¿Quién era Garganta Profunda (Deep Throat)?

Uno de los personajes más importantes y curiosos nacidos del escándalo Watergate, en realidad no era un nombre, sino un pseudónimo: Deep Throat, Garganta Profunda en nuestra lengua.

Garganta Profunda era el misterioso informante que facilitó información secreta a los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, para desvelar y comprender las actuaciones ilegales de la administración Nixon.

Durante tres décadas, pocos supieron a ciencia cierta quién era Garganta Profunda. A pesar de que el verdadero informante estaba entre los sospechosos, sólo él mismo y los dos periodistas sabían su verdadera identidad.

En el año 2005, de avanzada edad y con demencia senil, Mark Felt confesó que él había sido Garganta Profunda. Bernstein y Woodward corroboraron su identidad. Pero, ¿quién era Mark Felt y qué buscaba al facilitar la información?

Garganta Profunda

 

El origen de Garganta Profunda

Curiosamente, Garganta Profunda no fue un nombre adoptado por el informante secreto. La idea de bautizarlo así nació de uno de los editores del Washington Post, Howard Simmons.

Simmons quiso aludir a la “profundidad” de la información dada por el entonces anónimo funcionario, y a la película pornográfica Deepthroat. Garganta Profunda estaba siendo un éxito en esos días en los cines para adultos.

En la actualidad, y gracias a la cinta porno, Garganta Profunda también se refiere a una posición sexual. Te imaginarás que de eso no vamos a hablar aquí., pero ya sabes que puedes buscarlo tú mismo..

Volviendo a tema, la información facilitada por Garganta Profunda jugó un papel muy importante en el esclarecimiento de Watergate, Sin embargo, no tanto como muchos le acreditan.

¿Qué motivó a Garganta Profunda?

En aquellos aciagos días en los que la Casa Blanca intentó entorpecer la investigación del Watergate, el público pensó que Garganta Profunda, esto es, Mark Felt, buscaba simplemente esclarecer el embrollo.

Se le consideraba a Garganta Profunda un buen ciudadano. Probablemente lo era. Pero la verdad es que Felt tenía una motivación menos altruista. Ahora bien, eso no se sabía hasta que se confirmó su identidad.  

Mark Felt, Garganta profunda

Mark Felt, Garganta profunda.

Los que sospechaban que Garganta Profunda era el Subdirector del FBI, Mark Felt, se preocuparon más por descubrir su identidad que por indagar en su motivación. Antes el huevo que la gallina (¿o es al revés?)

Pero una vez hecha la confesión, muchos querían saber qué había llevado a Felt a arriesgar su puesto. Como empleado del gobierno, y al servicio del Presidente, Felt podía haber sido despedido.

De hecho, la casa Blanca sospecho también de Felt, pero no tenían la evidencia, así que Nixon lo dejó en paz.

La ambición de Garganta Profunda

Mark Felt entró en el FBI en 1942, y durante la guerra su labor se centró en la búsqueda de espías. Una vez terminado el conflicto, estuvo asignado en diversas oficinas de la agencia por todo el país.

En 1962 fue asignado a la Academia del FBI, en Quantico, Virginia, donde permaneció hasta 1964, cuando fue nombrado Jefe Inspector y de la División de Inspección de la agencia.

La carrera de Felt continuó en ascendencia gradual, pasando por casi todas la áreas de investigación y gestión. Su capacidad y lealtad fue premiada en 1971, cuando fue nombrado asistente del Subdirector del FBI.

En realidad Felt quedó como el segundo hombre más importante del FBI, tras su fundador y eterno Director, Edgar J. Hoover. Cuando Hoover murió en mayo del 72, pocas semanas antes de Watergate, Felt pensó que él sería su sucesor.

Traición y venganza

Nombrar al Director del FBI es una prerrogativa del Presidente de Estados Unidos. Pero Hoover había estado en el poder cinco décadas, y nadie sabía cuál sería el proceder.

Al día siguiente de la muerte de Hoover, Nixon nombró a Patrick Gray como Director interino, hasta que fuese confirmado por el Congreso. Mark Felt se sintió traicionado.

