Una foto poco afortunada.

Recientemente un amigo colgó en su muro de Facebook la foto que reproduzco aquí abajo. La tituló como “Una foto poco afortunada” y no puedo estar más de acuerdo con él. En ella se muestra a un hombre uniformado y a una mujer cortando una tarta, mientras otro castrense observa sonriente. Describiéndola así algunos preguntaréis en qué consiste la controversia, pero cuando explico que la tarta tenía forma de un hongo como los que se producen en una explosión nuclear y que la imagen es de hace unos 70 años ya no parece tan prosaica.

En un principio pensé, al igual que algunos de los comentaristas bajo la foto, que podría ser una celebración de algunas de las bombas atómicas soltadas sobre Hiroshima y Nagasaki para acelerar el final de la guerra, causando casi 200.000 muertos, y por eso pensé que era de mal gusto. Una cosa es que las bombas hayan salvado cientos de miles de vidas acortando la guerra y otra cosa es celebrar la muerte de otros seres humanos. No obstante, la imagen no daba detalles de quienes eran sus protagonistas ni el contexto de la anécdota. La curiosidad me pudo, y no me fue difícil encontrar ambos datos.

Admiral Blandy Mushroom Cloud Cake foto

La foto de la discordia

En primer término vemos al Vicealmirante William H.P. Blandy, Comandante del Grupo de Trabajo #1 entre el Ejército y la Armada, y a su esposa, cortando la tarta y mirando a la cámara. A su lado estaba el Contraalmirante Frank J. Lowry, sonriendo mientras observa a la pareja. La foto se tomó el 5 de noviembre de 1946 en el club de oficiales de la Academia Militar en Washington D.C., durante la celebración del desmantelamiento de dicho grupo de trabajo, que había estado a cargo el verano anterior de las primeras pruebas nucleares de la posguerra.

Poco en realidad tenía que ver con los bombardeos sobre Japón, pero la referencia no escapó a nadie. La tarta había sido un encargo del Teniente John T. Holloway, parte del equipo de Blandy, aunque este no estaba al tanto de la idea, y la imagen fue tomada por un fotógrafo anónimo del estudio Harris & Ewing. Cuando esta fue publicada por el Washington Post dos días después con el título “Saludando a Bikini”, en referencia a las islas donde se habían llevado a cabo las pruebas, se desató la tormenta.

Protestas

Fueron muchos los que escribieron cartas al editor protestando por la falta de tacto de los protagonistas y del diario que había publicado la instantánea. En un contexto mundial muy crítico contra los Powell DaviesEstados Unidos por los desgraciados eventos de Hiroshima y Nagasaki lo que menos debía hacer el país era tomarlos a broma. Entre los reproches se distinguió el de un ministro protestante, el Reverendo Arthur Powell Davies, quien desde el púlpito castigó severamente la ignominia y cuyo discurso fue publicado unos días después en la revista Time, parte del cual transcribo:

«¿Qué pensarían en Hiroshima o Nagasaki si supieran que los Norteamericanos hacen tartas – o pastel de ángel – representando esa terrible, diabólica cosa que llevó a la muerte instantánea de miles de sus amigos, y una lenta, odiosa muerte a miles más? Es un crimen, un crimen contra cualquiera que aún tenga decencia aquí en América, hacer esta cosa tan increíble.

Si tuviera la autoridad de un cura de la Edad Media, convocaría la Ira de Dios sobre esta obscenidad. Maldeciría a estas personas de consciencias desalmadas, a estos traidores de la humanidad que participaron en esta monstruosa traición de todo lo que los descorazonados del mundo están esperando.»

El cura

Hubo más cartas de protesta, pero esta probablemente consiguió la mayor notoriedad debido a que Davies era el reverendo de la iglesia a la que el Almirante Blandy llevaba acudiendo muchos años. Pero también hubo quien disculpó de cierta manera a Blandy y a su esposa, afirmando que ellos no habían tenido nada que ver con la tarta y que sólo estaban en la fiesta como invitados de honor y que, como tales, no podían negarse a cortar la tarta. De nada sirvió el hecho de que Blandy, a pesar de su posición, era uno de los militares que públicamente criticaba el uso de armas nucleares sobre poblaciones civiles.

Uno de los temores del reverendo Davies se cumplió, y este era que el enemigo utilizara el fallo para criticar aún más a los Estados Unidos. Los periódicos soviéticos Izvestia y Trud, publicaron sendas críticas a la “tarta atómica” y a las ansias por todo lo nuclear que en esos momentos envolvían a los norteamericanos, aunque, obviamente, no decían nada de los esfuerzos que en esos momentos llevaban a cabo los espías comunistas para robar la tecnología nuclear a sus archienemigos.

Y no pasó nada…

No hubo consecuencias políticas para ninguno de los involucrados, pero el Secretario de la Marina James V. Forrestal aprovechó la ocasión para llamar la atención a todos sus subordinados de ser más discretos y delicados en las cuestiones del poder nuclear. Sí hubo una acción positiva como consecuencia del desaguisado, y ocurrió cuandoDibujo de los niños de Hiroshima un agregado del equipo del General Douglas McArthur, en aquel entonces Comandante en Jefe de las fuerzas de ocupación en Japón, escribió al Reverendo Davies apoyándole en su crítica, y sugiriéndole que los niños norteamericanos “vaciaran” sus escritores de material escolar superfluo y se lo enviaran a los niños de Hiroshima.

