Hace unos días se levantó un revuelo en la red social Twitter, a raíz de un comentario divulgado por el astronauta Edwin “Buzz” Aldrin. El mensaje de apenas 61 caracteres (en inglés), originalmente escrito por el profesor de Física de Partículas de la Universidad de Manchester, Brian Cox, básicamente animaba a los que no creen que el hombre llegó a la Luna en 1969 a que se consiguieran un cerebro nuevo. Básicamente, los llamó idiota.
Ya fuese por el tono del mensaje o por la larga lista de candidatos al trasplante en cuestión, la controversia estaba servida y el tweet llegó a ser trending topic. Curioso e interesado por el tema, me leí algunas de las muchas respuestas de los muchos usuarios, en pro y en contra de la evidencia y de las teorías conspiranóicas, y dándole vueltas al asunto, decidí que sería buena idea tratarlo en Ciencia Histórica, pues hay gente idiota y hay gente ignorante.
Idiota o ignorante
Si bien la recomendación de cambiar de cerebro me parece algo exagerada, y algunos la podrían tomar como un insulto, hay que recordar el medio en el que se divulgó, más bien informal, petulante y frecuentemente sarcástico. Seguramente la intención de Cox, que no es idiota, era provocar, y lo consiguió, a la masa de individuos que creen que la llegada del hombre a la Luna fue un montaje.
A Aldrin no lo culpo, pues lleva décadas siendo insultado por estos mismos, que le consideran un mentiroso, y nadie, por muy figura pública que sea, está obligado a aguantar para siempre. En todo caso, yo respondería a Aldrin, tampoco un idiota, y a Cox que de nada serviría que sus antagonistas se buscaran un cerebro nuevo, pues su trastorno no tiene nada que ver con la idiocia (un trastorno caracterizado por una deficiencia muy profunda de las facultades mentales, congénita o adquirida en las primeras edades de la vida, RAE), y no es más que un claro ejemplo de ignorancia.
Utilizo este último término como lo que es, un adjetivo descriptivo, y no en su variante peyorativa. Que nadie se sienta insultado, no es esa mi intención. Ignorantes somos todos, yo el que más, en cuanto nos referimos a la falta de conocimiento sobre muchos aspectos del universo que nos rodea y la vida. No hay nadie en el mundo que lo sepa todo, y no hay por qué avergonzarse de tener lagunas en nuestra cultura. Desafortunadamente, la ignorancia no tiene cura, es crónica, lo cual no impide que exista un remedio para paliar sus síntomas, el estudio, que al menos nos permite disfrutar de un nivel de vida medianamente aceptable. Lo que sí queda claro, es que algunos somos más ignorantes que otros.
Ejemplos:
Respecto al tema del hombre en la Luna, la mayoría de los descreídos con los que me he topado, presentan los mismos síntomas que aquellos que abrazan otras de las conspiranoias más famosas, como los negacionistas del Holocausto o los que creen que todo lo que sucede en el mundo son ataques de falsa bandera: 1) Ninguno ha estudiado a profundidad el tema; 2) basan sus “argumentos” en falsedades desbancadas hasta la saciedad, y no responden nunca a otras cuestiones planteadas; 3) creen que ellos son los únicos dueños de la verdad, y que los demás simplemente nos creemos todo lo que nos dicen los “poderes fácticos”. De menos te consideran un idiota. Algunos ejemplos.
No hace mucho discutí sobre los campos de concentración con un hombre de un país sudamericano. Le dije que yo no era historiador profesional, pero que había estudiado la Segunda Guerra Mundial desde muy joven, y que había vivido en Alemania. Le mencioné también que he visitado numerosos Campos de Concentración en el este de Europa, y que había leído y analizado decenas de documentos nazis sobre el Holocausto, además de haber estado presente en numerosas entrevistas a víctimas de aquella tragedia.
Ignorante
Él, ni habla alemán, ni ha estado en Europa, ni ha estudiado el conflicto en profundidad, según su propia confesión, pero eso sí, había leído un libro en el que supuestamente se desbancaba el Holocausto como una mentira inventada por los aliados.
Su “prueba”, un mentado censo que aseguraba que no había más de 300.000 judíos en Europa antes de la guerra, y que por ende era imposible que Hitler (ese sí, un idiota) mandara asesinar a seis millones. Le dio igual que dicho “documento” no tiene ninguna validez histórica, y no lo soltó durante toda la conversación.
