgia, o Alejandro VI, era un hombre sin escrúpulos, a quien sólo le preocupaba el poder, y el dinero que a este acompaña.
La niña Lucrecia Borgia

Lucrecia Borgia vivió los primeros años de su vida en casa de su madre, Vannozza Catanei, la amante favorita de Rodrigo Borgia. En esos años nunca vio a su padre, hasta que este la reclamó para utilizarla como peón en su actividad política.
Lucrecia era una niña muy bella. Tanto que fue utilizada como modelo en varias pinturas de la época. “De mediana altura y graciosa de formas; su cara es más bien larga, al igual que su nariz; su cabello dorado, sus ojos de ningún color en particular; sus dientes brillantemente blancos”. Así la describió un comentarista de la época.
Lucrecia estudió latín, griego, francés e italiano, además de sus lenguas nativas, español y valenciano. También leyó a los clásicos y estudió canto y música. Fue preparada para ser una brillante esposa y anfitriona social.
Rodrigo Borja no tardó en buscarle marido, y aún con 12 años ya había estado comprometida en tres ocasiones.
Lucrecia Borgia esposa política
Cuando Lucrecia tenía 13 años, su padre la ofreció en matrimonio a Giovanni Sforza, un miembro de la poderosa familia milanesa, con la que el ya Papa quería forjar una alianza política.
Pero hete aquí que muy pronto, la política cambió de vientos, y Alejandro VI decidió que la alianza con los Sforza ya no era necesaria, así que mandó a matar a su yerno. Lucrecia advirtió a su marido y este pudo huir, pero al poco tiempo su propia familia le obligó a divorciarse.
Mientras se llevaban a cabo los trámites, Lucrecia Borgia estuvo recluida en un convento. Su padre estaba en contacto con ella a través de un enviado personal, un hombre conocido como Perotto.
Poco antes de que se organizara la boda con su siguiente marido, Alfonso de Aragón, Lucrecia dio a luz a un niño, Giovanni. Pocos años después Perotto, (probablemente un español llamado Pedro Calderón) lo reconocería como hijo suyo, pero mientras tanto, el Papa publicó una bula en la que daba la paternidad del niño a su hijo Cesare, entonces cardenal.
En otra bula firmada por Alejandro, en 1502, reconocía a Giovanni como hijo propio. Los rumores de la época decían que ese hijo de Lucrecia Borgia era el fruto de una relación incestuosa con su hermano Cesare, el cardenal, pero no hay evidencia de ello, ni de lo contrario.
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Segundas nupcias
El siguiente matrimonio de Lucrecia no tuvo mejor suerte. Cesare y Alejandro habían elegido a Alfonso de Aragón por cuestiones políticas. Un año después la situación había cambiado, y a pesar de que Lucrecia había tenido un hijo con Alfonso, Cesare lo mandó matar.
También existe el rumor de que Cesare estaba celoso de Alfonso, que era bien parecido. Dicha idea, de ser cierta, reforzaría el rumor de que Cesare estaba enamorado de su hermana. Pero al igual que anteriormente, no hay ninguna prueba. No se puede confirmar ni una cosa ni la otra.
A la tercera…
Lucrecia Borgia no podía permanecer soltera. Era demasiado útil para su padre y hermano como objeto de intercambio. El poder ante todo. Viuda de su segundo marido, Lucrecia Borgia fue matrimoniada con Alfonso D’Este, hijo de otra noble y poderosa familia.
Los D’Este eran mandamases del Ducado de Ferrara, y hacia allí partió Lucrecia en 1502, ya con 22 años. En Ferrara, y con las fortunas combinadas de su familia y la de su marido, Lucrecia Borgia se dedicó al mecenazgo de las artes. También se dedicó a tener hijos, seis en total, de los cuales cuatro sobrevivieron la infancia.

El matrimonio D’Este-Borgia, por lo que sabemos, fue feliz. Lejos del ruido y los complots de Roma, Lucrecia pudo dedicarse a su familia y los placeres de la vida.
¿Depredadora o presa?
Pero la vida de Lucrecia Borja que pervive, no tiene nada que ver con la abnegada madre y socialité. Mi primera imagen de esta mujer fue la de una intrigante profesional y metódica envenenadora.
