¿Qué sucedió con los hermanos del Titanic? El Olympic.

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  • Los hermanos del Titanic: El Olympic.

A principios del siglo XX, la industria del transporte marítimo de pasajeros iniciaba una era dorada, especialmente en el Atlántico. Los europeos pudientes ya no se conformaban con hacer un “tour” de su viejo continente y comenzaban a verse atraídos por el dinamismo industrial y cultural de los Estados Unidos.

Por otra parte, los nuevos ricos norteamericanos buscaban añadir a sus fortunas una pátina de aristocracia codeándose con la nobleza europea, y se paseaban por las calles de París y Londres presumiendo de fortunas y confianza en sí mismos y en el sistema capitalista.

Además, la inmigración hacia las Américas alcanzaba cifras poco vistas en tiempos de paz, impulsada por una política de brazos abiertos, soberbiamente ilustrada en el poema “El Nuevo Coloso”, grabado en el pedestal de la Estatua de la Libertad: “Dame a tus cansados, a tus pobres, a las apiñadas masas deseosas de respirar libertad”.

Sólo en la primera década del siglo llegaron a costas norteamericanas nueve millones de inmigrantes, y todos por barco.

Olympic y sus hermanos, Britannic y Titanic
Olympic y sus hermanos, Britannic y Titanic.

Tres gigantes

En 1908, la White Star Line, una de las dos grandes compañías de trasatlánticos, tomó la decisión de construir un trío de grandes naves para no quedarse atrás de su vieja competidora, la Cunard, que un año antes había estrenado sus veloces Lusitania y Mauretania. White Star prefirió centrarse en el tamaño, y dejar los récords de velocidad para sus vecinos.

Con el apoyo del banquero J.P. Morgan, uno de sus principales accionistas, White Star hizo un pedido de tres buques a los astilleros Harland & Wolf de Belfast, uno de los cuales, el Titanic, alcanzaría la gloria eterna en los brazos de la tragedia. La historia de los otros dos, el Olympic y el Britannic, no estuvo libre de percances, pero no han alcanzado ni de lejos la fama de su hermano, inmerecidamente, si me lo preguntáis.

A todo lujo en el Olympic

Capitán Edward Smith

Olympic fue el primero en ser botado, el 20 de octubre de 1910, e inmediatamente se convirtió en el barco más grande del mundo, puesto que ostentaría durante dos años, hasta la aparición de sus hermanos. Fue también uno de los trasatlánticos más lujosos de su época, con decoraciones y servicios similares a los del Titanic para agradar al más exigente de los pasajeros.

Tenía piscina cubierta, biblioteca, gimnasio, sala de fumadores, un café decorado con palmeras, y salones para organizar fastuosas recepciones. Olympic partió de Southhampton el 14 de junio de 1911 en su primer viaje, con escalas en Cherburgo y Queenstown antes de llegar a Nueva York el día 21.

Al mando se encontraba el Capitán Edward Smith, que posteriormente guiaría al Titanic y en él encontraría la muerte. Aquel viaje fue todo un éxito, y la White Star aprovechó cada oportunidad para promoverlo, abriendo sus puertas en la Gran Manzana para que los visitara todo aquel que quisiera. A partir de ese momento, Olympic repetiría el mismo trayecto incesantemente, hasta que el destino le jugó su primera mala pasada.

Primer accidente

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El 20 de septiembre de 1911, recién salido de Southampton, navegaba paralelo al crucero británico HMS Hawke, por el estrecho que separa a la Isla de Wight con tierra firme. En un momento dado, Olympic viró a estribor, sorprendiendo al capitán del Hawke, que no se esperaba un radio de giro del Olympic tan amplio y que no pudo evitar la colisión.

La proa del Hawke, diseñada para embestir buques enemigos, golpeó el lado de estribor del Olympic provocando dos grandes agujeros, uno arriba y otro por debajo de la línea de flotación.

Quedó destrozada y el crucero estuvo a punto de hundirse, pero el capitán maniobró para recuperar la vertical y salvarlo. Ambos barcos lograron volver a sus puertos y ser reparados. Casualmente, la botadura del Titanic tuvo que ser retrasada para dar cabida al Olympic  en en dique seco mientras duraban las reparaciones.

Las investigaciones concluyeron en que las poderosas turbinas del Olympic causaban tanta succión, que una vez cerca, el Hawke no tenía posibilidad de escapar. White Star tuvo que pagar todos los daños, que no incluyeron pérdidas personales.

Más percances

En noviembre de ese mismo año el Olympic volvía al trabajo, y no pasaría mucho tiempo antes de que tuviera que volver al taller. En febrero de 1912, el barco perdió una de las palas de sus turbinas volviendo de Nueva York. Nueva estancia en los astilleros de Belfast y nuevo retraso para el Titanic.

Los destinos de las naves se cruzarían nuevamente la noche del 14 abril, cuando Olympic recibió las llamadas de auxilio de su hermano menor, pero no pudo hacer nada, ya que se encontraba a más de 900 kilómetros de distancia.

El desastre del Titanic tendría consecuencias para el Olympic, que volvió a los astilleros para realizar mejoras en la seguridad del buque para evitar un accidente similar, y para recibir una nueva dotación de lanchas salvavidas, algunas de las cuales habían pertenecido al Titanic y el mismo Olympic las había recuperado en Nueva York.

Nuevo Olympic

Olympic volvió al servicio en octubre de 1912, y durante dos años no sufrió ningún percance importante. Se había beneficiado de avances tecnológicos surgidos tras la tragedia y en términos de publicidad se le anunció como el “Nuevo Olympic”.

