La extraordinaria historia del USS Barb.

Hay submarinos célebres y submarinos con éxito, y luego está el USS Barb. Sin duda, es el submarino con la historia más extraordinaria de la Segunda Guerra Mundial. Como aperitivo, fue uno de los pocos submarinos que no sufrió una sola baja en toda la guerra.

Fue, tambén, el único submarino que utilizó cohetes en blancos terrestres. Más curiosamente, el USS Barb fue el único submarino de la Segunda Guerra Mundial que hundió un tren. Tal cual.

Ahora entramos en esa historia, pero antes déjame que te cuente algunos de los detalles del USS Barb. Barb, por cierto, es el nombre de un pez en inglés, el Barbus (Barbus barbus). El nombre hace referencia a sus “bigotes” o “barbillos”. 

El USS Barb era un submarino de la clase Gato, también nombrada por un tipo de pez. Todos los submarinos de la Clase Gato, 77 de ellos, fueron bautizados con nombres de creaturas marinas. Creo que por razones obvias.

Los Gato fueron uno de los tres tipos de submarino más construidos por los estadounidenses durante la guerra. Junto con los de las Clases Tench y Balao, constituyeron el grueso de la fuerza submarina.

Al igual que sus hermanos, el USS Barb desplazaba alrededor de 1500 toneladas, impulsadas por cuatro motores diesel y cuatro eléctricos. El Barb tenía una eslora de 95 metros por 8.30 de ancho. 

Podía viajar sin parar casi 20,000 kilómetros a una velocidad de 21 nudos (39 k/h)sobre la superficie. Poco menos de la mitad, nueve nudos, sumergido. Su profundidad máxima era de 90 metros, y podía hacer patrullas de hasta 50 días. 

En todo esto, el USS Barb sí era un submarino cualquiera. Pero sus 54 marinos, sus seis oficiales y, en especial, su séptimo comandante, lo hicieron extraordinario. 

USS Barb
El USS Barb

Nace el USS Barb

Justo seis meses antes del ataque a Pearl harbour, se inició la construcción del USS Barb. La guerra en Europa había estallado casi dos años antes y Estados Unidos comenzaba a prepararse. El Barb fue botado en abril de 1942.

Su primera misión fue proteger los buques que participaron en la Operación Torch, en el norte de África. Sus cuatro siguientes patrullas tuvieron lugar en Europa, donde vigilba que barcos de ninguna nacionalidad rompieran el embargo contra Alemania. 

En julio de 1943 el USS Barb volvió a su base en New London, Connecticut, y poco después fue asignado a Pearl Harbour. En la base hawaiana, el Barb conocería al hombre que lo llevaría a las más altas cotas de la fama.

Eugene Bennet Fluckey

Conocido más tarde como “Lucky” Fluckey, Fluckey el Afortunado, este Washingtoniano nacido en 1913, era todo un personaje. Para empezar, fue un niño prodigio que terminó el instituto a los 15 años.

Como ninguna universidad lo quiso aceptar a esa edad, su padre decidió inscribirlo en una escuela preparatoria. El objeto de sus estudios sería preparar el examen de entrada para la academia naval. 

“Lucky” Fluckey fue aceptado por la Academia Naval en Annapolis a los 18 años. Cuatro años más tarde se graduó con el rango de alférez. Su primer puesto fue en el acorazado Nevada y, meses después, en un destructor. 

A petición suya, en junio de 1938 Fluckey fue enviado a la Escuela de Submarinos para su primer curso en sumergibles. Al final de la instrucción, en diciembre, fue enviado a una patrulla con el submarino USS S-42, y seis meses después, en el USS Bonita.

Hasta diciembre de 1942, ya en plena guerra, Fluckey sirvió en el Bonita. Al final de esa misión, fue devuelto a Anapolis para más formación, y luego a la Escuela de Oficiales de Submarinos en New London. 

“Lucky” Fluckey ya podía comandar su propio submarino, y para ello fue enviado a Pearl Harbour. Ahí conoció al USS Barb, en el que realizó una patrulla como comandante en formación. A partir de marzo de 1944, él sería su máximo oficial.

Las aventuras del USS Barb

Antes de tener a Fluckey como capitán, el USS Barb ya había tenido cierto éxito hundiendo buques japoneses. Veintiuno para ser exactos. En las próximas cinco misiones, con Fluckey a bordo, el número se incrementaría hasta 38.

De hecho, el USS Barb fue el cuarto submarino estadounidense por tonelage hundido, con 96,628. Sin embargo, de acuerdo con los registros japoneses, sería el primero, con más de 120,000. 

Modelo del USS Barb

En cualquier caso, el USS Barb tuvo un gran éxito en su labor. Además, lo hizo sin que muriera ninguno de sus marineros u oficiales. Ni siquiera una herida de importancia, aparte de pequeños accidentes laborales. 

Pero si el USS Barb es famoso, es por dos valiosas, y valerosas acciones en sus dos últimas patrullas. En ellas, Fluckey y su tripulación demostraron saber sacar lo mejor del arma que tenían a su disposición.

El USS Barb anda suelto

El 8 de enero de 1945, durante su decimaprimera patrulla, el USS Barb hundió seis barcos enemigos. La acción en los Estrechos de Formosa, era récord en la US NAVY durante la guerra. Eso hasta dos semanas después. 

En la noche del 28 enero, el Barb entró en una bahía en la costa de China, y se encontró con 30 buques japoneses. Estos se resguardaban precisamente de los ataque submarinos estadounidenses. 

