Triplex Acies: una táctica para conquistar el mundo.

Triplex Acies al servicio de Roma.

Cuando en el 390 a. de C. una tribu gala, los senones, invadió el norte de Italia, puso sitio a Roma, la saqueó y terminó marchándose con un buen botín, los líderes de la república decidieron que una humillación de tal envergadura no podía volver a ocurrir. A partir de ese momento, Roma prestaría más atención a sus defensas, a sus ejércitos, a sus tácticas y estrategias.

El primer paso sería en organizar las legiones, que hasta entonces era poco más que una copia de las falanges griegas, en algo más parecido a la idea actual que tenemos de las legiones. Los hombres serían divididos en líneas según su clase social, lo que también dictaba su armamento, y su experiencia. La formación táctica del terreno sería la Triplex Acies (Triple Vanguardia), y sería utilizada durante más de dos siglos, aún después de la profesionalización de las legiones por Mario, a finales del siglo II a. de C.

El abandono de la falange

Los romanos habían heredado la falange, una formación compacta de hombres con largas lanzas, de los etruscos, contra quienes se enfrentaron en épocas tempranas, y no directamente de los griegos. La falange era la formación preferida no sólo de los romanos y etruscos, sino de la mayoría de los pueblos que habitaban la península itálica Falange griegadesde principios del milenio.

No obstante, cuando Roma tuvo que enfrentarse a los samnitas alrededor del año 320 a. de C., descubrió que estos utilizaban unas formaciones más pequeñas, menos sólidas que la falange, pero mucho más flexibles.

Todo esto era producto del terreno en el que vivían los samnitas, montañoso, donde las falanges apenas y podían moverse como una unidad. La derrota final frente a los samnitas en el 315, llevó a los romanos a abandonar la falange y crear la Triplex Acies.

Los hombres

De acuerdo con Tito Livio y otros historiadores de la época, las legiones republicanas se componían de cinco tipos de soldados:

Infantería ligera, Velites: elegidos entre los más pobres y los más jóvenes, entre 18 y 25 años, con el equipo más primitivo. Se utilizaban como escaramuzadores, esto es, eran la primera línea en enfrentarse al enemigo, pero durante un corto tiempo, en el que los velites lanzaban sus dos jabalinas y entraban en contacto directo para cansar y distraer al rival, antes de retirarse tras las líneas. Una legión completa incluiría 1,200 velites.

Infantería pesada, Hastati: los más jóvenes entre los soldados ya propiamente dichos, equipados con una jabalina (pilum) y espada corta (gladius). Ofrecían la primera línea de ataque. Eran normalmente soldados muy aguerridos que buscaban labrarse una mejor posición en la legión. 1,200 hastati por legión.

Infantería pesada, Princeps: la segunda línea, compuesta de los mejores soldados con una experiencia considerable en el campo de batalla y mejor equipados (sobre el equipamiento os dejo el enlace a otro artículo, algo más detallado en este aspecto). Se esperaba que fuesen los Princeps los que ganaran la batalla, o los que estabilizaran en frente en caso de que el enemigo hubiese vencido a los hastati. 1,200 princeps por legión.

Triario, hastatus y velite

Triario, hastatus y velite.

Elites

Infantería pesada, Triarii: los más veteranos, algunos ya cercanos al final de su contrato. Eran la reserva, la última línea, y estaban equipados con las lanzas antiguas, aunque algo más cortas, y su formación recordaba a las antiguas falanges, que funcionaban como una sola unidad compacta. 600 triarii por legión.

Caballería, Equites: el punto más débil de las legiones. Los romanos no eran particularmente adeptos a la caballería y, aunque casi siempre la utilizaron, ya que eran los soldados más pudientes, desdeñaban los trabajos de exploración, lo cual le causó más de un problema en los siglos sucesivos. 300 equites por legión.

Triplex Acies

Todas las unidades de infantería pesada estaban divididas en manípulos, grupos de 120 soldados, formados en 3 filas de 40, y dentro de cada manípulo (literalmente “puñado”), los más jóvenes por delante. Luego, cada uno de los tipos de infantería, hastati, princeps y triarii, formaba una línea, hasta crear un patrón estilo tablero de damas (quincunx) de tres líneas de 10 manípulos cada una (1,200 hombres) la formación Triplex Acies. La caballería se formaba ya fuese en ambos lados de la Triplex Acies o concentrada en uno.

Triplex Acies formación romana

Triplex Aciex (Fuente: www.reasilvia.com)

La vista de la llegada de una legión con sus 6,000 hombres sería tan impresionante que era utilizada por los generales para imprimir miedo en el enemigo. La legión marchaba con la caballería al frente, con la infantería detrás en tres columnas.

Cuando se encontraba a un kilómetro y medio o poco menos del enemigo, la columna giraba hacia la derecha y la primera línea de ataque quedaba dando la cara al enemigo, por lo que este podía ver en el despliegue todo el poderío de la legión. Los velites llegaban al final (no estaban tan bien equipados y no parecían tan temibles) y ocupaban su lugar al frente poco antes de entrar en acción.

¿Por qué la Triplex Acies tuvo éxito?

La principal ventaja de esta formación era la flexibilidad, precisamente la virtud ausente en las falanges. Primero, las líneas del frente no chocaban unas contra otras, y el espacio entre los manípulos les permitía moverse lateralmente para evitar obstáculos en el terreno, sin obstruir al manípulo vecino o sucesor; segundo, cada manípulo podía actuar independientemente, y podía ser movido a un lado u otro dependiendo de las necesidades de la batalla, sin tener que mover a todo el ejército; tercero, era mucho más sencillo entrenar, alimentar y mantener la logística de la legión en unidades más pequeñas, que también aumentaban la camaradería y la cohesión de cada manípulo.

Además, en cada batalla tenían que utilizar estrictamente las tropas necesarias, sin agotar ni poner en riesgo a las más valiosas.

Triplex Acies tuvo tanto éxito que fue la táctica elegida por los romanos durante más de dos siglos. Incluso tras la Reforma de Mario, como lo constata el mismo Julio César en sus Comentario a la Guerra de las Galias, se siguió utilizando Triplex Acies, si bien con la cohorte como base en lugar de los manípulos. Mario profesionalizó al ejército y echó a los nobles, y las diferencias de clase desaparecieron, pero ese ya es otro tema.

Os dejo un vídeo muy ilustrativo de cómo funcionaba la Triplex Acies. Está en inglés, pero podéis elegir subtítulos en castellano.