Yo le mencioné que los mismos alemanes habían reconocido el Holocausto, y que sólo se defendieron arguyendo que “obedecían órdenes”, pero como si no hubiese dicho nada, siguió con lo del censo. Por supuesto, al final me dijo que necesitaba abrir los ojos, que no me creyera todo lo que leía en los libros (a pesar de que su teoría también estaba basado en un libro), que él sabía “la verdad” y que a los demás nos habían lavado el cerebro. Y así en decenas de debates.
Idiota
Esta semana publiqué un par de artículos relacionados con el aniversario de la misión Apolo XI, y cómo no, me encontré con varios “escépticos”, gente idiota. La vieja teoría de que el alunizaje de Armstrong y Aldrin fue un montaje hecho por Stanley Kubrick en un estudio de Hollywood aún sigue viva. Según sus defensores, en 1969 no existía la tecnología necesaria para llegar a nuestro satélite, mucho menos para volver, y por ello la NASA, para no quedar en ridículo y ganar una batalla frente a la Unión Soviética, organizó todo el tinglado para engañar al mundo.
Existe una serie de fotografías de la misión que supuestamente demuestran “fallos”, que si las estrellas no se ven, que si la bandera se mueve a pesar de que en la Luna no hay viento, que si se ve una mota de polvo terrestre. No voy a perder más tiempo aquí explicando todos esos detalles, por falta de espacio y porque de nada servirían. Cuando alguien cree en una conspiración, esta se convierte en dogma y no hay evidencia que le haga cambiar de opinión. Hay que se idiota. Sin embargo, os dejo aquí un par de enlaces:
http://es.gizmodo.com/una-nueva-simulacion-desmiente-dos-bulos-sobre-la-llega-1636873640
No piensan
Otra de las armas comunes de los no-creyentes es la de decir que “la historia la escriben los vencedores”, lo cual no es siempre cierto. Cualquier historiador serio estudiará todas las fuentes disponibles, y llegará a sus conclusiones basándose en todas las pruebas. Uno de los tweets de Aldrin hace un par de días mencionaba una cuestión clave, ¿por qué la Unión Soviética no reveló como mentira la misión del Apolo XI?
Ellos tenían mucho prestigio que perder y la tecnología para demostrar que se trataba de un engaño si así fuese, pero no, al contrario, felicitaron a sus colegas estadounidenses por la hazaña que ellos mismos habían seguido desde sus estaciones. Pero repito, de nada servirá el argumento para convencer a los iluminados. De nada servirá decirles que sondas lunares de otros países, Japón, India y China, por ejemplo, han encontrado en la Luna restos de las misiones Apolo, y al menos al último país, nadie podrá acusar de pertenecer a la esfera del poder yanqui.
Estimados seguidores de las teorías de la conspiración, quiero que sepáis que no es mi intención insultaros, ni denigraros, simplemente quiero recomendaros que reviséis vuestras fuentes, que ampliéis vuestros estudios. Muchos de vosotros, y me consta, creéis que quedáis muy bien yendo contracorriente, que tenéis la mente muy abierta y no os dejáis comer el coco por la prensa y la televisión, pero la verdad es que quedáis muy mal. No creo que seáis idiotas ni mucho menos, pero sí creo que ignoráis la realidad, las pruebas, los hechos, y hay un remedio para ello. Suerte.
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Entonces, ¿el hombre no llegó a la Luna? ¿Los campos de concentración son una patraña? ¿la teoría de la evolución no es cierta? ;)
Para muchos Chus, así es...y por ello hermano he querido escribir esta entrada... :P
Bien hecho, pero el que no quiera entender no lo hará muestres las pruebas que muestres.
Eso es lo que creo, pero posiblemente habrá alguno que decida a mirar la evidencia con menos perjuicios...
¡Aplausos de pie para esta entrada! (Y para muchas otras) Pero esta merece un redoble de tambor y fanfarrias. Una forma muy elegante de poner en su lugar a mucha gente que por haber leído un libro (y a veces a medias) creen que ya lo saben todo. Y no es que quienes, como tú, han leído e investigado a fondo un tema lo sepan absolutamente todo, pero... es un hecho que para poder negar o afirmar la existencia de algo es indispensable DOCUMENTARSE y como bien dices, un solo libro no es suficiente. Y efectivamente, la ignorancia es un mal crónico que se puede combatir con una pildorita diaria de lectura.
Saludos y un abrazo.
Muchas gracias Paco,
yo me incluyo entre los ignorantes, la clave está en nuestro nivel de ignorancia. Como dice un amigo, el verdadero ignorante es aquel que no quiere aprender nada nuevo, pero entre esos no me cuento, pues soy de lo más curioso. Sólo espero que esta entrada toque un nervio entre los negacionistas y se animen a estudiar todas las fuentes, no sólo las que apoyan sus ideas preconcebidas.