Recuerdo perfectamente su célebre anillo, del que salía cianuro que convenientemente caía en la copa de vino de algún invitado. Ahora bien, aquel relato era de Don Marco Aurelio Almazán, el escritor, periodista y humorista mexicano.
Como era niño, tardé en darme cuenta de que la imagen que había pintado Almazán era ficción pura. No obstante, los mismísimos Victor Hugo y Alejandro Dumas, se recrean en los rumores que describen a Lucrecia Borgia como una pérfida urdidora.
Más recientemente, Mario Puzo, de fama apadrinada, se deleita en la presunta infamia de Lucrecia, mezclándola con la de su padre y hermano.
Pero no existe una sola prueba de que Lucrecia Borgia haya asesinado nunca a nadie. No hay evidencia de ningún envenenamiento. Todo lo contrario. Según los relatos de la época, Lucrecia fue una buena hija, esposa y madre, y nunca hizo daño a nadie.
Rumores sobre Lucrecia Borgia
Recientemente, los historiadores han comenzado a ver la vida de Lucrecia Borgia sin el velo de los rumores. Es posible que no haya sido una santa, y que haya participado al menos en las intrigas de palacio.
Sin embargo, se cree que ella no fue más que un peón a las órdenes de su padre y hermano. Habrían sido los enemigos de los Borgia, muchísimos, los que dieron rienda suelta a los rumores de la supuesta maldad de Lucrecia.
Con un padre y un hermano así, no es de extrañar. Y ya que estamos, tampoco hay evidencia de que Lucrecia haya mantenido una relación incestuosa, ya fuese con su padre o con su hermano. Es posible, sí, pero no hay pruebas.
Ahora bien, una niña que fue obligada a casarse a los 13 años, y dos veces más en su vida, después de que su propia familia hubiese acabado con sus maridos, no puede tener una vida normal.
Si a todo esto le añadimos el poder, el dinero y la política, es fácil ver que la niña lUcrecia tuvo que lidiar con muy malas compañías. Aún así, y repito, no hay evidencia de que haya asesinado nunca a nadie.
Triste final de Lucrecia Borgia
Como decía anteriormente, Lucrecia fue feliz al lado de Alfonso D’Este. Cuatro de sus hijos sobrevivieron, y dos más murieron en la infancia. La última, Isabella María, nació murió el mismo día, el 14 de junio de 1519. Diez días después, moría Lucrecia por las complicaciones del parto. Tenía 39 años.
Va a ser muy difícil conseguir lavarle la cara a un personaje como el de Lucrecia Borgia. Los rumores vienen de antaño, y están lo suficientemente engranados en la psique cultural que, aún con mucho esfuerzo, tardaríamos años en borrar.
Da igual, lo mismo le ha sucedido a muchos otros personajes de la historia, y no a todos podemos recuperar el prestigio. Lo siento por Lucrecia. Pudo haber sido una víctima más de su padre y hermano, o no.
Vaya!! también había leído otro tipo de comentarios acerca de éste interesante personaje, sería magnífico conocer la realidad de Lucrecia. Estupendo el texto.
Hola Alicia,
durante siglos, la figura de Lucrecia Borgia fue vilipendiada por expertos y los no tanto. No obstante, en las últimas décadas, se ha hecho un análisis más riguroso de su biografía, y parece que todos aquellos pecados que se le atribuían, eran falsos. Yo sólo quería recordar a esta célebre mujer, y alumbrar un poco el debate. Que cada uno se forme sus propias conclusiones.
Muchas gracias por tan amables palabras. Un cordial saludo.
Muy interesante la historia de Lucrecia Borgia…No discuto que fuese verdad o mentira, pero creo que no le envidio su vida a pesar de no faltarle de nada…
Solo la usaron para hacer alianzas con otros pertenecientes a su estatus Social….. Y para dar hijos a su marido .., si es verdad o mentira lo que se cuenta de ella, a lo mejor era una manera de rebelarse contra su mala suerte….
¡Pobre niña..!, y pobre mujer el final que le tenía reservado la vida.
