Había una vez dos hermanos, Chang y Eng Bunker. Como muchos otros, estos hermanos estaban muy unidos (perdón por el chiste fácil), y es que los Bunker estaban físicamente unidos por el esternón. Eran hermanos siameses.
Con este apelativo solemos llamar a aquellos gemelos que están unidos físicamente en alguna o varias partes de su cuerpo. Este fenómeno ocurre en uno de cada entre 50,000 y 190,000 embarazos, y la mitad de los niños muere antes de nacer. Otro tercio muere en las primeras 24 horas.

Chag y Eng Bunker, hermanos siameses.
Los casos de hermanos siameses ocurren cuando un ovario fertilizado se divide parcialmente, dando lugar a dos cuerpos en el mismo útero. Hay varios tipos de siameses, incluyendo aquellos que están unidos por el tórax, o por la cabeza, o por la pelvis. En otros casos, uno puede ser más grande y fuerte que el otro.
Eng y Chang Bunker, cuyos nombres reales eran In y Jun, bien podrían haber sido separados en la actualidad, pues aparte del pequeño cartílago que les unía en el esternón, y de que sus hígados estuviesen fusionados (aunque operaban independientemente), cada cuerpo era capaz de llevar su vida por separado.
Pero no fue así, y los hermanos siameses Bunker vivieron su vida siempre unidos. Esta es su historia.
De hermanos chinos a hermanos siameses
La pregunta que da nombre a esta entrada se responde muy fácilmente. Chang y Eng nacieron en lo que ahora llamamos Tailandia, pero que en aquel 11 de mayo de 1811 en que nacieron era el Reino de Siam.
Curiosamente, su padre era chino, y su madre medio china, por lo que de pequeños, a los niños Bunker les llamaron los “hermanos chinos”. La familia vivía en Bangkok, y a pesar de su condición, Eng y Chang eran niños normales.
Entonces, en 1824, su vida cambió para siempre. Un comerciante escocés afincado en Bangkok, Robert Hunter, los vio nadando en la playa. Habló con ellos, y se dio cuenta de que podrían ser una gran atracción.

Así estaban unidos los hermanos siameses
En un principio, Hunter convenció a la madre de los chicos para poder llevárselos a cambio de un dinero. Pero el Rey de Siam, quería exhibirlos en la corte. Hunter tardó cinco años en convencer al rey.
Más que convencerlo, lo sobornó con un telescopio y un grupo de bailarinas exóticas. De Siam viajaron a Estados Unidos. Era el año 1829.
Curiosidades y más
Chang y Eng causaron una sensación inmediata en el público norteamericano. Era muy raro por entonces que hermanos siameses vivieran más de unos días. Por esto mismo, los hermanos también tuvieron éxito con los médicos.
Aparte de su obvia condición, los hermanos siameses eran hombres del espectáculo natos. Sabían cómo agradar a la audiencia, haciendo trucos, saltos mortales y cargando hombres de hasta 80 kilos. En 1830 viajaron también a Inglaterra, donde tuvieron el mismo éxito.
Durante cinco años, Eng y Chang, empleados por Hunter y su socio Abel Coffin, actuaron por todo el país. A pesar de que muchos acusaban a Hunter de explotarlos, los siameses ganaban buen dinero.
Cuando expiró el contrato original, los hermanos siameses decidieron ser sus propios jefes, y continuaron con el éxito.
Sentando cabeza
Finalmente, en 1839 se cansaron de tanta gira, y decidieron sentar cabeza. Con el dinero ahorrado, compraron una finca en Wilkesboro, North Carolina. Para hacer el trabajo que ellos no podían, compraron esclavos.
Mas tarde, el 13 de abril de 1843, los hermanos siameses se casaron con dos hermanas, Adelaide y Sarah Anne Yates. Los cuatro dormían en una cama amplia, y especialmente reforzada.

Chang y Eng con sus esposas y dos de sus hijos.
Obviamente, los matrimonios fueron la causa de muchas críticas. Algunos creían que era algo bestial, y otros que la convivencia se prestaba al adulterio. A los hermanos no les importaron las críticas.
No me preguntes cómo, pero las parejas encontraron tiempo, y lugar, para la intimidad. Chang y Adelaide tuvieron 12 hijos, y Eng y Sarah 11. Muchos de sus descendientes aún viven. El problema fue cuando las hermanas se pelearon entre ellas.
Para intentar mantener el orden, construyeron dos casas separadas, pero cercanas. Los cuatro vivían en una de las casas alternándose cada tres días. Para entonces, los hermanos siameses habían adquirido la nacionalidad. El día de su juramento, tuvieron que elegir un apellido, que no tenían, y eligieron Bunker, porque era el de la persona por detrás de ellos en la fila.
Guerra
De acuerdo con las leyes estadounidenses de la época, a Chang y Eng se les consideró como blancos, y por eso pudieron comprar esclavos. North Carolina era un estado esclavista, lo que les causó problemas al llegar la Guerra Civil.
Christopher, hijo de Chang, y Stephen, hijo de Eng, lucharon en el Ejército Confederado, y ambos fueron condecorados. Pero al acabar el conflicto, y ya sin esclavos, la finca se fue a pique. Chang y Eng decidieron volver a los escenarios.
Pero la segunda vez ya no causaron sensación. Ellos mismos se anunciaban como “Los Hermanos Siameses”, pues así les llamaba el público, pero en la posguerra la gente tenía otras preocupaciones.
En cualquier caso, los hermanos siameses Chang y Eng siempre fueron respetados por sus vecinos y allegados. Se les consideraba hombres íntegros y honrados, con la importancia que esas cualidades aún conservaban.
No todo es para siempre
En 1870, Chang sufrió un infarto, que le dejó secuelas. Al poco tiempo comenzó a beber en demasía, sin afectar a Eng, ya que no compartían sistema circulatorio. A finales de 1873, Chang (y supongo que Eng), sufrió una grave caída de un carruaje.
Estando en cama, en enero de 1874 Chang enfermó de bronquitis. Finalmente, el 17 de enero, Chang murió mientras dormían. Al despertar y darse cuenta, Eng exclamó – “Ahora me voy yo”. Un médico intentó separarlos de urgencia, pero llegó algo tarde. Eng Bunker murió tres horas después que su hermano.
Al momento de su muerte, los hermanos siameses Bunker eran unas celebridades. Llevaban años sin actuar, pero el público no olvidaba. Fue por ellos que a los hermanos unidos físicamente se les llama siameses. Por mucho que he buscado, no sé cómo se les llamaba antes.
Legado
Como decía anteriormente, Chang y Eng dejaron una prole muy amplia. Entre sus muchos descendientes hay una ex-Tesorera y candidata a Gobernador de Florida, dos generales de las Fuerzas Armadas, y un Premio Pulitzer de Música.
Debido a su celebridad, muchos de las efectos personales de los hermanos Bunker están expuestos en varios museos. También expuesto están sus hígados fusionados, en el Museo Mutter de Philadelphia.
Durante estos días que he estado leyendo sobre ellos, me enteré de que gary Oldman ha comprado los derechos de su historia para hacer una película. Hace 20 años, ya se representó un musical sobre su vida, en Indonesia.
Chang y Eng Bunker fueron los hermanos siameses originales. No sólo eso, pues a pesar de su condición tuvieron una larga y fructífera vida, y pasaron a la historia. Bien merecido, creo yo.
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