Cualquiera que viva en el México lindo y querido, o haya pasado una buena temporada ahí, las conoce. Las Momias de Guanajuato son tan famosas en ese país norteamericano como los tacos y el tequila.
Sólo he estado una vez en Guanajuato, y no perdí la oportunidad de visitar el Museo de las Momias. Pocos que visiten esa bellísima ciudad del Bajío pueden vencer a la curiosidad y evitar ver sus celebérrimas momias. No por nada son una de las grandes atracciones de la ciudad.
Hay momias en muchos lugares del mundo, las más conocidas, en Egipto. Muchas culturas y civilizaciones del pasado aprendieron a preservar a sus muertos, con diversas intenciones. Ya fuese esperar una futura resurrección, o pretendiendo que el mismo trozo de carne sirva en el más allá.
Pero las Momias de Guanajuato tienen algo especial. Ni son antiguas, ni fueron momificadas por alguna razón esotérica. Son, más bien, fruto de la casualidad. De paso, son un buen negocio.
El país de los muertos
No hay en el mundo una cultura que trate a la muerte como lo hacen los mexicanos. Halloween puede ser más famoso, pero el Día de los Muertos es más antiguo, tradicional, extenso, y culturalmente rico. De hecho, la cultura de los muertos mexicana está siendo adoptada por los
gringos.
No es de extrañar entonces que un grupo de 100+ momias cause tanta sensación. La gente las ve como una atracción turística, y lo son. Las Momias de Guanajuato se utilizan en metáforas que tienen que ver con la edad, y en un sinfín de chistes y bromas.
No puedo olvidar su papel como protagonistas en incontables películas del Santo o Blue Demon. México no sería lo mismo sin ellas.
Nunca he oído que alguien pida respeto a los pobres muertitos que dieron lugar a las momias. Tampoco es para tanto. No creo que a los fallecidos les importe mucho, bien muertos están. Eso sí, probablemente a ninguno de nosotros nos gustaría que nos exhibieran como curiosidad mórbida. O sí.
El caso es que ahí están, alojadas en un Museo creado ex-profeso, y que visité hace ya unas décadas. Según leo, ha sido reformado recientemente. Sólo recuerdo un pasillo larguísimo flanqueado por vitrinas que cubren toda su extensión. No hay nada más que momias.
Momias de Guanajuato por casualidad
Como decía al principio, las Momias de Guanajuato no son muy antiguas. De hecho, la mayoría de las personas cuyos cuerpos forman parte de la colección, vivió en el siglo XIX. Además, su momificación se debe a cuestiones medioambientales, y no culturales o religiosas.
La razón de que estos cuerpos hayan sido momificados se debe a la composición del suelo. La tierra bajo el Cementerio de Santa Paula, de donde provienen las momias, es rico en nitratos y alumbre, compuestos que fomentan la preservación de tejidos vivos. El subsuelo es, en realidad, una gran cámara de momificación natural.
No es muy difícil que un cuerpo se momifique naturalmente. Sólo hace falta un terreno seco, que absorba rápido el agua de sus tejidos. Sin agua, los gérmenes no pueden llevar a cabo su labor de putrefacción. Si se añaden los nitratos y el alumbre, más fácil todavía.
Un cuerpo humano puede ser momificado en tan sólo un año, aunque es verdad que mientras más tiempo más tenebroso es el resultado. La primera Momia de Guanajuato, por ejemplo, fue desenterrada sólo cinco años después de la muerte de su dueño, el Doctor Remigio Leroy (en el meme de arriba a la derecha).
Momias desahuciadas
Bueno, ya sabemos que las Momias de Guanajuato se momificaron naturalmente, pero, ¿de dónde salieron? Ningún misterio, hay una explicación muy normal, científica.
Resulta que, como en muchos cementerios, el trozo de terreno en el que se entierra a un muertito no se vende a perpetuidad. En ocasiones está alquilado, o se vende por un tiempo limitado, dijéramos, 50 años.
Qué pasa entonces cuando alguien deja de pagar el alquiler de la tumba, o se acaba el periodo contratado. Pues que los administradores del cementerio tienen derecho a desalojar la tumba. Esto es, las momias son desahuciadas. Lo peor, es que no hay nadie que las ayude a encontrar una nueva morada.
Y eso fue lo que sucedió el 9 de julio de 1865. El difunto Doctor Leroy, sin parientes en México, estaba de okupa, pues nadie pagaba el alquiler. El cementerio decidió entonces exhumarlo. Fue tan sorprendente encontrar el cadáver tan bien conservado, que en lugar de enterrarlo en otro lugar, lo guardaron en unas catacumbas en el mismo cementerio.
Poco a poco más y más momias se unieron al Doctor Leroy. La gente comenzó a visitar las Momias de Guanajuato muy pronto, hasta que algún vivito se dio cuenta de que podía cobrar por ello.
Atracción turística
En la actualidad, el Museo de las Momias de Guanajuato conserva los cuerpos de 111 personas, entre mujeres, hombres y niños. La verdad es que verlas es algo escabroso, pero emocionante si tienes menos de 15 años.
Algunas de esas momias son más famosas que otras, ya que algunas de sus características les han ganado un mote. Están, por ejemplo, las momias de La Bruja, de los Angelitos, de Doña Tranquilina Ramírez, y la de Daniel el Travieso.
Ya sabes entonces. Si algún día tienes la suerte de visitar Guanajuato, cuna de la Independencia Mexicana, no puedes dejar de visitar sus momias. Aunque la ciudad es lo suficientemente bella como para bastarse una visita, no ver las momias sería como ir a París y no ver la Torre Eiffel, o a Nueva York sin pasarte por la Estatua de la Libertad.
Las Momias de Guanajuato no te harán nada. No son peligrosas, ya están muertas. Si acaso te darán pesadillas, pero no te arrepentirás. Como decía mi padre, más miedo hay que tenerle a los vivos.
¿Has ido a ver las Momias de Guanajuato? ¿Te asustaron? ¿Qué piensas del hecho de que se utilicen como atracción turística? Ya me lo contarás en los comentarios…. Búuuuuuuuuu!
Y de premio, la batalla final de El Santo y Blue Demon contra las Momias de Guanajuato!
Ja ja ja. qué patética película. Ni los golpes van de acuerdo a lo visto. Se pelean entre dos enmascarados. En fin, buen artículo. Yo he ido 3 veces a Guanajuato y no he conocido el museo. Lo bueno es que tengo planes de ir pronto.
Yo vivo en la cercana ciudad de Irapuato, por lo caro aún no he tenido el gusto pero ya pronto quiero verlas.
Hola Legionary,
Irapuato es otra joya del Bajío Mexicano, capital fresera de esa tierra maravillosa. ESpero poder visitarla pronto, y que tú puedas acercarte a ver a las Momias de Guanajuato, vale la pena el viaje.
Muchas gracias por comentar y un cordial saludo.