Hola Basi,
tienes razón en el punto que haces: ciertos o no los crímenes adjudicados a Lucrecia Borgia, debió haber tenido una vida muy difícil. También hay que decirlo, en aquel entonces, prácticamente todo el mundo tenía una vida muy difícil, incluso peor que la de una familia acomodada como los Borgia.
EN cualquier caso, era una niña cuando fue entregada en matrimonio, poco pudo decidir ella sobre su destino. No soy yo quien la juzgue.
Muchas gracias por comentar.
Un cordial saludo.
La familia Borja (Bogia al acomodar el apellido al italiano) fue la única en siglos que consiguió el papado romano dos veces, sin ser de origen italiano. Eso no tenía perdón entre las poderosas familias italianas. De ahí los ataques furibundos a sus miembros y toda la sarta de mentiras que se vertieron sobre ellos.
Está claro que hicieron cosas poco éticas y condenables desde nuestra mirada actual, pero nada que se saliese del guión de lo que hicieron sus antecesores o predecesores. El papa Julio II quizá fue quien puso más empeño en difamarles. Fueron tanto los rumores que su fama y leyenda negra acabó impregnando su historia. Pero como bien mencionas, Lucrecia, parece que fue buena gobernante y muy querida.
Hola Josep,
Estoy de acuerdo contigo. Estoy seguro de que los Borja no eran unos santos, pero también creo que muchos de los rumores sobre sus presuntos delitos fueron inventados o exagerados por las familias italianas, que veían reducido su poder ante el de la familia valenciana.
Lo bueno de la historia es que, en muchas ocasiones, logramos reconstruir lo que sucedió, y podemos recuperar los verdaderos hechos. Aún queda mucho por aprender de la época y sus personajes, pero nunca sabemos si encontraremos algún documento nuevo que aclare este embrollo. Nunca se sabe… 😛
Muchas gracias por comentar. Un cordial saludo.
Me encanta este blog.
Es muy interesante. Nunca es tarde para aprender algo mas.
La verdad es que se han escrito tantas cosas sobre Lucrecia de Borgia, que Dan Brown ( escritor de Angeles y demonio, el codigo Da Vinci) tendria material para una trilogia.
Hola Álvaro!
Antes que nada, muchísimas gracias por tus amables palabras, y por dedicarnos tu tiempo. Todos aprendemos cuando compartimos el saber, y de paso, al menos en mi caso, nos divertimos…. 😛
Sobre Lucrecia Borgia, nunca se sabe si Brown le dedicará algún libro. Toda la familia está formada por personajes históricos muy interesantes, con muchas aristas. Es, además, una época apasionante, en la que el mundo y la cultura cambiaron sustancialmente. Yo ya estoy a la búsqueda de temas similares, poco a poco iré publicando más sobre el Renacimiento.
Muchas gracias nuevamente y un fuerte abrazo!
En España pudimos ver la primera temporada de la serie inglesa «Los Borgia», de Neil Jordan (creador) con Jeremy Irons. Me pareció muy buena. Sé que hubo dos temporadas que seguramente mantengan la calidad. ¡Espero disfrutarlas algún día!
Hola Josep,
la verdad es que veo poca televisión, y menos series. lo gracioso es que suelo evitarlas porque, en ocasiones son tan buenas, que me engancho, y eso no me gusta. Eso sí, en algunas vacaciones me la veré entera. Jordan y Irons son maestros, y seguro vale la pena ver la serie…
Muchas gracias nuevamente y un abrazo!
Después de leer varios libros sobre este personaje histórico estoy totalmente de acuerdo contigo. Lucrecia Borja fue víctima de su familia y de los tiempos que le tocó vivir. Gracias por las enseñanzas de tu blog
Hola Ángela,
creo que en el pasado hay muchas personas cuyas historias nos han llegado distorsionadas. En ocasiones los rumores y mentiras pueden ser deliberadas; en otras, el fruto de exageraciones. EN este caso, y como dice otro comentarista, los Borgia fueron vilipendiados por las familias italianas, a las que no les gustó tener que compartir el poder y el dinero con unos recién llegados españoles. Siempre ha habido envidias, y creo que es lo que sucedió en el caso de Lucrecia. Seguro que no era una hermanita de la caridad, pero tampoco una perversa asesina…. 😛
Mil gracias nuevamente y un besín!