Muchas gracias como siempre, y un abrazo!
Pues me vas a disculpar, pero el caso de los negacionaistas de los alunizajes o el del negacionista del Holocausto que mencionas no son casos de ignorancia simple: el ignorante simple está dispuesto a admitir información nueva, sobretodo si sabe que no tiene mucha al respecto.
Aquí se trata, sin embargo, de idiotas: no contentos con no saber, se niegan a aceptar datos contrastados a favor de su "verdad". Tratar a dichos idiotas como educación es más una elección que otra cosa.
Jeje, en parte tienes razón Gomiam, lo que pasa es que para mí, un idiota es una persona que nace con algún problema fisiológico, algo que no pueden evitar. Los ignorantes si podemos mejorar nuestra situación... :P
Muchas gracias por comentar.
Un cordial saludo.
Hola Barcala. Justo publicaste esto, cuando hace unas semanas una persona salió con lo que no habiamos llegado a la Luna, y le dije, estás bastante atrazado, al menos para poder tomarte más enserio podrías haber dudado que con la nave Voyager estamos saliendo del sistema solar.
un abrazo creible.
Son legión Christian, a pesar de toda la evidencia, pero es que digas lo que digas o les muestres lo que les muestres muy pocos lo creerán, es parte de su juego...
En fin... :P
Gracias por comentar caballero. Un saludo!
Hola Jesús,
tras leer tu artículo del otro día "Cuando el viaje más importante de la historia estuvo a punto de fracasar", me animaste a investigar sobre el programa Apolo y los astronautas que consiguieron llegar a la Luna (de hecho tengo preparado un post al respecto que publicaré más adelante). Y es que el hombre no llegó a la Luna una vez sino que lo hizo doce veces a lo largo de las misiones Apolo 11, 12, 14, 15, 16 y 17. Además de Armstrong y Aldrin, lo consiguieron: Charles Conrad y Alan L. Bean (Apolo 12, en 1969); Alan Shepard y Edgar D. Mitchell (Apolo 14, en 1971); David Scott y James B. Irwin (Apolo 15, en 1971); John Young y Charles M. Duke Jr., (Apolo 16, en 1971); Eugene A. Cernan y Harrison Schmitt (Apolo 17, en 1972).
También están los que dicen que sí se llegó a poner el pie en el satélite pero que se dejó de volver a intentar porque los astronautas se encontraron con extraterrestres o restos de una antigua civilización y que tras la misión del Apolo 17 les prohibieron regresar. Otros (más belicistas) dicen que los EE.UU. realizaron pruebas nucleares en ella, llenándola de radiación. Otros que se dejó de mantener su interés al no encontrar nada (aunque ahora parece que es rica en Helio 3, escaso en la Tierra y que puede que en el futuro sea una fuente de energía limpia y segura) o que las cuestiones políticas que motivaron su conquista ya quedaron superadas. Sea lo que fuere, los países no lo han vuelto a intentar probablemente porque tienen sus miras en sitios más lejanos como en Marte o vete tú a saber. La tecnología actual ha avanzado enormemente, ir a la Luna ya no es un hito espacial.
Abrazos lunáticos.
Hola Francisco,
has mencionado a muchos de los héroes no tan conocidos de la carrera espacial. Me acuerdo también de aquellos que participaron en las misiones que ennumeras, pero que se quedaron en el módulo orbitando alrededor de la Luna mientras que sus compañeros daban brinquitos sobre el polvo. Y no podemos olvidar a los tripulantes del Apolo XIII, cuya misión sufrió un accidente y no pudo conseguir su objetivo, pero que gracias a miles de personas trabajando e tierra lograron volver con vida.
La cuestión de la no vuelta a la Luna tiene mucho que ver con lo que dices, prácticamente no hay nada que podamos aprovechar, excepto el Helio 3, es verdad, pero que transportarlo a la Tierra aún es muy costoso. Es muy caro viajar a la Luna, y seguro lo haremos de nuevo en el futuro, pero cuando valga la pena. Por ahora, y como bien dices, nuestros ojos están fijados en metas más lejanas, misiones más complejas, pero con mayores posibilidades de aprendizaje. Hace unos días, por ejemplo, la nave New Horizon llegó y fotografió a Plutón, nuestro degradado vecino, pero no me extrañaría que pronto saliera alguien diciendo que todo es un montaje. Allá ellos.
Mil gracias por tu interesante comentario. Un abrazo.
Hola Jesús:
Antes que nada agradezco el buen artículo y la lectura de excelentes comentarios.