Sin embargo, el periodo de calma sólo duraría hasta el verano de 1914, cuando las naciones europeas decidieron enfrascarse en la guerra más sangrienta hasta entonces. En un principio, sirvió de vía de escape a los pasajeros norteamericanos que no querían verse involucrados en la contienda, pero poco a poco los billetes dejaron de venderse por miedo a la actividad de los submarinos alemanes.

La empresa decidió retirarlo del servicio. Pero el gobierno británico pronto se vio en la necesidad de requisarlo para el servicio militar. Una nueva aventura le esperaba.

Olympic con camuflaje
Olympic durante la Primera Guerra Mundial.

El Olympic en la Guerra

En 1915, la principal tarea del Olympic consistió en transportar tropas al escenario del Mediterráneo Oriental, donde la Campaña de Gallipoli estaba en su apogeo. Fracasada la misión, fue alquilado por el gobierno canadiense para transportar tropas a Europa, y lo mismo hizo con soldados estadounidenses cuando su país declaró la guerra a Alemania en abril de 1917.

En esta tarea se encontraba en mayo de 1918, en medio del Atlántico, cuando sus vigías observaron un submarino alemán emergido a unos 500 metros por delante. Inmediatamente, los cañoneros del Olympic abrieron fuego y el capitán ordenó un viraje para embestir al submarino.

El U-103, intentó sumergirse rápidamente, pero el casco del Olympic le golpeó primero cerca de la torre y sus hélices seccionaron el casco. De sus 39 tripulantes, 30 salvaron la vida, y el Olympic sólo sufrió leves daños en su quilla, que fueron rápidamente reparados en Belfast. En total el Olympic sufrió cinco ataques con torpedos durante la guerra, sólo uno dio en el blanco, pero no estalló. Parecía que la suerte del buque mejoraba.

En 1920 olympic volvió al servicio de pasajeros, después de que sus motores de carbón fueran sustituidos por los de diesel. Sus lujosas instalaciones volvieron al esplendor del pasado, y durante la siguiente década transportaría a la crema y nata de las sociedades europeas y americanas, de los que muchos de sus miembros buscaban específicamente a este buque por ser casi idéntico al Titanic, para revivir de cierta manera lo que hubiesen experimentado en su malogrado hermano.

Jubilación del Olympic

Nada es para siempre, y la competencia de cruceros más modernos, más rápidos y más cómodos poco a poco se alimentó del pasaje del Olympic. A principios de los años 20, los Estados Unidos elevaron las restricciones a la inmigración y el negocio de tercera clase tuvo que ser adaptado a turistas.

La crisis financiera de finales de la década reduciría aún más el negocio. En 1933, Olympic fue reacondicionado una vez más para adaptarlo a los nuevos tiempos y las exigencias de los pasajeros, pero de poco sirvieron las mejoras a una nave con ya veinte años de servicio. Para empeorar su situación, el 15 de mayo de 1934 se vio envuelto en un nuevo incidente, esta vez en la bahía de Nueva York, cuando el Olympic chocó contra un buque-faro, partiéndolo en dos y hundiéndolo, con la consiguiente pérdida de cuatro de los tripulantes del Nantucket.

Ese mismo año, el gobierno británico obligó a la White Star a fusionarse con la Cunard, y los nuevos directivos decidieron retirar al Olympic del servicio, esta vez para siempre. El hermano mayor del Titanic terminó sus días desguazado pero, a pesar de todos sus accidentes, sería el único del trío que terminaría sus días sobre la superficie.

Mañana, el también amargo destino del Britannic.

6 thoughts on “¿Qué sucedió con los hermanos del Titanic? El Olympic.

  1. Hola Jesús,
    no tenía ni idea de su construcción. Me ha llamado la atención cuando dices que el banquero J.P. Morgan ayudó con su dinero en laconstrucción pues mientras preparaba estos días un artículo sobre Tesla encontré que un tal J. P. Morgan le compró muchas de sus patentes, supongo que es el mismo. Listo este Morgan.
    Saludos

    • Hola Francisco,
      Morgan fue uno de los hombres más ricos de su tiempo, y su banco aún existe. Inició su fortuna con el negocio de acero que heredó de su padre, pero pronto se pasó a las finanzas. Es verdad que también invirtió en Tesla, pero ese dinero lo perdió, al igual que el que invirtió en el Metro de Londres. En el caso del Titanic y de los otros barcos, el fue uno de los impulsores, como accionista mayoritario de la corporación dueña de la White Star, y tampoco es que le haya ido muy bien, pues dos barcos se perdieron…mañana cuento la historia del Britannic…
      Muchas gracias por comentar. Feliz finde! 😉

  2. Hola Barcala.
    Fue una época de gran competencia. Estaban también los franceses y alemanes. Me llamó la atención que en una decada Estados Unidos recibiera 9 millones de inmigrantes.
    Esperando la historia del otro hermano. Un abrazo.

    • Hola Christian,
      como bien dices, fueron tiempos de gran competencia, y es verdad, no mencioné a los buques franceses (Picardie) y alemanes, especialmente los de la Hamburg America Line, como el Deutschland. Lo interesante para mí es que seguimos considerando a esa época como la era dorada de los trasatlánticos, cuando en la actualidad surcan los mares buques mucho más grandes, rápidos y lujosos…
      Muchas gracias por comentar amigo. Un cordial saludo.

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