Hace ya más de dos décadas, se puso de moda en Estados Unidos celebrar el cinco de mayo, Todo se inició como un ardid de mercadotecnia por parte de los restaurantes de comida mexicana. Desgraciadamente, y fui testigo de ello, casi nadie sabía lo que se celebra en esta fecha.
El cinco de mayo se celebra una victoria militar del ejército mexicano en contra de su homólogo francés. Napoleón III, había enviado sus huestes a cobrar una deuda al país norteamericano, y se llevó una sorpresa.
Los hechos ocurrieron en la ciudad de Puebla, a 125 kilómetros de la capital. Alrededor de los fuertes de Loreto y Guadalupe, la batalla se libró cuerpo a cuerpo, entre los soldados, con la ayuda de los indígenas de la región.
Antecedentes
En 1861, el Presidente Benito Juárez, ante la quiebra del tesoro, ordenó una moratoria en los pagos de la deuda externa. Tres de los países acreedores, España (9 millones de dólares), Inglaterra (69 millones) y Francia (2 millones), decidieron enviar a México una fuerza militar.
La idea era presionar a Juárez para que suspendiera la moratoria o para renegociar. Al llegar las tropas, Juárez rápidamente suspendió la moratoria y envió a sus representantes para negociar.
Pero Francia quería más, colonizar al país norteamericano, y con ello contrarrestar el creciente poder de Estados Unidos. Inglaterra y España se dieron cuenta de ello, y negociaron por su parte, poco antes de retirar sus fuerzas.
Dos mil franceses se mantuvieron en tierras mexicanas, y pronto llegaron seis mil más. EL General de Brigada Charles Ferdinand de Latrille, Conde de Lorencez, confiaba tanto en la victoria que envió un telegrama a su Ministro de Defensa en París:
«Somos tan superiores a los mexicanos en organización, disciplina, raza, moral y refinamiento de sensibilidades, que le ruego anunciarle a Su Majestad Imperial, Napoleón III, que a partir de este momento y al mando de nuestros 6,000 valientes soldados, ya soy dueño de México”.
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La Batalla del Cinco de Mayo
Se equivocó, y por mucho, el general francés. Las fuerzas mexicanas, al mando del General Ignacio Zaragoza, vencieron a los franceses, primero, en la Batalla de las Cumbres, el 28 de abril. Desde el 3 de mayo, Zaragoza esperó a Lorencez en Puebla.
No me voy a entretener en los detalles en esta ocasión, pues el objetivo de esta entrada es otro. Pero sí es necesario decir que el General Zaragoza mostró una superioridad táctica sobre los franceses, y la Batalla del Cinco de Mayo, o Batalla de Puebla, se decantó hacia el bando mexicano.
Al menos en ese año, 1862, México pudo rechazar la intervención francesa. Al año siguiente, no obstante, los franceses lo volvieron a intentar, con éxito. La intervención francesa duró hasta 1867.
Poema para el Cinco de Mayo
Hace poco estuve en Puebla, esa bella joya de la Colonia. En este viaje tuve la oportunidad de conocer a uno de los más importantes divulgadores del saber y la cultura en su ciudad, y en el resto del país.
El Doctor Abel Pérez Rojas es el fundador y gestor de Sabersinfin.com, una iniciativa divulgativa con muchas ramas, editorial, audiovisual e incluso práctica. Tuvimos la oportunidad de charlar en varias ocasiones, y en una de esas charlas me llevé una sorpresa.
Resulta que Don Abel es también poeta, y de los buenos. Yo se muy poco de este arte, pero sí soy capaz de reconocer un buen trabajo. Casualmente, uno de los poemas de los que me hizo el honor de recitar, y de los que más me gustó, versa sobre el Cinco de Mayo.
Por ello, hoy he querido reproducir este poema dedicado “A la Heroica Puebla de Zaragoza” , con la venia del Doctor Rojas. Seguro que te gustará.
Poema a la Heroica Puebla de Zaragoza
Don Abel Pérez Rojas
La tierra tiembla, el aire se espesa
hombres a pie y en bestias,
cuerpos de piel morena
contra hombres que hablan rarezas.
General Márquez y conservadores:
¿Por qué auxilian al invasor?
¡Qué bueno sería quemar Puebla,
pero no todos perdieron su honor!
Fuertes de Loreto y Guadalupe
cobijen a sus bravos guardianes,
soporten la incendiaria pólvora,
resistan el ataque de los invasores.
Valle de Cuetlaxcuapan tus hijos caen,
la bayoneta no tiene misericordia,
el machete se tiñe escarlata
¡Qué lejos está la concordia!
¿De qué están hechos estos bárbaros?
¡No temen y sólo tienen piedras y palos!
¡Maten a los descalzos, a los de harapos!
¡Pagarán desafiar a los gallardos zuavos!
Hijos de Morelos e Hidalgo: ¡Presente!
Compañías de Tetela, zacapoaxtlas
Batallón de Cazadores, xochiapulcas,
luchen, desafiemos a la muerte.
¡Sorprendente, los hijos de Francia huyen!
con menos hombres y balas se gana,
es día de júbilo y orgullo nacional
¡Nuestras armas se han cubierto de gloria!
Pase de lista a los generales,
los que comandaron hambrientas gentes:
Ignacio Zaragoza, General en Jefe,
Ignacio Mejía, Santiago Tapia,
Joaquín Colombres, Miguel Negrete.
¡Larga vida a los paladines!
¡No más invasores y traiciones!
¡Qué esta lid inspire a los que vienen!
¡Somos hijos de soberanos y valientes!
De hecho, no es que los franceses lo hayan vuelto a intentar, sino que el ejército francés no se fue desde que llegó, sino hasta que los mexicanos lo echaron fuera. Lo esencial de la victoria en Puebla es que mostró a los mexicanos que sí se podía vencer en la lucha y es a partir de ahí, que la moral del ejército mexicano se elevó hasta el punto de sacar a estos invasores solo unos pocos años después.
Así es Perla. Napoleón III creyó que era tan bueno como su ancestro, y que podía invadir países a su antojo. Pero se equivocó. La Batalla de Puebla es uno de los puntos álgidos de la historia de México, demostrando que con orgullo, dignidad y talento se puede defender la patria de los invasores.
Finalmente, y como bien dices, después de tres intentos, Francia desistió de medrar en los asuntos de México. Salió escaldada, y dudo que lo intente otra vez en mucho tiempo.. 🙁
Muchas gracias por tu valioso comentario. Un besín!