El problema es que la bahía era muy poco profunda, 10 metros de media. Eso complica mucho las maniobras de un submarino. Por si fuera poco, la bahía estaba minada y era muy rocosa. Poco le importó a Fluckey.

El USS Barb se adentró silenciosamente, y Fluckey ordenó lanzar 8 torpedos. Seis dieron en el blanco, hundiendo el mismo número de barcos. El Barb todavía se dio el lujo de escapar a toda máquina, sobre la superficie. 

Se acaban los blancos

La marina concedió a Fluckey una quinta y rara patrulla. Los jefes creían que un capitán se volvía demasiado cuidadoso o demasiado alocado tras cuatro misiones. En el caso de Fluckey hicieron una excepción.

Un problema para los submarinos yanquis era que se estaban acabando las presas. Tantos habían hundido que les costaba encontrar barcos japoneses navegando. El Comandante Fluckey hizo entonces una petición especial.

Pidió que al USS Barb se le instalaran baterías de cohetes para bombardear las costas del enemigo. Se las concedieron, y el Barb fue el primer submairno del mundo en tenerlas. Con ellas el Barb se dedicó a acosar blancos terrestres. 

USS Barb en acción
El USS Barb en acción (foto real).

En uno de estos ataques en solitario por el USS Barb, fue tanta la destrucción que los japoneses informaron que habían sido atacados por seis buques y un submarino. Pero lo mejor estaba por llegar.

¡Hundid el tren!

A falta de objetivos flotantes, el USS Barb y su tripulación se aficionaron a los ataques costeros. En su décimosegunda y última patrulla, eligieron un blanco que los haría famosos. Estaba en Karafuto, en las islas Sakhalin, entonces pertenecientes a Japón. 

El Comandante Fluckey se fijó en un tren que transportaba soldados y suministros, muy cerca de la costa. El USS Barb y sus cohetes podían haber destruido el tren desde la seguridad del mar, pero Fluckey tuvo otra idea.

Video con acciones reales del USS Barb

Eligió un equipo de ocho marinos de todas las secciones del submarino. La noche del 22 de junio, los envió a tierra con 25 kilos de explosivos y un detonador improvisado. El comando colocó los explosivos debajo del rail, para que cuando pasara el tren, con el peso, detonara la bomba. 

Llama la atención, que dicha incursión fue la única en las islas principales de toda la guerra. Ningún otro comando aliado pisó las islas principales de Japón durante el periodo 1941-1945. Probablemente Fluckey lo sabía.

Cuando el ferrocarril pasó sobre la bomba, su peso accionó el mecanismo. La explosión levantó al convoy por los aires, y sus restos se despeñaron para caer en el océano, y hundirse en las profundidades. 

El USS Barb fue el único submarino estadounidense en hundir un ferrocarril enemigo. Al menos su tripulación, que al final es siempre quien lleva a cabo las acciones. 

Premio a un buen trabajo

Con un palmarés tan extenso como el del USS Barb, no es de extrañar que haya sido uno de los navíos más condecorados de la Segunda Guerra Mundial.

Entre muchas otras, la tripulación recibió dos Cruces de la Marina (Navy Cross), 23 Estrellas de Plata, 23 Estrellas de Bronce, cuatro Presidential Unit Citations, cuatro Medallas de la Marina, 82 Listones de Felicitación, las insignias de 38 buques enemigos hundidos, y la de un ferrocarril.

El Comandante Fluckey, por su parte, recibió cuatro Cruces de la Marina, y la medalla de Honor (Medal of Honor), la Medalla de Servicio Naval Distibguido y la Legión del Mérito, por su “conducta especialmente meritoria en sus destacados servicios y logros”.

USS Barb insignia
Nótese la insignia del ferrocarril, abajo al centro…

El submarino en sí, no tuvo tanta suerte. Retirado en 1948, fue posteriormente rehabilitado y entregado a la Marina Italiana en 1953. Ahí sirvió hasta 1974, cuando fue vendido por 100,000 dólares, como chatarra. 

Ese fue el triste final del USS Barb. Pero su extraordinaria historia y la de su tripulación permanecerá en el imaginario popular durante siglos.  

Si no por sus éxitos militares, creo que el Barb se mantendrá en nuestra memoria por haber protegido a su tripulación. En el peor conflicto armado de la historia, fue toda una extraordinaria hazaña. 

5 thoughts on “La extraordinaria historia del USS Barb.

  1. Hay tantíiiisima publicidad en el post, que es imposible leer. Me obliga a buscar la info en otro canal.

  2. Me ha encantado éste artículo.
    Es todo un aprendizaje contigo Jesús.
    Muchas felicidades !!
    Saludos..

    • Muchísimas gracias Pily por tus amables palabras. Comentarios así son el alimento que necesitamos para seguir escribiendo. De paso, aprendemos todos!
      Mil gracias nuevamente y un besín.

  3. Muy interesante. A veces se acusa a los soldados gringos de cobardes, pero creo que historias como esta demuestran que son unos militares muy agresivos.

    • Hola Dani,
      Tienes mucha razón. Sinceramente no sé por qué se les acusa de cobardes, cuando en numerosas ocasiones han demostrado lo contrario. Es más, para mi, son más bien algo alocados, «gung ho:, dicen ellos…
      Muchas gracias por tu comentario. Espero te hayan gustado estas líneas.
      Un saludo cordial.

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