Pertenezco a una asociación de astrónomos aficionados y en cada ocasión que se presenta el tema del fraude de la llegada a la Luna mi primer argumento es ese: ¿porque la Unión Soviética no dijo esta boca es mía y expuso tan grande "mentira" al mundo? Los que somos "menos" jóvenes, sabemos que en esos años de la Guerra Fría la competencia era feroz en todos los ámbitos; deportivo,militar, económico y también espacial. Los necios cierran ojos, oídos y razón y no entienden que el enviar un hombre a la Luna era cuestión de prestigio, de superioridad, después que los soviéticos les habían bajado los humos con dos ó tres "primeras" hazañas. El valor de la explotación lunar nunca se consideró. Solo existía la tecnología necesaria para ir, descender y regresar, no para poner equipo de minería. Las razones de los necios, escépticos, idiotas ó como se les quiera llamar son pueriles, fácilmente rebatibles pero no hay poder humano que los convenza de lo contrario. Como dice el dicho "No hay peor ciego que el que no quiere ver". Un saludo y te advierto que tienes un lector más.
Hola Abelardo, muchas gracias por tu amable comentario. Comparto contigo la afición por la astronomía, que en mi caso surge por al simple curiosidad humana de saber qué es lo que me rodea, aunque no puedo negar que la belleza de las imágenes de las que a veces somos testigos no tenga su peso. A mi me parece triste que haya gente que aún no conoce la historia de la carrera espacial, entre la que incluyo a los negacionistas. La mayoría, en mi opinión, simplemente no conocen los datos, y mira que con tantos medios a nuestro alcance cada vez se hace más difícil poner la falta de oportunidad como excusa. Pero coincidirás conmigo en que la exploración espacial hace tiempo que dejó de ser noticia y que, de no ser por el ocasional lanzamiento de alguna sonda, los medios apenas y se hacen eco, mucho menos de lo que sucedió hace cinco décadas. Mi intención con este y otro artículos es divulgar esa historia, para que los fans la recuerden y para que los ajenos a ella la conozcan. Si convenzo a uno de que se documente apropiadamente, me sentiré satisfecho.
Muchas gracias por tu comentario y por pasarte por estas páginas.
Un cordial saludo y bienvenido!
Jesus: Tu análisis es muy respetable y yo considero que no tengo capacidad ninguna para debatir contigo el tema. Simplemente te quiero comentar porque yo soy escéptico respecto de ese viaje a la luna en 1969 y es ¿porqué con la magnitud de los avances científicos y tecnológicos habidos en todo el tiempo transcurrido desde entonces los viajes no se han repetido ni tornado habituales como uno esperaba que ocurriera luego de ese primer arribo a la luna? Gracias y un abrazo.l
Hola Luis Miguel,
muchas gracias por tu amable comentario. Tu pregunta es muy interesante, válida, y muy común en estos círculos. En verdad hay razones para preguntar el por qué después de los éxitos de las misiones Apolo la Luna dejó de ser un objetivo. Intentaré responder conforme a mis creencias, que son compartidas por muchos:
1) Originalmente el Programa Apolo iba a tener 21 misiones. Las primeras diez de entrenamiento y preparación para la llegada a la Luna y el resto para explorar nuestro satélite. Recordemos que todo esto sucedió en un ambiente competitivo contra la URSS, dentro del contexto de la Guerra Fría, y una vez ganada la carrera con el alunizaje del Apolo XI, dicha competencia desapareció. Los responsables de la NASA decidieron cortar el programa después de Apolo XVII, y así un total de seis misiones llegaron a la Luna, con la excepción de Apolo XIII, que sufrió un percance en la nave y tuvo que regresar a la Tierra sin conquistar su objetivo (de ahí salió la famosa frase de "Houston, tenemos un problema".
2) Las misiones y el programa en general eran sumamente costosos. Un total de 133 mil millones de dólares (ajustados por inflación) se gastó la NASA en llegar a la Luna, desde cualquier punto de vista, mucho dinero, y los contribuyentes estuvieron dispuestos a desembolsarlo mientras estuviese en juego su orgullo como nación. Una vez alcanzada la meta, mucha gente empezó a preguntarse el por qué se gastaban tanto dinero,
3) Probablemente la razón principal por la que el hombre no ha vuelto a la Luna, es porque no es necesario arriesgar las vidas de astronautas cuando podemos obtener casi la misma información enviando sondas no tripuladas, lo cual seguimos haciendo, y porque no se ha encontrado ningún recurso cuya extracción sea económicamente viable.