Al ser Felt el hombre más cercano a Hoover en el organigrama del FBI, la secretaria del fallecido Director le entregó 12 cajas de “información confidencial”, en su mayoría información que podía usarse en contra de decenas de cargos políticos.   

Patrick Gray

Mientras aguardaba su confirmación, Gray se dedicó a visitar las oficinas del FBI repartidas por todo el país. Felt sentía que era él quien hacía el trabajo; sentía que él debería ser el Director.

Desde su privilegiada posición, Felt estuvo al tanto de la investigación sobre Watergate. Los agentes asignados al caso le reportaban directamente a él. Nadie sabía más sobre el tema.

Deep Throat

Woodward y Felt se habían conocido a finales de los años 60 en la Casa Blanca. El primero trabajaba como ayudante del Jefe de la Junta del Estado Mayor, mientras que el segundo actuaba como enlace entre el FBI y el Presidente.

Woodward entró a trabajar en el Washington Post en 1970, pero mantuvo el contacto con Felt. De vez en cuando el periodista llamaba al agente buscando información. Cuando estalló el Caso Watergate, a él fue al primero a quien llamó.

Desde un principio Felt se mostró dispuesto a cooperar. Pero no porque quisiera ayudar a la investigación, sino porque quería minar la autoridad de su jefe, Grey, y la del Presidente. Quería venganza.

Fue Felt quien sugirió una clave y un lugar para reunirse con Woodward. Cada vez que tuviera algo que decirle, marcaría la página 20 del New York Times que se entregaba al domicilio de Woodward. Cómo lo hacía nunca se supo.

Si era Woodward quien quería una entrevista, tenía que mover una maceta con una bandera roja en su balcón. De alguna manera Felt se enteraba inmediatamente. Juegos de espías, naturalmente.

Garganta Profunda sospechosa

Casi desde que el Post comenzó a publicar la información que recibía de Felt, el Jefe del Gabinete de Nixon, Bob Haldeman, informó al Presidente que Felt era Garganta Profunda.

No había sido difícil imaginarlo, pues la información estaba tan detallada que sólo alguien muy arriba del FBI podría conocerla toda. No obstante, Nixon y Haldeman temían actuar contra Felt, pues “sabía demasiado”.

Luego, en abril de 1973, el Senado rechazó confirmar a Grey en el cargo, debido a su complicidad con Nixon para ocultar Watergate. Felt volvió a creer que él sería su sustituto. Se volvió a equivocar.

Nixon con Bob Haldeman en el Despacho Oval

Nixon con Bob Haldeman en el Despacho Oval.

Nixon prefería a alguien de fuera, pues ya no confiaba en el FBI. El Presidente eligió a William Ruckelshaus. Recién tomada posesión de la oficina, Ruckelshaus llamó a a Felt.

Le dijo que había recibido una llamada de un presunto periodista del New York Times diciéndole que Felt era Garganta Profunda. Este lo negó, pero su nuevo jefe le dijo que consultara con la almohada lo que quería hacer.

Al día siguiente, 22 de junio de 1973, Felt renunció a su cargo, terminando una carrera de 31 años en el FBI.

Aclarado el misterio

Woodward y Bernstein guardaron el secreto de la identidad de Garganta Profunda durante décadas. Incontables veces los medios y el FBI les intentó sacar el secreto, sin éxito. Amos prometieron no revelar nada hasta que Garganta Profunda muriera, o él decidiera hacerlo público.

Eso fue lo que sucedió. En el año 2005, un periodista llamó a casa de la hija de Felt, quien cuidaba de su ya senil padre. La llamada le hizo sospechar, y exigió a su padre le dijera la verdad. Felt, a regañadientes, así lo hizo.

Al poco tiempo Joan Felt convocó una conferencia de prensa en el portal de su hogar. Ahí anunció que su padre, Mark Felt, era Garganta Profunda. Woodward y Bernstein lo confirmaron esa misma noche.

Garganta Profunda confiesa

Garganta Profunda confiesa.

Después de 34 años, el misterio se resolvió, aunque tampoco sorprendió a nadie. Muchos lo sospechaban y otros estaban seguros.

Lo que sí quedó claro entonces fue que Felt no había actuado para “proteger al FBI y las instituciones”, sino para vengarse de aquellos que lo habían ignorado.