Los niños feligreses de la parroquia reunieron media tonelada de papel, lápices, gomas y crayolas que fueron enviados a Japón y repartidos entre los niños de dos escuelas y un orfanato de Hiroshima. Estos agradecieron el gesto enviando una serie de dibujos con temas como “Paz” y “Amigos de América”. Después de todo, siempre hay humanos de verdad.

Hiroshima

hiroshima-school-drawing-ii

 

16 thoughts on “Una foto poco afortunada.

  1. Hola Jesús,
    en ocasiones una simple imagen puede llegar a tener consecuencias imprevisibles. Precisamente estoy viendo una serie de televisión, Manhattan, que explica cómo fueron recluidos esos científicos que trabajaron en ese proyecto del Gobierno de los EE. UU. para desarrollar la bomba atómica. Fueron confinados con sus familias en una instalación militar secreta en medio de la nada, en el desierto. A medida que suceden los capítulos surgen esas dudas éticas y morales sobre lo que estaban construyendo. Recomendable a quien le interese el tema.
    Un abrazo «atómico» (espero que nadie se sienta ofendido…)

    • Así es Francisco, nunca se sabe cómo puede reaccionar el público ante una foto, pero creo que en este caso debieron haber tenido algo más de tacto.
      El proyecto Manhattan fue uno de los esfuerzos bélicos más importantes de la historia, y como bien dices, los Estados Unidos buscaron el mayor secretismo escondiéndolo en el oscuro pueblo de Los Álamos. Eso sí, al final de poco sirvió, pues más de uno de los científicos que ahí trabajaba terminó pasando la información a los soviéticos. Pero en fin, es parte de la historia y así es como hay que contarla. (Por cierto, no conozco la serie que mencionas, pero la buscaré).
      Muchas gracias por comentar. Un abrazo.

  2. Lo que me más impacto es que pretendieran compensar con «media tonelada de papel, lápices, gomas y crayolas».
    Que no sean discretos, es bueno saber cómo piensan. En una película vieja al final muestran el estallido y luego el beso de la pareja que se reencuentra. ¿Gracias a la bomba recuperamos el amor?

    • Hola MrJordi,
      la iniciativa del material escolar partió de otras fuentes, y no de los involucrados en la foto. Más que pretender compensar, yo creo que lo hicieron como una disculpa.
      Muchas gracias por tu comentario, como siempre. Un abrazo!

  3. es curioso como, aún sin pretenderlo, nos dejamos contaminar con propaganda: ¿de dónde sacas que «las bombas hayan salvado cientos de miles de vidas acortando la guerra»?

    Hasta donde yo sé, Japón ya se había rendido antes del lanzamiento de las bombas y, aunque no fuera así, no eran necesarias ni nunca debe ser justificadas. Fue una atrocidad en sí, como lo que hicieron los nazis: ¿o sólo justificamos a los vencedores, hicieran lo que hicieran?

    Matar a cientos de miles de civiles y condenar a su descendencia nunca puede ser justificado como «un mal necesario»… ya que, lo mismo podrían hacer los nazis justificando así sus campos de concentración…

    PD echando un simple vistazo a los acontecimientos sucesivos de la historia hasta nuestros días, no hay que ser muy inteligente para darse cuenta que EEUU lanzó esas bombas para enseñar los dientes al resto del mundo, para que vean de qué son capaces… y, con su hegemonía mundial, seguimos viviendo su hegomonía

    • Hola Autocrítico,
      creo que te equivocas al decir que Japón ya se había rendido, algo que no sucedió hasta después de que la segunda bimba fuese lanzada sobre Nagasaki. Hay mucha evidencia de que los líderes de Japón habían ordenado a la población a resistir hasta el final en caso de una invasión, incluso dándoles como única opción «honrosa» el suicidarse, como ya habían hecho 30.000 civiles en Saipan. Los cálculos sobre las posibles víctimas en caso de que los aliados hubiesen tenido que invadir Japón está entre el más bajo, de un millón de vidas, y el más alto, de tres millones. Si entre las dos ciudades sobre las que cayeron las bimbas atómicas no pasaron de 200.000 víctimas directas más otras 300.000 con el paso de los años, queda muy claro que se salvaron muchas vidas.
      P.D. Prefiero mil veces la «hegemonía americana», si es que existiese, que la de los gobiernos fascistas de Japón o Alemania.
      Gracias por comentar.

  4. Interesante artículo como dice el refrán «una imagen vale más que mil palabras». Y después de un acto tan vil, mucho tenía por escandalizar una imagen cómo está a cualquier sociedad.

  5. ¿dije algo ofensivo en mi última respuesta a tu comentario?
    ¿ese es el motivo por el que no lo hayas publicado aún?

  6. Me voy a detener en la esposa del Vicealmirante William H.P. Blandy, Qué se puso en la cabeza, parece la parte de arriba de la torta.
    Creo que la foto, es como dice el título una foto poco afortunada.
    Los niños son los mejores jueces, viendo los dibujos está todo dicho.
    Un abrazo y hasta pronto.

  7. EUA mato a cientos de miles solo para que los sovieticos no le arrebataran Japón. Pero los vencedores jamás son juzgados.

    • No hay evidencia de ello, sólo rumores, y los rumores no se pueden utilizar como argumento en un debate serio. Ni la Unión Soviética tenía los medios para conquistar Japón en ese momento ni Estados Unidos estaba preocupado por esa posibilidad. Y por cierto, Japón mató a millones.

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