Aún así, no nos hemos olvidado de nuestra vecina. Hay planes para volver en el futuro, y ya no tanto por el interés en la Luna como objetivo, sino como plataforma de lanzamiento para misiones más lejanas, considerando que la gravedad ahí es mucho menor que en la Tierra y sería más económico y fácil enviar sondas al espacio.
Espero no haberte enredado. Estas son, en mi opinión, las razones por las cuales no hemos vuelto a la luna. Agradeceré al resto de los lectores si alguien puede añadir algo.
Muchas gracias por comentar y un cordial saludo.
" ¿porqué con la magnitud de los avances científicos y tecnológicos habidos en todo el tiempo transcurrido desde entonces los viajes no se han repetido ni tornado habituales como uno esperaba que ocurriera luego de ese primer arribo a la luna? "
Porque nuestros avances científicos no nos han permitido saltarnos las leyes de la termodinámica ni la ley de la gravedad.
Poner un kilogramo de masa en la Luna sigue siendo carísimo. La realidad es así de tozuda. Quizá un día encontremos un material que permita construir un ascensor espacial al estilo del planteado por Arthur C. Clarke y, entonces, quizá se pueda plantear ese viaje.
Totalmente de acuerdo Gomiam, ir a la Luna es muy costoso, y poco hay por ahora que podamos aprender, después de seis misiones a nuestro satélite. pero como verás pronto en estos mismos comentarios, hay gente que aún no lo cree...
Me dio miedo...entonces...¿no somos?????
jeje, algunos somos y otros no tanto Hugo... :P
Yo divido a las personas en tres categorías: Los ignorantes (que somos todos) aquellos que carecen de la información pertinente para discernir sobre un tema determinado. Los idiotas, aquellos que han sido educados entre dogmas y reglas sociales para compensar su ignorancia; los estúpidos son aquellos que crean dogmas basados en otros dogmas para formar una cosmogonía sin sentido, la cual defienden con todas sus fuerzas como si fuera la verdad absoluta.
Así que me perdonarás, pero de los que hablas en la nota no son idiotas ni ignorantes, sino estúpidos.
Hola Carlos Manuel,
hay de todo en la viña del señor, y todos conocemos nuestras debilidades, la cuestión sólo estriba en el cómo nos clasificamos. Veo muy válida tu división entre ignorantes e idiotas, y creo que no se aleja de la mía. La única diferencia es que yo creo que los idiotas no pueden evitar su condición, y los ignorantes sí. Ahora bien, es verdad que hay muchos que, aún conociendo la verdad, la niegan o la atacan, y a esos bien podríamos llamarlos imbéciles. No es más que un adjetivo, pero les queda bien.
Muchas gracias por comentar. Un cordial saludo.
Interesante artículo. Nunca me he considerado conspiranoico aunque admito que tengo mis dudas sobre la autenticidad de algunas fotografías de la misión Apolo XI. Cuando digo cuestionar la autenticidad me refiero a que, como experto en fotografía, la mayoría de las instantáneas más famosas ofrecidas a la prensa (no me atrevo a decir todas) no me parece que fueran hechas en la Luna, sino en un estudio. Hay multitud de detalles que hacen que toda la serie de imágenes sea extrañamente perfecta, sobre todo comparada con las fotos de misiones posteriores, y más teniendo en cuenta que los astronautas no eran fotógrafos profesionales. Hasta cierto punto me parece lógico que en el punto cumbre de la carrera espacial, se quisiera cuidar hasta el extremo la información gráfica que toda la población mundial iba a ver. La imagen es muy importante, a veces lo más importante, por eso había que conseguir que todos los periódicos al día siguiente tuvieran en sus portadas la mítica frase de Neil Armstrong y una foto de una huella perfectamente marcada en el terreno, aunque eso en la Luna sea completamente imposible. Saludos.
Hola Otto,
muchas gracias por tu amble comentario. Yo no soy experto en fotografía, a pesar de que he hecho mis pininos en ese arte. Sin embargo, si he consultado un gran número de fuentes que confirman la veracidad de las fotos del Apolo XI. Respondiendo a una de tus dudas, es verdad que los astronautas tampoco eran fotógrafos profesionales, sin embargo, si recibieron entrenamiento en el uso correcto de las cámaras que llevarían y, especialmente, en los efectos de luz que experimentarían. No sé si has visitado los enlaces que puse en el artículo, están muy claros, pero te dejo otro, y si entiendes el inglés, te puedo poner decenas más.
Por cierto, no sé por qué sería completamente imposible tomar la foto de una huella en la superficie lunar.
Muchas gracias nuevamente y un cordial saludo.
http://matiascallone.blogspot.com.es/2009/10/cinco-razones-por-las-que-las.html